Houseboy 🍭 Larry AU

Capítulo 38.

Johannah se incorpora en la cama con una rapidez sorprendente, sus ojos ampliados con una expresión alegre. Es hora. Ella lo sabe. Finalmente su hijo consiguió valor. Se siente tan orgullosa y todavía Louis no ha dicho nada.

—Habla con nosotros, cariño. —Lo anima, dando palmadas en la cama invitándolo a sentarse junto a ellos.

Louis traga saliva, sintiendo cómo sus pies se adhieren al piso, evitando que pueda avanzar hasta la cama. Rayos, es tan difícil. Jamás pensó que fuera tan difícil. Acaba de olvidar todo el discurso practicado. Quiere darse la vuelta y salir corriendo, pero entonces Johannah se pone de pie y camina hacia él antes de que logre escapar, como un instinto materno.

—Mi amor, ¿estás bien? Todo estará bien, cielo. —Lo toma en un fuerte abrazo, y Louis se siente tan diminuto en este momento.

Mark los observa desde la cama, sin entender realmente de qué va la situación. Él sólo quiere dormir porque ya es muy tarde y debe trabajar al día siguiente.

—Habla, bebé. Por favor di eso tan importante que tienes que decir. Queremos escucharte. —Su madre lo anima una vez más, pero Louis tiene los labios sellados, y tiene tanto miedo que comienza a temblar.

—Y-yo... No puedo. —Sacude la cabeza. Johannah suspira profundo, pensando en algo más efectivo para ayudar a su hijo en esta difícil situación. No quiere esto para Louis, odia verlo tan asustado tratando de confesar algo que es importante para él. Odia ver esa mirada de terror en su rostro, simplemente no lo soporta.

—Lou, somos tus padres, nada malo va a pasar. Puedes confiar en nosotros, lo sabes. —Insiste. Louis se muerde la lengua, observando a su padre por encima del hombro de Johannah.

Él no lo va a aceptar. Tal vez su madre lo haga, pero sabe que su padre no lo aceptará. ¿Y si se va del país como hizo el papá de Harry? ¿Y si destruye el matrimonio de sus padres? Eso sería fatal.

—Es que yo... Yo no... Ugh, perdón, no puedo hablar. —Tira de su cabello con frustración. Es tan estúpido y tan cobarde. Quiere llorar de la impotencia, pero siempre termina en la misma situación cada vez que intenta confesarlo. Esta vez no quiere terminar igual.

Johannah hace una mueca—. Respira profundo, no sientas miedo, mamá está aquí para ti. ¿Recuerdas cuando eras un pequeño y venías corriendo hacia mí cuando sentías miedo? —Louis asiente, levando la vista para ver los ojos de su madre—. Lo mismo sucede ahora. No temas de mí, por favor. Siempre voy a apoyarte.

—¿De qué se trata tanta palabrería emocional? —Mark comenta con diversión desde la cama. Johannah se gira hacia él, con el ceño fruncido.

—Mark, tu hijo atraviesa una crisis nerviosa. ¿Podrías cerrar la boca y acercarte? Louis nos necesita. —Habla con firmeza.

—Claro. —Mark se levanta de la cama y se acerca a ellos con rapidez, tomando a Louis en un fuerte abrazo—. ¿Qué sucede, hijo?

Ahora ambos padres se encuentran frente a él, interrogándolo, y se siente tan pequeño y aterrado. Louis tiembla, y Johannah sólo quiere abrazarlo y mimarlo para mostrarle todo su apoyo incondicional, le rompe el corazón verlo tan asustado y vulnerable, sabiendo lo que está a punto de confesar. Había esperado tanto para esto. Para que Louis sea feliz.

—Sólo no sientas miedo de hablarnos, Lou. Estaremos bien, sea lo que sea. —Louis asiente. Tomando una larga respiración.

Louis piensa en Harry. Él merece esto. Sólo trata de imaginar la sonrisa de felicidad en el rostro del menor cuando todo se sepa y puedan ser libres y mostrar su amor sin tener que ocultarse. Harry sería feliz, quiere esto más que cualquier otra cosa, Louis no puede seguir siendo un cobarde, no puede hacerlo esperar un minuto más después de todo lo que Harry acaba de contarle. No quiere recordarle a Jacob, Louis no es igual a él. Louis lo ama.