Capítulo 16.

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Después de que Harry desaparece por un pasillo, Michael observa a Louis y lo mira con recelo. Louis no tiene idea de lo que ocurre con ese chico, sinceramente. Es claro que no le agrada, pero no sabe la razón, Louis únicamente lo ha visto un par de veces y no tiene ningún problema con él. ¿Por qué lo mira como si quisiera matarlo? Está comenzando a sentir miedo del chico emo, es escalofriante.

Está preocupado por Harry también, obviamente fue mala idea venir a su clase, el rizado claramente no está feliz de verlo, y Louis se arrepiente de su decisión. Es tan tonto. Ahora Harry no querrá salir por su culpa. Se acerca a Brianna para susurrarle algo en el oído.

—Bri, tengo que ir al baño. Dime dónde queda el baño. —Ella sonríe en su dirección.

—Claro amor, por ese pasillo, al fondo. —Señala el pasillo por donde corrió Harry, y lo agradece inmensamente.

—Gracias, regreso pronto. —Le guiña un ojo antes de correr en dirección al pasillo.

Camina rápido tratando de encontrar el baño, por supuesto, pero curiosamente llega a los vestidores y encuentra a Harry sentado en el piso, con su cabeza hundida en sus rodillas mientras se abraza con fuerza y suelta pequeños sollozos débiles. Louis se acerca despacio para intentar calmarlo.

—Harry... —Dice con suavidad. El menor levanta la mirada hacia él con rapidez, y Louis puede observar sus ojos llenos de lágrimas y sus mejillas húmedas.

—No me odies, Louis, p-por favor, no me odies. —Suplica, limpiándose los ojos con su antebrazo.

Louis siente un nudo en la garganta, no sabe cómo reaccionar, ni siquiera sabe qué decir. Él debería saber qué decir, él vino preparado para enfrentar a Harry, pero al verlo de esta manera tan frágil ya no está seguro de discutir con él, de hecho hasta quiere consolarlo, lo cual es ridículo. Louis es muy débil a veces.

—¿Por qué estás llorando? —Decide preguntar. Harry no ha dejado de llorar.

—D-dirás que soy una marica... —Dice con voz entrecortada. El mayor se muerde el labio insultándose mentalmente. Eso explica muchas cosas.

Si fuera otro chico, de seguro Louis se burlaría llamándolo de esa manera, pero se trata de Harry, el dulce chico que trabaja en su casa. No lo llamará de esa manera porque simplemente no le parece divertido tratándose de él. Además, no quiere verlo llorar más por su culpa.

—No, no diré eso. Lo siento, Harry, no eres una marica, nunca serás una marica para mí. Fui un imbécil por decir eso acerca de los bailarines de ballet, no fui respetuoso. Nunca quise ofenderte, perdón, tampoco fue mi intención hacerte llorar. —Suspira con pesadez—. Nunca debí venir en primer lugar, no quiero incomodarte en tu clase, ya me voy... —Dice dando media vuelta para irse, pero la voz temblorosa de Harry lo detiene.

—¡Espera Louis! —Exclama poniéndose de pie—. ¿Cómo supiste dónde queda la academia? —Louis se rasca la nuca.

—Uhmm bueno, resulta que mi novia también es bailarina, eso ya te lo había dicho, y casualmente ella es miembro de esta academia al igual que tú. Vine a verla. —Finge una sonrisa. Harry intenta no lucir tan decepcionado. Por supuesto que no vino a verlo a él. ¿En qué cosas estaba pensando?

—Oh... ¿Y cómo se llama ella? Tal vez la conozco. —Dice secando sus lágrimas. Louis se tarda un poco en responder.

—Su nombre es Brianna, seguro la conoces. —Justo en el hígado de Harry. ¿No puede ser otra chica? No, claro que no, tiene que ser la zorra de Brianna. Puta vida.

—Brianna. Sí, claro que la conozco. —Dice entre dientes.

Hay un silencio incómodo, hasta que Louis decide romperlo.

Houseboy 🍭 Larry AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora