Houseboy 🍭 Larry AU

Capítulo 32.

Michael se sienta en la banqueta, colocando a Harry en su regazo mientras lo abraza tratando de calmarlo. El menor suelta sollozos y se limpia los ojos, escondiendo su cara en el cuello de su novio. Siente vergüenza. Nunca había estado involucrado en ninguna pelea, mucho menos con una chica. Harry no pelea, no le gustan las peleas y prefiere no involucrarse en ninguna. Sin embargo, acaba de ser golpeado y humillado por una chica en público.

—Tranquilo bebé. —Susurra Michael, acariciando su espalda. Harry esconde más la cara en su cuello para que nadie pueda verlo llorar. Es una situación vergonzosa. A veces odia ser tan sensible, pero así es.

Cuando Louis sale de los vestidores, se encuentra frente a la escena amorosa de Michael y Harry. El menor está sentado en su regazo, y eso es inaceptable para Louis. Lo único que quiere hacer en este momento es golpear a Michael hasta dejarlo sangrando en el piso. Conoce sus intenciones, odia verlo cerca de Harry.

Debería ser él quien lo abrace y lo sostenga de esa manera, no otro chico. Sólo quiere correr hacia ellos, tomar a Harry en sus brazos, y llevarlo a casa para consentirlo y llenarlo de amor. Joder, nunca había experimentado este sentimiento de celos tan extremo hasta que conoció a Harry, ha estado actuando como un maniático posesivo con cualquier chico que se acerque al menor o le hable bonito. Sintió celos de Liam, de Liam jodido Payne, su mejor amigo de hace años, Louis nunca sentiría celos de su mejor amigo, pero todo cambia cuando se trata de Harry. ¿Qué pasa con él? Siente ese instinto protector cada vez que alguien lo mira o respira cerca de él.

¿Eso está mal?

Cierra los puños con fuerza, dispuesto a enfrentar a Michael, sin importar la cantidad de chicas que lo observan. Cuando está a punto de decir algo, los gritos eufóricos de Brianna lo interrumpen.

—¡Maldito gay de mierda! Mira lo que has hecho, has arrastrado a mi novio a ese mundo asqueroso tuyo. —Grita, señalando a Harry, quien se aferra más a Michael cuando escucha su voz, asustado—. Seguramente te has metido en su cama para seducirlo, eso hacen las putas como tú. Juegas con dos chicos a la vez, y luego te haces la víctima. Maldito ofrecido, seguramente también le enseñas el culo y andas provocándolo todo el día en lugar de limpiar la casa, que es lo que realmente debes hacer. ¡Roba novios! Quién sabe a cuántas chicas les has hecho lo mismo que a mí. Asqueroso de mierda, vas a morir de SIDA algún día, igual que todos los homosexuales. ¡Maricón!

—Mike... —Dice Harry en medio de lágrimas, aferrándose a la camisa de Michael y haciendo un puño con la prenda. Michael besa su frente y luego cubre las orejas de su novio para evitar que siga escuchando todas las mierdas que salen de la boca de la chica.

—¡Brianna, basta! —Grita Louis, furioso. Ella lo mira con reproche.

—No me interrumpas, y tampoco me hables. Siento asco por ti. Les contaré a tus padres sobre esto, les contaré a tus amigos, les contaré a todo el mundo. Qué vergüenza me das, Louis. Él sólo trata de seducirte para sacarte dinero, es pobre, no tiene dónde caerse muerto. ¡Se está aprovechando de ti, imbécil! ¿Cómo puedes preferir a un mucamo inservible y usado como él? ¿Cómo puedes preferirlo a él por encima de mí? Yo lo tengo todo, él no tiene absolutamente nada para ofrecerte. No puedes comparar a una chica con un chico, los gays son producto del diablo. Te vas a arrepentir de esto, Louis. —Brianna toma sus pertenencias y sale de la academia, no sin antes observar a Harry con repulsión y cerrar la puerta de un portazo.

Nadie dice nada, ni siquiera la instructora se atreve. Todas las bailarinas de la academia observan a Harry con resentimiento, lo juzgan por las palabras de Brianna, y Harry no puede hacer otra cosa más que llorar. Lo ha humillado como nunca, lo único que quiere hacer es desaparecer y llevarse su humillación con él.