Tenemos Química

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Estaba en la junta escuchando las ideas de este joven pero poderoso empresario, un hombre de Texas, eran muy buenas, el tenía en mente hacerse mi socio, todos quieren serlo, mejor mis socios que mis enemigos, tenía toda mi atención hasta que recibí un mensaje.

< Recibí las rosas, me encantaron muchas gracias :) - Sheila>

Sonreí al leer ese mensaje, la extrañaba demasiado, extrañaba sus labios, el sabor de su boca, el sabor de nuestros labios juntos, no pude despedirme como quería, hablamos hasta muy tarde, hubiera sido más si la batería de mi celular durara más.

< De nada princesa, te veo esta tarde- Sedrick>

Mi padre tomó mi celular en medio de la junta y lo guardo en su bolsillo, lo mire con el ceño fruncido pero no dije nada, tampoco los que estaban a mi alrededor que vieron lo ocurrido dijeron algo, eran varios empresarios de Los Ángeles, incluyendo mis socios, escuchaba el constante sonido de mensajes llegando a mi celular y me desesperaba no poder ver que decían. Era Sheila, nadie más me mandaba mensajes, no creo que fuera mi madre, ella estaba muy ocupada con sus queridas amigas, estaba bastante distraído hasta que escuche que me llamaron o a mi padre, no sabía con certeza.

- ¿Señor Blanchard que opina?- pregunto el joven de Texas, mire a mi padre- el hijo.

- Me gustan tus ideas- me levante de la silla y fui a donde estaba la pantalla con su presentación, tome un plumón y fui a la pizarra que estaba atrás- solo agregare algo.

- Hágalo por favor- me dijo, lo mire por unos segundos, lambía sus labios constantemente, jugaba con sus manos, no puede verme a los ojos, truena sus dedos, la corbata está mal hecha, no acostumbra a usar traje eso se nota, puedo notar sudor en su rostro, aprendió lo que tenía que decir, estuvo practicando seguido, también las respuestas a preguntas obvias, aún así era evidente el temblor de su voz, esta nervioso y me teme, pero quiere impresionarme que gusto.

- Primero cometiste un error al sacar el presupuesto tan pronto, yo hice un proyecto similar hace unos años, no son miles de dólares, son al menos tres millones, fáciles de conseguir al menos para mí lo fue, si no tienes ese dinero será mejor que busques otras opciones, pero déjame te digo lo que pasaría si sigues con ese plan- comencé a escribir en la pizarra, estuve unos diez minutos hablando, cambiaba de colores de plumón para que fuera más fácil para el entender sus errores, había llenado casi toda la pizarra y al final cuando ya tenía el resultado lo rodee en un círculo con un plumón rojo- básicamente estarías lleno de deudas para el final del año y sin ninguna ganancia.

- Yo no note eso- me dijo con nerviosismo, estaba sonrojado.

- Me di cuenta, cuando crees otro plan y corrijas tus errores podrás regresar, por ahora eso es todo, me demostraste de lo que eres capaz- le dije, ¡tomen esa todos! creían que no preste atención, tontos.

- Pero aún tengo otra presentación- me dijo y yo suspire con cansancio.

- Ya mire suficiente, el tema del que ibas a hablar es mucho más complicado, esto de aquí era cosa de niños, no llegas a ese nivel aún, te ahorro la humillación- le dije y puse mis manos tras la espalda.

- Está bien, gracias señor Blanchard por su tiempo- me dijo, tomó sus cosas y se fue, los demás empresarios también empezaron a irse.

- Fue una pérdida de tiempo- les dije a los que quedaban, que son mis chicos, mi padre, Ángel y Víctor.

- No te quejes tampoco prestabas tanta atención por estar en el celular- me dijo Ángel- estabas muy distraído.

- Aún así note los errores de ese chico- les dije- algo que ustedes no notaron.

Nueva Víctima #0.5 [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora