—¿Cómo pudo pasarnos esto? Hace unos meses estaba feliz contigo y mi familia, ahora no tengo nada. Esto nos acabará

—¿Te arrepientes del bebé?

—Si.—De acuerdo, esto comenzaría una discusión.—No, Shawn. No quise que sonara así.

—¿Entonces todo lo que hago por ti no es suficiente? ¿Estos años fueron algo en vano para ti?

—Necesito a mi familia. No estoy lista para cuidar un bebé y ni siquiera sé porque tenemos que hacernos cargo de él.

—Porque es nuestro, Lexie. ¿Sabes algo? Si no lo quieres entonces nadie te detiene Lex, en cuanto nazca ese bebé yo me haré cargo de él y tu serás totalmente libre de él y podrás ir y rogarle a tus padres que te dejen regresar.—Me dí la vuelta y comencé a caminar hasta nuestra habitación cuando sentí sus delgados brazos rodearme y esa pequeña barriga en donde mi pequeño crecía pegarse a mi espalda.

—Lo siento, te amo y amo a nuestro bebé. No sé que me está pasando.

—Tranquila que todo saldrá bien, ambos saldremos adelante.

"El pensamiento de nosotros para siempre es el que jamás desaparecerá"

El cuarto recuerdo es el más dulce y amargo que he vivido en mi vida, el día diez de diciembre nació Wyatt Silas Mendes, nuestro esperado bebé. Ese día Lexie me despertó a medianoche diciéndome que sentía mucho dolor. Nuestro viaje a urgencias fue largo y al llegar a este Lexie casi no tenía conciencia por el dolor que sentía.

—Me duele.—Me susurró mientras me tomaba la mano.

—Yo lo sé,cariño. Solo serán un momento, ¿De acuerdo?

—No me dejes.

—Estaré ahí sujetando tu mano, te lo prometo.

Casi los pierdo, el pequeño estaba débil y Lexie comenzó a tener una hemorragia después de dar a luz. Los minutos que pasaba en la sala de espera eran los más largos de mi vida, y aquí estoy, solo sin el apoyo de ningún familiar rezando silenciosamente por el bienestar de mi pequeña familia. Me sentía inseguro, sentía impotencia por no poder hacer nada al respecto. Por alguna razón mis padres llegaron y sin decir ni una sola palabra solo se sentaron a mi lado y sostuvieron mi mano por el tiempo que fue necesario.

Pasaron seis horas para que me permitieran ver a Lexie y cuando entré a la habitación la imagen más hermosa e inolvidable que podría tener se grabó en mi memoria por siempre. Mi hermosa chica sostenía con cuidado y con una sonrisa nerviosa a un pequeño bulto envuelto en mantas azules y blancas. Supe en ese momento que estaríamos bien y que esos momentos de angustia no volverían a atormentarnos.

"Escribamos nuestra historia y cantemos nuestra canción, colguemos nuestras fotos en la pared"

Uno de los mejores recuerdos que atesoro en lo más profundo de mi corazón es el día en el que uní mi vida con la mujer que tanto amaba. Fue el día dieciséis de julio, justo cuando cumplíamos tres años de pareja. Verla caminar hacia mi vestida con un hermoso vestido blanco fue la mejor imagen que pude recordar de ella, verla con una sonrisa tan sincera y radiante y notar ese hermoso brillo en la mirada es invaluable y más teniendo en la mente que ese brillo y esa sonrisa era por mi.

Nuestras familias estuvieron presentes en nuestro día especial al igual que nuestro pequeño tesoro de siete meses de vida, finalmente las cosas resultaban como lo esperábamos y no podíamos estás más que agradecidos por eso.

—Te ves hermosa.—Le susurré a mi mujer en el oído mientras nos movíamos al ritmo de una canción de The Fray, la banda favorita de Lexie.

—No puedo creer que estemos aquí, en esta situación. Se siente tan irreal.—Me sonrió enormemente mientras sus preciosos ojos claros amenazaban con empezar a soltar lágrimas, la besé espontáneamente haciendo que nuestros invitados aplaudieran y silbaran de gusto.

—Te amo,Lexie.

"Me lo entregaste todo, pero debo dejarte ir"

—¿Estás bien?.—Le pregunté a Lexie al verla sostenida de la barra desayunadora.

—Si, solo fue un pequeño dolor de cabeza.

—¿Quieres quedarte aquí? Podríamos recorrer el viaje un par de días.

—No, estoy bien.—Me sonrió con cierta tensión.—Tenemos meses esperando este viaje. Es nuestra luna de miel además estaremos solos,no me malinterpretes amo a mi bebé con toda mi alma pero será bueno separarnos de él unos días.

—Entonces hay que irnos.

Disfrutamos ese pequeño fin de semana como nunca antes.
Disfrutamos de la compañía del otro sin saber que sería la última vez que estaríamos juntos siendo nosotros mismos.

Nunca habría pensado que en ese viaje se quedaría nuestra última vez juntos, nuestra última confesión de amor, la última asombrosa noticia que Lexie me había hecho llegar, nuestro último beso estando conscientes del amor que sentíamos y nuestra última pelea.

Todo ocurrió tan rápido que no pude reaccionar con rapidez, todo se acabo antes de que me diera cuenta. Solo bastaron unos segundos para que todo acabara con tanto dolor. Discutíamos por una razón absurda, discutíamos por mi culpa y por mi culpa fue que se causó ese accidente.

Salí de ese choque teniendo una severa fractura en una de mis piernas y con un par de costillas rotas pero no era nada que no sanara en un par de meses en cambio Lexie sufrió una severa fractura de cráneo y un de sus pulmones colapsó a ser fisurado con una de sus costillas, la operación a la que fue sometida mató al pequeño ser que llegaría a nuestras vidas en unos meses y finalmente su corazón dejo de latir después de varios días en terapia intensiva por decisión mía.

"Leímos nuestra historia y cantamos nuestra canción, colgamos nuestras fotos en la pared".

Lexie murió el día nueve de septiembre del año pasado y sigo sin superar ese amargo momento, sigo culpándome de todo lo que pasó y sigo esperando el momento de irme y poder pedirle disculpas por todo a donde quiera que esté. Por ahora solo me queda recordar aquellos preciosos momentos juntos y seguir a lado de ese pequeño ser de ojitos claros que mi hermosa mujer me dejo. Me queda seguir adelante a base de su recuerdo.

"Todos esos momentos preciosos que esculpimos en piedra serás solo recuerdos después de todo"

{Shawn Mendes One Shots}^Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα