-Lo intente mover, pero solamente pude hacerlo hasta ahí.- Llevó su cabello a un moño mal hecho.- Y me encargue de sacar libros, acomodarlos y sacar los libros que ya no voy a utilizar para meter los libros nuevos y guardar los otros al almacén, ¿Crees poder ayudarme a moverlo?

-Si, ¿a dónde vas a moverlo?

Pareció pensarlo un poco antes de responder, comenzó a ver bien la biblioteca y asintió señalando hacia la derecha.

-Quiero ponerlo allá, por que el escritorio quiero moverlo hacia atrás y poder leer e investigar tranquila hasta el fondo.

Asentí rápidamente y me quite de la cintura las katanas para poder moverme tranquilo, así que las deje contra una esquina y me acomode tranquilo sosteniendo el enorme estante.

Me acomodé a un costado del mismo y lo empuje con fuerza para comenzar a arrastrarlo por el suelo hasta el lugar ideal para posicionarlo.

Robin comenzó a guiarme y llegó un punto en el que quiso ayudar, pero le pedí que no se acercara.

-Mantente alejada, no sé si pueda caerse.- Me miró elevando una ceja.- Procura tu bienestar.

Sonrió.

-Bien, iré a acomodar los libros de aquella esquina, regreso de inmediato.

Mientras yo acomodaba los estantes ella se encargó de acomodar los libros, catalogarlos y amontonarlos, de vez en cuando hacia alguna anotación extraña en una libreta y volvía a lo suyo.

**
-¿Qué más vas a mover?- Le pregunté limpiando mis manos, habíamos encontrado bastante polvo, y por ende me había quedado a ayudarla a limpiar un poco.

Aunque mayormente nos encontrábamos en silencio era agradable contar con su presencia alrededor de la mía, murmurando pasajes de sus libros mientras leía algunas partes de los mismos y reía encontrando notas dispersas qué, según ella, había dejado antes y las había olvidado.

-Buenas noches, Robin.- La voz del cocinero me hizo girar y me encontré con su rostro asomandose por la puerta, me analizó con malestar y luego la buscó a ella.- La cena estará lista pronto, ¿de acuerdo?

¿La cena? ¿Habían pasado ya tantas horas? Demonios, habíamos pasado toda la tarde aquí limpiando y acomodando libros.

Demonios, incluso se me olvidó que había tenido sueño cuando había comenzado a hacer esto.

-Claro, bajamos en un momento.- Le sonrió mientras traía hacia aquí una caja con libros, así que me acerque y la quite de sus manos para cargarla yo.

El cocinero estúpido se fue y nos volvimos a quedar solos, ella miró hacia lo alto del estante y acercó unas escaleras.

- ¿Qué demonios vas a hacer?- Le pregunte observando cómo subía las escaleras y con varios brazos comenzaba a pasarse libros.

-Acomodar los libros.- Se encogió de hombros.- ¿Por qué? ¿Me vas a ayudar?

Bufé pero me acerque rápidamente para comenzar a pasarle los libros, ella leía los títulos y los acomodaba con tranquilidad en los estantes, algunos los retenía y otros me los regresaba tras leer el titulo un par de veces.

-Este no estoy segura de querer retenerlo.- Susurró mirando un libro con portada negra y simplemente letras en blanco, bastante neutro.- Es muy interesante, pero ya lo he leído tanto que me lo sé casi de memoria.

-Botalo entonces, te dará oportunidad de leer otros.- Me encogi de hombros y la vi sonreir.

-Te haremos caso.- Susurró sacando el libro y descartandolo.

Seguimos con los libros y llegó un punto en el que tuve que irme por otra caja de libros, así que me aleje y fui por ella.

Cuando regresé la encontré de puntitas sobre lo más alto de la escalera intentando quitar una telaraña de la esquina más alta del enorme librero, que casi llegaba hasta el techo.

-¡Hey!- Le grité un poco preocupado.- ¡Ten cuidado por que...!

No alcance a terminar cuando se giró rápidamente y perdió el equilibrio sobre las escaleras, así que corrí para evitar que se fuera contra el suelo.

Demonios.

Apenas y pude alcanzarla antes de que tocara el suelo, la sostuve contra mis brazos pero perdí también el equilibrio y sentí el golpe de varios libros sobre nosotros.

Sus manos se aferraron a mi pecho y la sentí apretarse contra mi, cerré los ojos y caímos ambos al suelo.

Con ella nuevamente contra mi, llegaron a mi mente nuevamente esa clase de pensamientos en donde mis manos recorrian su cuerpo, en donde sentía sus labios contra la piel de mi mentón y mordidas suaves, o el calor que su piel desnuda desprendia en contacto directo con el mio.

¿Por qué demonios tenia esos recuerdos?

Abrí los ojos y me encontré a ella recostada abajo de mi, mis brazos estaban a sus costados y nuestros rostros muy juntos, sus mejillas estaban sonrojadas, miró hacia arriba de mi cabeza, sonrió y bajó nuevamente la mirada.

Se acercó un poco a mi y yo baje el rostro hacia ella.

Sentí la calidez de su aliento contra mi rostro y sus labios rozar los míos, ¿debía hacerlo? ¿Podía? ¿Qué pasaría si la besaba?

Terminé por llevar una mano a su nuca para apresurar todo el proceso y una de sus manos se fue a mi mentón para terminar acunando mi mejilla.

Algo resbaló de mi cabeza y comprendí qué era un libro, que había tenido un libro sobre la cabeza todo este tiempo, me empuje más hacia ella y me atreví a comenzar a utilizar mi lengua.

La escuche suspirar y abrir sus labios un poco para recibirme con alegría.

-Extrañaba esto.- Murmuro contra mis labios y me separé bastante confundido.

-¿Extrañabas qué?- le pregunté ladeando la cabeza y sus mejillas se tiñeron de rojo de inmediato.

-¿No recuerdas nada?- Negué rápidamente.- En la fiesta de Ussop... Tú... Estabas algo ebrio.- entrecerre los ojos hacia ella.- De hecho fuiste muy divertido, incluso bailamos y...- Miró hacia otro lado.- Fue muy divertido, no sabía que no recordabas.

La miré con curiosidad, ¿habíamos hecho qué? ¿Qué tanto habíamos pasado en esa fiesta?

Me sonrió por lo bajo y sus mejillas se encendieron mucho más, así que preferí ignorar las dudas que saltaban a mi mente y volví a besarla.

Bueno, si no me acordaba tenia que crear recuerdos nuevos.

****

one shorts de ZoroxRobin.Where stories live. Discover now