#59

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-Realmente si no estás contenta con esto lo mejor es terminar todo aquí.- gruñó Zoro cruzando sus brazos después de una acalorada discusión, Robin, que estaba sentada en la cama lo miró con los ojos muy abiertos.- Si eso es lo que quieres, adelante.

Tenían ya aproximadamente un año en una relación bastante fuerte, con algunos altibajos pero siempre muy fuerte y discreta, siempre habían sobrellevado las situaciones.

-Es que no puedes ser más terco.- Dijo ella poniéndose de pie y caminando hacia el, con el dedo índice le golpeó el pecho.- Parece que no eres tan maduro como dices, ¡No puedes molestarte por eso! Esto es algo secreto y lo sabes, no puedo ir diciéndole a todo mundo que estoy en una relación, y tú tampoco lo haces, ¿por qué contigo es diferente?

-¿yo?- preguntó retirando la mano de ella de su pecho y sosteniendola con firmeza.- Yo alejo a quien sea que se acerque a mi, sobretodo a mujeres, no les sonrió ni mucho menos...

-¡Basta!- gritó ella soltando su mano.- Esta bien, enojate, sé irracional y piensa lo que quieres, si no confías en mi ahora eso significa que jamás has confiado en mí y piensas que soy capaz de engañarte.- Zoro frunció el ceño y negó, él no se refería a eso.

Él tenía miedo de no ser suficiente para ella, le daba terror que ella encontrara a alguien más y lo cambiará.

-Eso no es a lo que me refiero.- Dijo el intentando dar un paso hacia ella para aclarar todo.

-Ese es el problema, que nunca has sabido explicar tus emociones, ¡madura!- le dio un leve empujón con la mano y se dirigío a la puerta, con la perilla en mano lo miró.- Cuando madures tal vez podamos llegar a algo, pero en este momento no tengo ganas de continuar con esto, aquí ha terminado todo, se acabó.

Y cerró la puerta tras de ella dejando a Zoro solo en la habitación, mirando hacia donde estaba una pequeña mesita de noche, de la cual Robin se había adueñado y dentro de los cajones había libros, ligas para el cabello, ropa interior, lapicera, cuadros y cosas que ella utilizaba constantemente.

Suspiro pasando una mano por su cabello y tras varias respiraciones profundas salió a enfrentar el día.

El barco navegaba con tranquilidad, Chopper corría por cubierta junto a Luffy mientras Ussop y Franky los intentaban capturar con cañas de pescar, Brook estaba interpretando melodías divertidas para animar aún más el juego.

Nami estaba sentada en una silla playera bebiendo lo que parecía un smoothie, y Robin estaba entrando a la cocina seguida de Sanji, quien le sonreía muy ampliamente.

Suspiro y tratando de ignorar todo subio a la torre de vigilancia a intentar mantenerse ocupado y no pensar en que había terminado lo mejor que le había pasado en la vida por una tontería.

Entreno todo el día, toda la tarde y toda la noche, tomó todas las guardias y al día siguiente que llegaron a una isla ni siquiera se intereso el bajar a decir que él se quedaría a cuidar.

Mientras se sentaba a descansar un poco logró ver por los enormes ventanales a Robin caminando tranquilamente junto a Brook y Ussop, suspiro negando y se giro.

Solamente una persona aparte de ellos dos sabía de la relación y esa persona estaba parada frente a Zoro con los brazos cruzados.

-¿Que ha pasado?- preguntó caminando y sentándose en una de las orillas de la torre, justo donde había bancas.

-¿Que ha pasado de que?- preguntó Zoro fingiendo demencia, tomó su botella de agua y dio un gran trago.

-desde ayer no sales de aquí, Robin esta rara y no bajaste a la isla, siempre bajan a las islas.

one shorts de ZoroxRobin.Where stories live. Discover now