one shorts de ZoroxRobin.

#05 Parte 2

El agua que anteriormente se encontraba en calma, ahora se encontraba turbulenta, un enorme barco con una cabeza de león se alzaba en el horizonte, por la cubierta del Thousand Sunny se escuchaban los pasos acelerados de todos intentando organizar bien el lugar, había estado guardado por dos largos años y por fin salía a los mares.

Nami miraba a su alrededor, se sentía como cuando era una niña en la aldea cocoyashi, con Arlong viéndola fijamente y temiendo por lo que podría pasar, había sido su culpa, ella había descuidado a los niños y por eso se los habían llevado.

Miró de reojo a Robin de pie, con los brazos cruzados y una evidente mueca de molestia en su rostro mientras ayudaba a los chicos con decenas de manos a acomodar las cosas en cocina.

Lo que Nami no sabía es que Robin estaba atemorizada, y eso hacía que su bebé revoloteara con fuerza dentro de ella, por lo que su cara de molestia era por todas las patadas que sentía.

Zoro junto a Luffy y Sanji ayudaban a Chopper a tener la enfermería en las mejores condiciones posibles, no sabían a qué se iban a enfrentar, pero querían estar muy preparados.

Franky, Brook y Ussop se encargaban de tener un buen armamento preparado, con balas de cañón suficientes y artefactos novedosos.

Chopper corría de un lado a otro, mientras decía a los chicos donde y como acomodar las cosas, corría a preguntarle a Robin como se sentía y luego con Nami, a preguntarle si todo estaba bien.

Sanji abandono a zoro y Luffy y fue a la cocina, donde Robin le dio una diminuta sonrisa señalando las cajas repletas de comida.

-Muchas gracias Robin, pero creo que ya es momento de que vayas a descansar.- dijo Sanji poniendo su mano sobre el hombro de la morena, ella elevo sus cejas y mordió su labio.

No había llorado y no quería llorar, por lo menos no frente a ellos.

-No me siento mal, ¿Puedo ayudarte?- le pregunto haciendo florecer algunos pares de manos y colocando una caja de vegetales  sobre la mesa.

Sanji suspiro y la invito a sentarse.

-No está bien que estes finjiendo que nada paso, ¿si?- Robin elevo su mirada e hizo lo que estaba evitando, vio a sanji a los ojos, los cuales estaban algo hinchados y rojos.

Robin mordió su labio con tanta fuerza, que sintió el sabor metálico de la sangre en su boca, miró hacia otro lado y suspiro.

-No quiero ponerme a llorar ahora, por que nada malo paso, vamos a encontrar a los niños y esto será solo un susto.- retrocedió poco a poco y comenzó a sacar bolsas de la gran caja para ir a ponerlas dentro del refrigerador.

-Robin...- murmuró Sanji mientras veía a Robin darle la espalda para acomodar las cosas.

Ella lo ignoro y siguió en lo que estaba haciendo; Unos pasos alertaron al rubio y vio a Zoro parado en el marco de la puerta, recargandose contra el mismo y viendo fijamente hacia Robin.

Sanji le hizo unas señas algo desesperadas y zoro asintió, haciéndole un gesto con la mano para que los dejara solos, rápidamente Sanji se desplazo con pazos sigilosos y quedaron solos.

Zoro camino lentamente hasta posicionarse tras de ella, paso ambas manos por la cintura de Robin mientras la apretaba contra él, recargando su cabeza sobre el hombro de ella, quien comenzó a temblar muy sutilmente.

-No está mal si lloras.- le dijo muy bajito, con su propia voz llena de preocupación y algo rota.- Puedes ser fuerte con los demás, pero conmigo puedes llorar todo lo que quieras.

Robin se giro y se abrazo con fuerza, o lo más que pudo y que su crecido vientre le permitía, estaba a dos semanas  de cumplir los 8 meses.

Se quedaron unos minutos así, poco a poco fueron deslizándose hacia el suelo, por lo que terminaron con Robin entre las piernas de zoro, abrazada con fuerza y meciéndose, hasta quedarse dormida.