#73 Parte 1

1.2K 63 11
                                    

La mirada de Robin era cansada y cabizbaja, sus ojos azules estaban más cerrados que abiertos y sus labios entreabiertos denotaban cansancio, la miré un poco cauteloso y pegue mi mejilla a la suya para poder ver en la misma dirección a los dos cuerpos recostados que dormían con tranquilidad como si no acabarán de hacernos sufrir y desear habernos cuidado un poco más.

Bostece gruñendo por lo bajo y Robin suspiro acurrucandose un poco contra mi, di una mirada rápida al reloj, eran las tres cuarenta de la mañana y por fin habíamos podido calmar la situación, estábamos algo empapados en vómito, babas y algunas otras sustancias corporales poco agradables, pero en estos momentos lo único que queríamos era volver a dormir por lo menos por un par de horas.

Jale a Robin contra mi y bese su frente antes de dejarnos caer en la cama, pude sentir de inmediato su respiración pesada y escuche pequeños ronquidos, señal de que estaba realmente exhausta, así cerré los ojos yo para intentar descansar un poco y recuperar algo de energías.

Claro que mi paz no duró muchas horas, pues a las siete veinte de la mañana ya estaba de pie nuevamente, sumale que solamente un ojo funciona para mi y tenia que vigilar a dos cuerpos removiendose entre las cobijas mientras Robin seguía dormida por lo menos unos minutos después que yo.

Me estire y rápidamente ya estaban ambos cuerpecitos sentados y mirándome con atención, rasque detrás de mi hombro y los miré, una niña y un niño, ambos sonriendo en mi dirección, les devolví la sonrisa encantado con la escena y escuche una pequeña carcajada.

Bendita paternidad.

Me acerque a ellos y sostuve uno en cada brazo, inteligentemente buscaron de donde aferrarse, pero al parecer habían olvidado que mi camisa estaba llena de orines y de pequeñas manchas de popó, pues anoche les había parecido muy divertido cagarse hasta la espalda.

A ambos.

Salí de la habitación con la intención de dejar a Robin dormir un poco, pero  ni bien di un paso afuera cuando la escuche ponerse de pie y salir corriendo a buscarnos, le sonreí un poco y ella recibió gritos de alegría y manitas estiradas en su dirección.

Bese sus labios a modo de saludo y ella libero uno de mis brazos tomando a un bebé, me miró con desaprobación, pues los llevaba colgando uno a cada lado para que se entretuvieran.

-Algún día se te caerá uno de ellos si los sigues cargando así.- Dijo acariciando de forma distraída la espalda de Livia, nuestra hija.

Livia fue la primera en nacer, su cabello era negro, muy negro y había un pequeño mechón verde formando parte de su fleco, sus ojos azules eran profundos, pero fuera de eso solían decir todos que su rostro era idéntico al mío.

Me encogí de hombros cargando mejor al niño, Koushi, quien tenía los ojitos entrecerrados y disfrutaba las caricias en su espalda, ambos eran idénticos, solo que Koushi fue el segundo en nacer, tuvo algunas dificultades por que fue el más pequeño y el segundo en nacer, realmente no sabíamos que él vendría al mundo, fue una total sorpresa.

Lo miré de reojo y recordé el horrible momento que vivimos cuando llegaron al mundo.

---
El frío era horrible, tanto que calaba hasta los huesos, me encogí dentro de la chamarra y miré de reojo a Robin, ella no estaba tan abrigada como yo, pero parecía encantada con la nieve y con la isla completamente blanca adornando todo alrededor de nosotros.

El clima para navegar era horrible, así que tendríamos que quedarnos en la isla y zarpar hacia el día siguiente, cosa que Nami amó, pues según ella quería que Robin pudiese caminar tranquila en una isla y recorrerla con calma, a parte que era muy distinto dormir en una cama en la isla a dormir en el constante movimiento del barco.

one shorts de ZoroxRobin.Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz