#50

1.4K 66 30
                                    

Nico Robin, conocida como la niña demonio, una hermosa morena con ojos azules y cabello negro que podía enamorar a quien quisiera, una joven hermosa con cuerpo de modelo y conocimiento increíble, divertida y sincera, Robin era la segunda y última mujer de la tripulación de los sombrero de paja y la arqueóloga de los mismos.

Justo ahora se encontraba en cubierta junto a todos sus compañeros, o casi todos, miraba sonriendo a Luffy pescar con Ussop, a Nami recostada a su lado en cómodos camastros, Sanji se encontraba sentado junto a ellas mientras jugaban cartas, Franky y chopper se encontraban sentados jugando un juego de mesa, brook lanzaba algunas melodías al aire mientras tarareaba y Zoro se encontraba perdido, seguramente en la torre ve vigilancia entrenando.

Robin miraba a su alrededor y se sentía en paz, ¿que más podría pedir? Tenía compañeros geniales que la querían por ser ella misma, había encontrado amistad y una familia en la tripulación de Luffy y eso la hacía sentirse sumemente agradecida.

Claro que aunque amaba a sus compañeros tenía ciertos problemas con el peliverde, pues él aún mantenía su distancia con ella aún cuando Robin intentara hacerlo bajar la guardia.

¿La cuidaba y protegía? Si, claro que lo hacía, bastante a decir verdad, pero era algo que hacía con todos los otros compañeros, incluso a Nami la solía proteger demasiado, casi podía decir que era una protección fraternal.

Ella sabía que él jamás la dejaría morir o dejaría que le hicieran daño, sin embargo Robin se encontraba en una encrucijada, pues él jamás se acercaba a ella para conversar o simplemente para ser cordial, solía evitarla pero la vigilaba con desconfianza y eso a Robin no le agradaba del todo.

En ocasiones cuando lo atrapaba mirándola solía sonreírle y guiñarle un ojo para aligerar las cosas, sin embargo él no bajaba la guardia ni un segundo, solamente fruncia aún más el ceño y se alejaba.

Robin se estaba cansando de esa situación y quería terminar con ella lo más pronto posible, por lo que se estaba armando de valor para poder hablar seriamente con el peliverde y pedirle que dejara de verla de ese modo, pues ella no tenía planeado traicionarlos.

Nami observo a la morena de reojo, Robin era muy callada normalmente, pero incluso en estos momentos lo era más de lo normal y eso le preocupaba.

-Robin, ¿Estas con nosotros en la tierra?- Preguntó la pelinaranja, Robin sonrió y asintió colocando una carta en el montón.- Te ves como si estuvieras muy pensante.

-Yo siempre pienso.- se encogio de hombros.- Pero gracias por preocuparte.

Sanji se puso de pie y llevando una mano a su pecho, las miro e hizo una reverencia.

-¡Debe ser hambre! ¡Iré a prepararles una deliciosa merienda para que puedan deleitar sus papilas!- canturreo antes de salir a la cocina siendo seguido por Luffy.

-¡Sanjiii! ¡Yo también tengo hambreeee!- canturreo arrastrándose por el suelo para intentar dar lastima al cocinero.

-¡Oye! ¡Hermana!- gritó Franky hacia Robin, quien levantó la mirada y observo al Cyborg.- ¿Recuerdas aquella ves que cantaste?- preguntó y Robin abrió mucho sus ojos.- ¡Deberías cantar otra vez para nosotros!- Dijo acomodándose y Robin negó de inmediato.

El hecho de que Franky la hubiera escuchado cantar Binks no sake a Chopper fue un descuido, ella no cantaba, solamente lo hacía cuando chopper tenía pesadillas muy fuertes o cuando realmente no podía dormir, así que solía mecerlo y cantarle, pero solamente ahí.

Pero Franky un día la escucho, y desde ese día ha insistido en que cante para todos, pero realmente Robin no se sentía cómoda, Brook se acercó y comenzó a tocar, Robin sonrió negando por lo bajo y se puso de pie.

one shorts de ZoroxRobin.Où les histoires vivent. Découvrez maintenant