#56

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-¡Luffy! ¡NO VAYAS POR AHÍ!- Gritó Nami corriendo detrás de su capitán mientras que él corría alegre por el suelo blanco en una gran isla.

Robin corría detrás de ellos junto a chopper, quien miraba aterrado a su alrededor todas las trampas mortales que se sostenían sobre sus cabezas.

-¡Robin! ¡Nami!- Gritó Sanji corriendo más rápido al notar como unas extrañas paredes blancas los encerraban poco a poco.

Zoro miró las paredes cerrarse y luego a chopper, a quien lanzó con fuerza a los brazos de Franky, una mala elección pues chopper en esos momentos no era el pequeño y dulce reno que todos conocían, se había transformado.

Las paredes los cerraban y algunos desaparecían, del cuadro dejaron de ver a Ussop y a Brook, quienes misteriosamente no habían quedado encerrados.

El problema era que terminaba siendo muy estrecho todo, por lo que Franky quedó de rodillas con chopper sobre sus hombros, quien creaba una estructura perfecta, Zoro estaba totalmente acostado boca arriba sobre chopper, a lo largo de su cadera Luffy estaba boca abajo, sosteniendo a Sanji, quien luchaba por atraer a nami a su regazo.

Nami por su parte estaba sentada en un hombro de Robin y pateando con un pie la espalda de la misma, quien estaba sentada sobre el pecho de zoro y empujando su pecho contra el rostro del mismo, quien al inicio murmuraba maldiciones.

-Deja de hablar.- Susurro Robin sumamente apenada, pues el aliento cálido contra su pecho libre de sujetador estaba generando una reacción en su cuerpo nada digna de ella.

-Creo que una de las espadas de Zoro se está encajando en mi panza.- Dijo Luffy levantado la cabeza y mirando a su alrededor.

-¡Marimo!- Gritó sanji intentando patearlo, pero termino moviendo a Nami, quien empujó más a Robin contra el rostro del peliverde.- ¡Quita tus sucias manos de mi Robin!

Nami cedió y termino deslizándose sobre Sanji, quien terminó encantado con ella sobre su regazo, Robin se alejo un poco de Zoro y lo encontró con las mejillas muy sonrojadas y el ceño muy fruncido, ella le guiño un ojo intentando aligerar el ambiente y él giro el rostro apenado.

Luego las cosas se pusieron un poco turbias cuando comenzó a vibrar la caja, Robin se aferro con fuerza a los hombros del peliverde, quien mantenía la calma con mucha fuerza pues lo único que miraba era el cuerpo de la morena encima suyo.

-Los vamos a sacar de ahí! ¡Tranquilos!-gritó Ussop desde afuera, Nami se giro en busca de la voz.

-¡Que sea rápido, por favor!- miro de reojo a Sanji, quien la sostenía contra su cuerpo de manera rirme y le murmuraba mil cosas de amor.

-¡Ussop! ¡Sacanos de aquí ya! Es muy incomodo estar así.- Dijo Luffy levantando un poco la cabeza.

-Ni te imaginas.- Dijo chopper suspirando con sus ojitos cerrados.- Pesan mucho.

-Creo que quien peor la esta pasando soy yo.- murmuro Franky elevando un poco la vista.- No alcanzo mucho a ver, pero estoy llevando a todos sobre mis hombros.

-Todos sabemos que es incómodo.- Mascullo Zoro intentando analizar la estructura del lugar.- En la esquina que está detrás de mi cabeza hay una pequeña grieta, tal vez puedan alcanzar con una de mis espadas, yo llevo encima a varias personas no puedo moverme.

Sanji logró sacar una de las katanas de Zoro de su lugar y Robin la tomó entre sus dedos, miró hacia la pequeña grieta y comenzó a avanzar hacia adelante con mucho cuidado.

Maldijo un poco cuando sus piernas llegaron casi al cuello del peliverde y comenzó a sentir el cálido aliento suyo contra la piel de sus muslos junto al calor de su pecho desnudos contra sus piernas.

Se estiro un poco y con mucho cuidado logró encajar la katana en el lugar, pero necesitaba más impulso, por lo que se puso sobre sus rodillas para poder impulsarse mejor, logrando que el peliverde tuviera una vista perfecta de su ropa interior.

Zoro maldijo cerrando los ojos y obligándose a comportarse, pues necesitaba con todo su corazón mantener la compostura si no quería volver eso algo incómodo.

Cuando las paredes se vencieron a su alrededor todos cayeron, Robin fue la única persona que cayó con gracia, ya que traía la katana entre sus manos y sabía lo peligro que era ser descuidada al caer, pero cuando se giro se dio cuenta de algo.

Todos a su alrededor corrían despavoridos, pero no tuvo tiempo de darse cuenta de algo, por que rápidamente Zoro la había tomado del brazo y la obligaba a correr junto a él por el extraño lugar de extrañas trampas.

-¡Espera!- gritó Robin, uno de tus tobillos se había lesionado y tenía que quitarse los molestos tacones.

Zoro giro para verla y en ese instante ambos chocaron, por lo que terminaron encerrados en otra caja, de dimensiones más pequeñas, pues ahora ambos estaban sentados en el suelo, ambos con las piernas un poco flexionadas y Robin tenía sus piernas cruzando por encima de las de Zoro.

-Mierda.-Gruñó Zoro mirando a Robin sumamente cerca de su rostro, ella le sonrió y se encogió de hombros recargandose en la parte trasera de la extraña caja.

-Tus katanas no han entrado, así que supongo que debemos esperar a que vengan por nosotros.- Dijo Robin y Zoro asintió mirando el pequeño espacio en el que se encontraban.

-Espero que sea rápido.- Susurró él y Robin sonrió por lo bajo.

-¿Por qué? ¿No te gusta la idea de estar tan cerca?

-Me gusta la idea de tener mis katanas conmigo.

-Entonces solo queda esperar.- Robin susurro intentando acomodarse mejor, pues sus piernas cruzaban por la cadera de Zoro.

Las manos de Robin fueron a la cadera de Robin, la susodicha lo miró elevando una ceja.

-Te estás acercando demasiado.- Murmuró con la voz un poco temblorosa, Robin sonrió aún más.

-¿Te pone nervioso?

-No.- gruñó.

Robin sonrió acercando su rostro al de él, sus narices rozaban y sus alientos se mezclaban, ninguno hizo ademán alguno para retirarse.

Se quedaron en esa posición unos minutos hasta que ambos cayeron al suelo y el viento golpeó sus rostros, ambos miraron hacia el cielo cegador y a su alrededor aparecieron rostros conocidos.

-¡Zoro! ¡Robin!- Gritó Ussop llegando hacia ellos y ayudando a Robin a ponerse de pie.

-Todo esta bien, han sido unos minutos solamente.- murmuró Robin mirando a Zoro ponerse de pie.

-¿Unos minutos? ¡Los estuvimos buscando por varias horas! Incluso esta a punto de hacerse oscuro.- Dijo tirando de su cabello, luego señaló a zoro.- Tenemos que irnos ya, estan todos esperando por nosotros.

Zoro asintió y los tres caminaron hasta el barco en un silencio algo extraño, Zoro daba pequeñas miradas a Robin, quien le sonreía mientras le regresaba las pequeñas miradas.

Sin embargo, y a pesar de la tensa situación que habían vivido, ninguno dijo nada e intentaron pasar la tarde tranquilos, fingiendo que sus pechos no estaban en llamas y sus estómagos revueltos gracias a la cercana situación que habían vivido.

Había algo que lo hacía querer acercarse, sin embargo jamás lo hicieron, nunca encontraron el momento.

Pero la llama jamás se apago

one shorts de ZoroxRobin.Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt