#49

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Zoro miraba a su alrededor molesto, sentía el pánico presente en todo momento y no le gustaba la sensación de alerta que lo acompañaba, Robin estaba descansando unos minutos en la cama, Zoro suspiro y se puso de pie, pero sintió una mano delicada sobre su muñeca.

-No te vayas.- Susurro abriendo un poco sus ojos, Zoro la miró y se sentó nuevamente en la cama.- No me dejes sola. 

-Jamás.- respondió el acariciando su muñeca y luego tomando el pequeño aparato que descansaba en la mesita de noche.- ¿Crees que sea seguro?- preguntó mirando las dos pequeñas líneas muy marcadas, Robin se sentó en la cama y se encogió de hombros.

-No lo sé, pero realmente no quisiera decirle a nadie.- Susurro abrazándose a si misma y luego mirando al peliverde a los ojos.- No quiero que nadie se entere, ni escribirle a los chicos la noticia como la otra vez, no quiero repetir la historia.

Zoro la miró con un sentimiento de arrepentimiento profundo en los ojos y a su mente regresaron los malditos momentos más tensos y tristes que ha vivido en toda su vida.

**
Zoro regresó a casa tras un pesado día, había ayudado en el pueblo a remover unos árboles caídos producto de una tormenta, después tuvo las clases con los pequeños de la isla, entrenó por ocho horas a diferentes grupos de edades distintas y al caer la noche regreso a casa, la lluvia era poca pero inundaba un poco los caminos, por lo que llego empapado y completamente lleno de barro.

La casa lo recibió con un silencio preocupante, entro sigiloso esperando encontrar a Robin - - quien por el momento contaba con ocho meses de embarazo-- descansando un poco tras tener su propio día pesado, aunque ella ya no estaba para esas vueltas no era posible detenerla, su cuerpo modificado no la hacía ir más lento, incluso zoro podía asegurar que se mantenía en mayor movimiento.

Incluso viajaba a las islas aledañas a visitar a los chicos, quienes vivían a algunas horas de distancia, aunque zoro se lo prohibía, Robin veía la manera de escaparse e irse algunos días, dejándole una simple nota diciendo que regresaría pronto.

Ahora Zoro se enfrentaba a la oscuridad total de la casa y el silencio que no le gustaba, ¿Robin se habría ido otra vez? Con el clima la creía incapaz de tan siquiera pensar en acercarse a la costa, así que debía estar en la casa, pero ambiente se sentía diferente.

Recorrió la sala de estar y logró ver vidrios en el suelo seguidos de algunas gotas de sangre, lo cual lo preocupó, por lo que corrió por toda la casa en busca de Robin, pero no la encontró.

Hasta que cruzo al patio trasero y logró ver su cuerpo hecho un ovillo entre las flores que tanto adoraba.

Corrió a su lado y cuando quiso moverla se dio cuenta de algo aterrador, se encontraba en esa posición por que intentó cubrir de la lluvia el cuerpo de un bebé, intento cubrir de la lluvia el cuerpo de su hijo que se encontraba en estos momentos de color azul con sus pequeños labios morados.

Zoro maldijo sintiendo las lágrimas llenar sus ojos y como su pecho se sentía vacío, por unos segundos se sintió perdido al verlos a ambos en esa situación, pero Robin dio un profundo quejido y Zoro inhalo sintiendo su corazón volver a latir.

La tomó entre sus brazos esperanzado de tenerla viva y sujeto con manos temblorosas el cuerpo inerte de quien hubiese sido su primer bebé, una niña con muy poco cabello color negro.

Robin volvió a quejarse y esa fue la señal de zoro para ponerse en pie y correr hacia la isla, aunque en el camino se topó con quienes quisieron derribarlo, claro que no pudieron, el coraje y la ira pudieron más que todo y terminó derribandolos con un par de golpes.

Corrió hasta el hospital de la pequeña isla en donde atendieron a Robin de inmediato, todo mundo sabía que eran piratas conocidos por ser extremadamente violentos y sanguinaria, sin embargo, se habían ganado el amor y cariño de los pueblerinos, así que ver a Robin en esas condiciones fue aterrador para todo el pueblo, tanto que formaron un pequeño grupo de vigilancia en el hospital, aunque claro, Zoro era el que  se encontraba a la cabeza.

one shorts de ZoroxRobin.Where stories live. Discover now