#19

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-¡Los bomberos! ¡ALGUIEN LLAME A LOS BOMBEROS!- Gritaba con pánico una señora mayor mientras corría de un lado al otro como eso fuera a solucionar el fuego que consumía las puertas cerradas de lo que parecía ser una guardería.

-Ya llamé, no se preocupe.- contesté perdiendo la calma mientras colgaba a mi segunda llamada a los bomberos y escuchaba el sonido de las sirenas acercándose, miré la puerta de la guardería, estaba justo frente a mi y tenía a la mano una vieja hacha oxidada de mi padre.

En un impulso la tomé y corrí cruzando la calle, esquivando a los curiosos que grababan con sus teléfonos celulares la escena sin ayudar.

Pasé la pequeña puerta metalica y solté el primer golpe a la puerta, pero no cedió, intente abrirla pero maldije con fuerza al darme cuenta que estaba sumamente caliente.

Un par de golpes más pero no pude romperlo, eleve mis brazos dispuesta a dar el mejor golpe de mi vida, pero sentí una mano con mucha fuerza sostener mi muñeca.

Me giré molesta por la interrupción pero me tope de golpe con un hombre alto llevando un enorme traje de bombero y el rostro totalmente cubierto, soltó mi mano y la dejé caer con fuerza, rompiendo el cerrojo y destrabando la puerta.

El hombre entró y otra persona me hizo salir de ahí, llevándome de nuevo hacia la acera mientras varios hombres entraban completamente cubiertos y otros se preparaban afuera con diversas cosas.

-El fuego es pequeño, pero se trata de una guardería.- logré escuchar a uno de ellos dirigirse hacia una mujer, quien asentía poniéndose un par de guantes al ver salir a los hombres del edificio.

-¡Un maldito trapo en la cocina!- salto uno de los chicos quitándose una máscara del rostro y jalando lo que parecía ser un pasamontañas.- Fue más humo que nada por que agarro cortinas y plásticos.

Las calles aledañas comenzaban a llenarse con los padres de los niños que corrían despavoridos hacia la guardería al verla en llamas, pero los bomberos comenzaban a salir con los niños en brazos, todos totalmente sanos.

-¡Despejen el camino!- grito uno desde dentro, alertando a todos, pero salió totalmente cargado de pequeños niños, llevaba uno colgado de cada pierna, uno en cada brazo y otro par más aferrados a su torso.

Todos los uniformados comenzaron a reír con fuerza, incluso uno de ellos sacó su teléfono celular y comenzó a grabar de inmediato la divertida escena, hasta que los pequeños lograron ver los enormes camiones de bomberos estacionados afuera y corrieron hacia ellos.

-¡Voy por luffy! Siguen apagando el fuego adentro.- señaló hacia su espalda y asintieron los hombres.- Sólo está él y los que están analizando el daño.

El chico volvió hacia adentro, me quedé observando la escena de todos los niños encantados con el gran camión de bomberos y los hombres que les prestaban sus cascos y los dejaban curiosear.

El peligro pasó y todos los que quedaban dentro salieron, se acercaron a guardar las cosas y vi a uno de ellos acercarse a mi mientras se quitaba el casco y bajaba un poco la mascarilla.

-¿Que tan acertado estoy al sospechar que tocaste la perilla caliente?- me preguntó quitándose un guante y extendiendo su mano hacia mí, le extendí la mano lastimada y asintió lentamente mirando toda la zona bastante afectada.

Se giró hacia los camiones y buscó con la mirada a alguien.

-¡Chopper! ¡Ven aquí un momento!- gritó, de inmediato un adolescente corrió hacia nosotros, pero al verme se detuvo de golpe, retomando el paso de forma lenta.

-¿Estas herido?- pregunto bastante curioso llegando directo a ver su rostro, el chico me señaló con la mirada.

El chico, que parecía llamarse chopper, miró nuestras manos y luego  tomó mi mano, observándola con mucha atención, retiro una mochila de su espalda y sin decirme mucho más, se puso unos guantes y comenzó a limpiar y curar mi herida.

one shorts de ZoroxRobin.Where stories live. Discover now