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La civilización había acabado, se había extinguido hacia muchos meses y lo único que quedaba ahora era sobrevivir.

Si no tenias instinto de supervivencia, estabas muerto.

La ventaja de haber pasado una infancia ruda era que estaba acostumbrada a dormir pocas horas y en cualquier lugar, también a soportar mucho el frio y el calor, así como a no comer bien en días o a no hacerlo en absoluto, sobreviviendo con lo mínimo.

Mi estado de alerta estaba encendido en todo momento, siempre vigilando tras de mi, buscando algún indicio de que algo no estuviera bien para poder defenderme y mantenerme con vida.

Justo ahora tenia varias horas sin alimento, el agua estaba un poco escasa pero siempre sabía donde encontrarla, no era difícil conseguir cuando el mundo entero estaba en apocalipsis y podía encontrar botellas en cualquier tienda o casa perdidos entre el desastre.

Me preocupaba que la noche estaba por caer, que las negras nubes qué cubrían el cielo eran una clara señal de lluvia y que no tenia un refugio, que estaba bastante lejos de la ciudad como para caminar hasta encontrar un lugar, lo que significaba qué seguramente debería dormir en algún arbol o conseguir alguna zanja, lo que me dejaba expuesta ante animales y otros depredadores.

Genial, increíble.

Escuché el sonido de las hojas secas crujiendo, por lo que supuse que no estaba sola, así que lleve de inmediato una mano a mi espalda, en donde las suaves flechas descansaban, el arco lo llevaba contra mi pecho, listo para atacar a esas extrañas criaturas qué azechaban y buscaban acabar con todo rastro de vida.

Uno de ellos salió frente a mi, no dude en atestar una flecha directo en su ojo, haciéndolo caer con un ruido un poco demasiado fuerte, lo que seguramente traería más de esos hacia mi, ya que en el completo silencio de la zona arboleda de lo que un día fue un parque ecológico se encontraban varios de ellos que habían creído qué alejándose de la ciudad iban a conseguir un refugio poderoso.

Las gotas de lluvia comenzaron a caer, alterando mis sentidos.

La lluvia hacia ruido, el ruido los alteraba, si hacia mucho ruido yo no podía diferenciar el ruido de la naturaleza con el ruido de aquellos seres incontrolables.

Así que entré en modo alerta.

Juraba escuchar movimientos por todos lados, así que comencé a dar pasos hacia una zona abierta para tener mejor visibilidad, estar de pie rodeada de árboles era una muy mala idea si quería mantenerme a salvo.

Di pasos errantes hacia donde había visto una caseta de vigilancia a mitad del camino, si todo salía bien, alcanzaría a llegar y podría resguardarme, aunque Odiaba la idea de meterme en esos lugares por que no sabría si al amanecer estaría rodeada de serás malignos.

Comencé a correr al sentirme perseguida, aunque sabía que claramente era mi sentido del oído alterado.

Hasta que choqué contra algo que me hizo caer al suelo, sentí un peso sobre mi y de inmediato lleve ambas manos en defensa hacia arriba, era un cuerpo humano.

Levante las piernas y empuje con fuerza, para descubrir un rostro masculino qué me observó con atención después de haberlo empujado y que cayera sentado, pero atrás de él había seres errantes qué se acercaban hacían nosotros con una lentitud sospechosa.

Así que saqué el arco de inmediato, dos flechas, dos criaturas en el suelo y su caída siendo oculta por el ruido de la lluvia a nuestro alrededor.

Él miró detrás suyo y no dudo en ponerse de pie al ver los cuerpos, de su espalda desenvaino una espada y cortó la cabeza de cuatro más con un mivimiento limpio, que pareció hasta rítmico, yo aproveche para ponerme en pie y atacar a los restantes qué estaban a sus espaldas mientras avanzabamos hacia un mismo lado, protegiendonos las espaldas.

one shorts de ZoroxRobin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora