one shorts de ZoroxRobin.

#76

Luffy miró asombrado la costa de la isla con una enorme sonrisa mientras sostenía su sombrero contra su cabeza con fuerza, una pequeña mano curiosa golpeaba su sombrero para que cayera pero él luchaba para dejarlo sobre su cabeza mientras evitaba que lo tomara.

Justo estaban en una esquina del puerto, en donde los barcos se preparaban llenos de luces e inflables para un desfile marítimo que al parecer era tradición de año nuevo en ese lugar, en donde cada treinta y uno de diciembre salían los barcos a pasear rodeando la isla lanzando fuegos artificiales para posteriormente hacer un desfile de carros alegóricos en donde lanzaban dulces y daban regalos a los pequeños de la isla.

Luffy bajó la mirada y sonrió al bebé que se sostenía de su chaleco con fuerza y miraba el agua con asombro y anhelo, era una réplica exacta de Zoro, el mismo cabello y los mismos ojos, incluso parecía ser idéntico al fruncir el ceño.

-¡Luffy! ¡Dame a mi hijo!- Escuche el grito del peliverde detrás de mi y me aleje del barandal del malecón para ver a Zoro acercarse a nosotros, me miró elevando una ceja.- Conociéndote eres capas de lanzarlo para subir a un barco.

Luffy comenzó a reír y se alejo de la orilla para darle a zoro el niño, quien al verlo abrió mucho los ojitos y se lanzó contra su pecho, Zoro sonrió un poco y se acercó a mí besando la cabeza del niño de forma divertida.

Ahí venían los dos hombres dueños de mi corazón.

Observé de uno a otro y me acerque para ser fundida en un gran abrazo y obtener un besito baboso en la mejilla, cortesía de mi pequeño hijo que se aferraba con fuerza a mi cuello con una mano y con la otra se aferraba al cuello de Zoro.

La mano del peliverde se poso en mi cintura y me pego un poco a él para besar mis labios, pero claro que no pudimos por que una mano golpeó su mejilla con fuerza y lo alejó un poco, Zoro rodó su único ojo sano y se alejo.

Dio varios pasos alejándose y eso desató una lluvia de llantos provenientes de la pequeña personita que se mantenía entre mis brazos, me reí por lo bajo observando de reojo como sus mejillas se encendían y de sus pequeños labios abiertos salían gritos desesperados, sus manitas se movían frenéticas hacia donde él había ido.

-¡Zoro! ¡Aquí reclaman tu atención!- Grité riendo antes de que mi hijo se quedara sin un pulmón, se dio la vuelta observando con las manos en la cadera en mi dirección, me encantaba como su personalidad se había moldeado a la situación y ahora siempre me sorprendía con gestos, cariños y alguna que otra tontería.

La vida había dado muchas vueltas a lo largo del tiempo, y si algún día me hubiesen dicho que yo, Nico Robin, estaría encantada de la idea de una familia pirata, una pareja y un hijo, estoy segura que en ese momento los borraba del mapa por osarse a ponerme en ese escenario tan fuera de lo que era mi realidad en ese entonces.

Y justo ahora sostenía entre mis brazos a Oliver - Gracias a Nami llamado así- quien contaba con diez meses de edad y estaba disfrutando sus primeras fiestas navideñas, cosa que a todos tenía vueltos locos, pues parecía ser una nueva festividad para todos.

Franky había desaparecido junto a Ussop hacia un par de horas, ya que iban a participar en el gran desfile marítimo y se habían llevado el barco a esconder para que no lo viéramos, la tarde caía suavemente y no faltaban más que un par de horas para que los eventos dieran inicio, así que aproveche que Zoro se acercaba para lanzar a sus brazos a Oliver, quien comenzó a reír a carcajadas cuando se sintió volar por unos segundos.

Claro que yo lanzaba a mi hijo con la seguridad de que su padre iba a alcanzarlo, jamás lo lanzaría sin estar segura que Zoro estaba consiente de la situación, y justo ahora hacia lo mismo que siempre que lo lanzaba, me miró fijamente con su único ojo entrecerrado.