one shorts de ZoroxRobin.

#47

-Joder, lo he atrasado demasiado.- zoro maldijo mirando su cabello en el espejo, los mechones verdes habían crecido tanto que le cubrían los ojos a y le dificultaban la visión el batalla, paso ambas manos por su crecido cabello intentando peinarlo pero no funcionó, frunció aún más el ceño y suspiro saliendo del baño.

Camino por el pasillo con calma y observó a Robin, sostenía una regadera y con calma regaba agua sobre las flores que se encontraban en cubierta, flores grandes y hermosas colocadas en grandes macetas que la morena se encargaba de cuidar.

Zoro pasaba constantemente por cortes de cabello y se ponía en las manos de chopper, jamás había dejado a nadie más cortar su cabello aún cuando sabía que Nami y Robin solían hacerlo también, justo en este momento se encontraban debatiendo si sería o no una buena idea el hecho de pedirle ayuda.

Sin darse cuenta se encontraba caminando hacia ella, quien se encontraba plenamente distraída ya que solamente eran ellos dos en el barco, Zoro la tomó del brazo con delicadeza para llamar su atención, Robin sonrió al verlo con la bandana fuera de su cabello, pues lo ayudaba a mantenerlo en su lugar.

-Es un bonito corte.- Dijo ella sonriendo y Zoro frunció solo un poco el ceño.

-Es molesto, me dificulta ver en batalla, ¿Crees que podrías arreglarlo?- preguntó mirándola con un poco de vergüenza, Robin sonrió encantada con la idea.

-Claro que puedo, solo dame unos minutos para preparar todo.- sonrió dejando la regadera en un pequeño banco y paso ambas manos por el cabello del peliverde.- realmente está muy suave, a simple vista da la sensación de ser un cabello muy grueso.- zoro desvío la mirada sintiendo el suave tacto de las manos de la morena sobre su cabello y contuvo las ganas de suspirar y cerrar los ojos para disfrutar un poco más el tacto.

Robin retiro las manos y sonrió aún más al ver el ligero sonrojo cubrir las mejillas del peliverde, quien se encontraba un poco avergonzado.

-Espera aquí, iré por las tijeras.- Dijo ella y Zoro asintió suspirando fuertemente al verla alejarse.

Zoro observo el camino por el que la morena desapareció y maldijo sintiendo el calor que sus mejillas desprendían, miró hacia la pequeña isla a la que todos habían bajado y luego miró por el pasillo, habían quedado solos cuidando del barco y eso era demasiado para él.

Jamás pudo comprender la sensación de calor que lo invadía cuando ella estaba alrededor, cuando la veía sentía su corazón latir como loco y sus piernas comenzar a flaquear un poco cuando sentía el suave tacto de sus manos en su piel, normalmente en su brazo cuando intentaba decirle algo, incluso los gritos cuando estaba siendo un dolor de culo y ella tenía que calmar las cosas.

Robin regreso con un pequeño estuche y una ligera sonrisa, Zoro la observo con fijeza hasta que llegó a él y señaló la silla.

-Siéntate y en unos minutos estarás listo.- le guiño un ojo y Zoro arrastro la silla, dejo la regadera sobre el suelo y él se acomodo sobre la misma, dando la espalda a la morena, quien sonrió complacida.

En silencio saco todas las cosas y con sus ágiles manos comenzó a dejar caer mechones de cabello color verde al suelo, Zoro se mantenía con los ojos cerrados y sumamente relajado, el tacto de ella lo hacía sentir el calma, así que decidio aprovechar el momento para relajarse y concentrarse en el momento.

Se encontraba tan relajado que no se dio cuenta cuando terminó de cortar su cabello y se dedicó solamente a acariciar su ahora corto cabello con delicadeza, Zoro se relajo y alargo un suspiro cuando la sintió bajar las manos hacia su rostro y terminar en sus mejillas.

-He terminado.- murmuró ella obligandolo a abrir su único ojo sano, Zoro se encontró con Robin frente a él a una distancia respetable.- ¿te parece bien así?- preguntó elevando un espejo y colocándolo frente al rostro del peliverde, quien se miró a sí mismo.

El corte estaba bien, no sabía como lo había hecho pero ella lo había dejado del largo perfecto, ese largo que solamente chopper le había hecho y que nunca le había comentado a nadie más, ¿que significaba eso?

Robin sonrió bajando el espejo poco a poco y sonrió aún más al ver la pequeña sonrisa amenazando en los labios de zoro.

-Perfecto, gracias.- Susurro mirándola a los ojos.- me iré a bañar para quitarme el cabello del cuello.- Zoro se puso de pie y en ese momento recibió un pequeño impacto en la espalda.

Zoro maldijo dando un par de pasos tambaleantes, Robin retrocedió un poco al verlo acercarse peligrosamente y el peliverde la tomó de la cintura para cubrirla de cualquier ataque.

Robin terminó sentada sobre las piernas de zoro, quien se había agachado hasta estar en cuclillas y la había escondido con su cuerpo, Robin podía sentir el corazón acelerado del peliverde contra su oreja, pues su cabeza estaba justo en el pecho de él.

Zoro se puso de pie de golpe buscando algún enemigo, pero se puso de pie sosteniendola entre sus brazos, Robin sonrió tocándole el hombro, Zoro bajo la mirada hacia ella.

-Creo que sería de más ayuda si me dejas regresar al suelo.- Susurro ella colocando una mano en el pecho de zoro para mantener un poco de distancia, el peliverde asintió sintiendo sus orejas calientes de tan grande sonrojo que tenía y la dejó en el suelo, Robin miró a su alrededor y Zoro también.

Ambos buscaban a un enemigo que parecía haberse esfumado en la nada, Zoro sintió la mano de Robin tomar su brazo y se giro un poco dudoso, ella se  acercó a su rostro y dejó un beso en su mejilla, cosa que hizo que zoro sintiera su rostro muy caliente.

Ella se separo y le guiño un ojo.

-Gracias por protegerme.- le sonrió un poco mientras tomaba las cosas y señalaba al pasillo.- Iré a dejar las cosas, tú deberías ir a bañarte, parece que quien sea que nos atacó, no lo volverá a hacer.

Zoro asintió un poco anonadado y vio a robin alejarse por el pasillo, la siguió con la mirada y luego sintió su pecho explotar con una sensación de adrenalina que solamente sentía en batalla.

Corrió detrás de ella y la encontro a punto de entrar al baño para guardar las cosas en su lugar, la tomó del brazo tomándola por sorpresa, la hizo girarse para enfrentarlo y luego la pego contra la pared, la caja con las cosas para el cabello cayó al suelo y Robin miró sorprendida como Zoro se acercaba a su rostro.

Sintió la calidez de una gran mano posandose en su cintura y pegandola contra el torso del peliverde, poco a poco una sonrisa traviesa comenzó a florecer en su rostro.

Robin llevo una mano al torso de zoro y poco a poco la subió hasta llegar a su cuello y atraerlo un poco más, hasta el punto en el que sus narices se rozaban.

Sus respiraciones se mezclaron y estuvieron a punto de unir sus labios hasta que escucharon ruido en cubierta, zoro se sobresalto separándose, pero Robin se acercó de golpe y sin previo aviso lo tomó del rostro y lo besó antes de tomar las cosas del suelo con varios pares de brazos extra y huir del lugar.

-¡Báñate con calma!- le gritó saliendo del pasillo y observando a Nami llegar junto a Ussop, quien sospechosamente  tenía manchas de pólvora en sus dedos y en el hombro.

Robin miró desde Ussop hacia Nami y recibió una sonrisa de malicia de su compañera, quien le guiño un ojo antes de sacarle la lengua y caminar hacia la cocina.

***
Se siente muy bien regresarrr