¡Harry Potter y Katekyo Hitman Reborn! 4 {finalizado}

Capítulo 34

Estimado Vongola & Co.,

Actualmente estoy en camino de torturarte y matarte.  Así que, en aras de las molestias, tenga preparados los preparativos del funeral en los próximos cinco segundos o será incinerado a mi llegada inmediata.

Atentamente,

Bermudas von Veckenschtein

"... No crees que él sabe que perdimos a Jager, ¿verdad?"

¡AUGE!

Tsuna apenas logró agarrarse del escritorio de su oficina para evitar plantarse en el piso de madera mientras toda la Mansión Vongola temblaba bajo las furiosas llamas nocturnas.

"..Lo tomaré como un sí..."

"¿Sigue ahí fuera?"

"Me temo que sí, Lord Bermuda."

Un profundo suspiro salió del ex-Night Arcobaleno mientras dejaba que su cabeza golpeara contra el pecho de Jager, "¿Crees que deberíamos solicitar una orden de restricción?"

"Honestamente", el Vindice de ojos dorados hizo una pausa en su intento de alisar el cabello rebelde de su Lord adolescente, "No tendría sentido ver que tendríamos que hacer cumplir la Orden. A menos que, por supuesto, la Mafia haya ganado de alguna manera Nuevos Ejecutores sin que lo sepamos.  "

En otras palabras;  Nunca sucedería.  Los dioses que fueran, lo odiaban demasiado como para permitirle un momento de locura.

Aunque Bermuda no podía verlo, una suave sonrisa apareció en el rostro de Jager mientras el otro se hundía más en su pecho, "Jager, ¿cómo matas a los dioses?"

"Convirtiéndote en Dios, Lord Bermuda. Entonces disfrutas de la satisfacción de ser capaz de asesinarlos en persona".

Tentador.

"¿Y cómo se convierte uno en Dios, Jager?"

"Ellos mueren."

Una suave risa abandonó a Vindice de ojos dorados mientras observaba a su señor desarrollar una contracción repentina.  "¡Esos bastardos!"  Un gruñido oscuro salió de la garganta del más joven mientras las manos se abrían y cerraban mientras un humo negro como llamas salían de sus ojos.

Para matar a los dioses, tenía que convertirse en un dios.

Para convertirse en Dios, tendría que hacer lo único que no podía hacer: morir.

Sabiendo su Suerte, los Dioses probablemente habían planeado todo de antemano para que él no pudiera ascender, aunque solo fuera para extrañarlos con sus propios intestinos. Y mucho menos entregarles su propia manera de Justicia Divina, tos, tos, tos.

"Sabe, Lord Bermuda, siempre podríamos intentar matar a su acosador".

Seguro, la Criatura probablemente escaparía como siempre lo hacía, pero ¿cuándo les había impedido intentarlo?

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Por un momento, todo lo que Bermuda pudo hacer fue mirar el periódico con ligera confusión.  Admitiría haber enviado la información del Creador de Lord Voldemort y los cargos de Dumbledore al Daily Prophet, pero ¿qué era eso de tentar a los niños y abusar de las cabras?