¡Harry Potter y Katekyo Hitman Reborn! 4 {finalizado}

Capítulo 3

Los días vuelan por donde tienden los tiempos perfectos, un borrón de alegría y risas y recuerdos dorados.

Harry se despierta temprano en su primer día de clases, cuando el cielo todavía está oscuro y el sol apenas se ha asomado por el horizonte.  Ella está en silencio y nerviosa durante todo el desayuno y la caminata fuera del recinto, y Kyoya naturalmente se da cuenta de esto, se detiene en seco y se gira para mirarla.

El silencio se prolonga y Harry finalmente desvía la mirada.  "Tengo miedo", susurra, un poco avergonzada por sentirse así, pero sus manos tienen mente propia y sus puños están tan apretados que sus uñas se clavan en las palmas de las manos.

"Todos son herbívoros", resopla Kyoya, "Encuéntrame durante el almuerzo".  No es realmente una persona reconfortante, pero Harry recibe el mensaje de todos modos.

No hay nada que temer.  Usted no está solo.

Una sonrisa curva sus labios, y cuando mira hacia arriba, tiene que correr para alcanzar a Kyoya.

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Kyoya la deja con una joven sonriente que aparentemente es su nueva maestra antes de irse hacia su propia clase.

Harry intenta despedirme, sálvame, regresa, vibras idiotas, pero él la ignora y desaparece por la esquina, dejándola con su maestra, quien se presenta como Yomi-sensei y la lleva por un pasillo hasta una puerta etiquetada como '1-1.  '.

La luz del sol entra a raudales por las ventanas, iluminando los escritorios vacíos.  Llega temprano, por lo que Yomi-sensei señala el escritorio asignado a Harry y le dice que tiene que estar sentada para cuando suene el timbre.  Harry se sienta y decide esperar en lugar de explorar;  sacando un libro que Kyoya le había empujado después de regresar de sus patrullas el día anterior.

Los pocos niños que ya están en clase no están sentados cerca de ella.  Harry no intenta iniciar una conversación, y tampoco hacen ningún movimiento para hacerse amigo de la chica obviamente extranjera.  Todos parecen conocerse ya, y ella no quiere entrometerse.

Los minutos pasan y los asientos vacíos comienzan a llenarse.  El parloteo se hace más fuerte y Harry comienza a entender por qué Kyoya está tan irritado con la idea de la escuela, lo que le obliga a reunirse con una gran cantidad de herbívoros.  La propia Harry disfruta de la soledad, aunque no tanto como él, y el ruido ya le resulta molesto.

Una vez que suena la campana, la clase se calma.  Harry se mantiene concentrado mientras Yomi-sensei pasa por varias reglas de la escuela y la clase - "por favor, llegue a tiempo a la clase y entregue todas sus tareas a tiempo" - pero justo cuando sensei comienza a presentarse, la puerta se abre y aparece un chico con pelo marrón esponjoso.  el cabello entra en la habitación.

Realmente tropezado.  Por nada en absoluto.  Harry mira desconcertado mientras el resto de la clase se echa a reír, e incluso Yomi-sensei niega con la cabeza y suspira.  "Sawada-kun, por favor toma asiento", dice, señalando el escritorio desocupado al lado de Harry.

El chico lloriquea hasta su asiento, y Harry se debate entre sentir pena por él y un dolor de cabeza inminente ante la idea de sentarse a su lado durante todo un año.

Una vez que está sentado, Yomi-sensei termina con su auto-presentación y gestos para que el primer niño continúe, lo que Aoyama Yousuke-kun, que ama los deportes y el mochi pero odia a udon, lo hace con gran aplomo.

Aoyama-kun es seguido por Azuma Riyo-chan, Chiba Mori-kun y una procesión de otros compañeros de clase que parecen amar una selección de animales, flores y deportes, pero odian la tarea, los insectos y, en un caso notable, las niñas, porque  tienen piojos!