¡Harry Potter y Katekyo Hitman Reborn! 4 {finalizado}

Capítulo 10

Harry, Skull, quería golpear su cabeza contra la mesa.

Repetidamente.

Preferiblemente hasta que lo mató.  Lo cual, con sus llamas y la forma en que la Muerte parecía odiarlo, tomaría mucho tiempo, pero ahora estaba bastante decidido.

Junto a él, Viper inclinó la cabeza ligeramente.  El hecho de que Skull los conociera tan bien hizo posible que él adivinara que la Niebla le estaba lanzando una mirada.

A su alrededor, nadie parecía darse cuenta de que el estado de ánimo de Skull se había desplomado más de lo habitual.  Reborn - Renato estaba coqueteando con Luce, mientras Lal hablaba con Viper de manera neutral.  Fon estaba mirando todo con una sonrisa serena, y Verde estaba garabateando algo en un papel, luciendo bastante aburrido.

Skull supuso que podría haber sido divertido, o entrañable, cómo este tipo de comportamiento se había convertido en un hábito para su grupo desigual.  Podría haberle recordado a su hogar, a su propia familia muy desiguales.

Sin embargo, con sus instintos todavía gritándole que algo andaba mal, que debería correr, correr, llevarse a todos con tu piel, luchar, protegerlos, protegerte a ti mismo, incluso después de casi un año de misiones, no pudo encontrar nada.  pero molesto.

Nadie, excepto él, parecía darse cuenta de que algo andaba mal.  Más de lo habitual.

"¿Cráneo?"  Viper preguntó con falso aburrimiento.

"Ahh, la Gran Calavera-sama está aburrida", le dijo a su amigo en rumano, con un tono quejumbroso que solo la Niebla sabía que era falso.  Se puso de pie, obteniendo algunas miradas, y agarró su archivo con el ceño fruncido, "¡El Gran Cráneo-sama tiene mejores cosas que hacer que quedarse aquí con gente que no aprecia su genialidad!"

"¿Oh?"  Renato - Reborn - dijo, un peligroso ronroneo, mirándolo, su arma ya en la mano.  Continuó en italiano.  "¿Qué dijiste, Lackey?"

Skull esquivó las balas que le llovían con un chillido de pánico fuerte y se agitó.  Lal frunció el ceño, pero no se molestó en decirle a Reborn que se detuviera, era un ejercicio inútil.  Luce parecía preocupada, pero tampoco hizo nada.  Skull apenas esquivó un disparo que lo hubiera golpeado en el hombro, lo que hizo que pareciera un accidente, ya que tropezó con sus propios pies y cayó de bruces.

"Inútil", resopló Renato en italiano, guardando su arma.

"Ah, Skull," intervino Luce, sonriendo gentilmente - como siempre - hablando en rumano para calmarlo, "¡Si vas, no te olvides de la misión!"

"El Gran Cráneo-sama estará allí", le aseguró Skull, haciendo una pausa de inmediato e ignorando la forma en que Renato ansiaba su arma de nuevo.  "¡Puedes contar conmigo para ayudarte!"

Él estalló en una risa desagradable, antes de 'ver' el arma que Renato le había apuntado una vez más.  Con un trago audible y obvio, y una seguridad tartamudeada de que no estaba sintiendo, huyó de la habitación lo más rápido que pudo.

Los disparos sonaron detrás de él, y casi saltó por las escaleras, corriendo aún más rápido en los pasillos hasta que estuvo afuera.  Una vez allí, agarró su casco, se lo puso rápidamente, y sin siquiera mirar detrás de él, encendió el motor de su bicicleta y se alejó a toda velocidad.

Solo una vez que estuvo a salvo lejos de la reunión de los siete más fuertes, permitió que su compostura cambiara a un ceño fruncido genuino, su postura relajada.

Que montón de idiotas.

Viper, de todos ellos, fue el único que no lo había descartado de inmediato como un "civil estúpido, débil e incompetente que jugaba a ser un pez gordo".