-Estoy aquí, contigo, por fin después de no se cuánto tiempo pero entre viajes lo sentí como una eternidad- hablo un poco molesta. -¿Por qué quieres qué me vaya ahora?- le pregunto.

-Te dije que te protegería, y eso trato de hacer- me responde viéndome a los ojos. -Necesitas alejarte de mí por el momento, si te encuentran cerca cabe la posibilidad de que nos alejen de nuevo, y no quiero que eso sucede, saber que estás aquí en el mismo lugar que yo hace que todo sea más fácil para seguir con lo que tengo planeado- añade.

-¿Has pensando en algo?- la interrogo un poco sorprendida. Digo, yo también he planeado cosas, pero nada conciso.

Poché suspira mirándome con una sonrisa.

-¿No escuchaste nada de lo qué te dije?- su ceja se levanta mientras muestra una sonrisa burlona en sus labios.

-¿De qué?- frunzo mis cejas sin entenderla.

-Te dije que tendría un plan, y que cuando nos volviéramos a encontrar podríamos solucionar esto porque confío en nosotras. Y ahora que nos volvemos a ver podemos comenzar a ponerlo en marcha- tardo unos segundos en procesarlo, pero cuando lo hago, un alivio se instala en mi corazón.

No dudo en sonreírle. Sí, todo esta bien. Todo esta yendo como lo dijo.

Mis brazos no tardan en dirigirse hasta su cuerpo y enredarlo mientras la pego a mí.

Sí, todo va bien. Pienso mientras no dejo de abrazarla con fuerza. Eres tú.

-Wow, tranquila- puedo escuchar su pequeña risa.

-Estoy muy feliz, eso es todo- me alejo de Poché con pesar mientras mi sonrisa no se borra de mi rostro.

-Yo también, pero ahora es mejor que te...- se detiene cuando vuelve a toser pero esta vez un poco más fuerte de lo normal.

-¿Poché?- le llamo mientras acaricio su espalda en círculos mientras no deja de toser con su mano cubriendo su boca.

-Estoy bien, creo que lo estoy- dice con dificultad al reponerse. -Regresando al tema, tenemos que salir rápido de aquí, aprovechar que todos están tan ocupados para escapar de esto maldito lugar- habla rápidamente. -Algo malo pasa entre más tiempo nos quedemos.

-Podemos irnos hoy mismo- digo sin dudarlo mientras la tomo de los hombros emocionada. No sé como, pero igual tenemos horas para pensarlo.

-N-no, yo... yo no puedo irme así sin más- sus ojos me evaden. -Ellas siguen aquí, no puedo dejarlas- agrega.

-Ellas no se irán de aquí- afirmo esperando que deseche esa idea.

-Pero no puedo dejarlas, Calle, entiendelo. Ellas no pueden quedarse al lado de ese sujeto- discute frunciendo su ceño.

-De El Profeta. De Benedict- menciono su nombre y Poché asiente restandole importancia.

-Me da igual como se hace llamar- chasquea la lengua. -Pero yo no puedo irme sin ellas, Calle. No soy capaz de dejarlas a su suerte aquí y muchos menos dejar a Jenesis- agrega desesperada.

-Poché, entiendelo, las he escuchado, se como adoran estar aquí, se que confían en El Profeta, las chicas lo que menos quieren es regresar al pueblo que les hizo daño- hablo tratando de que entre en razón y Poché niega con su cabeza incapaz de escucharme, así que tomo sus mejillas entre mis manos para que me vea la cara. -Hazme caso, las chicas no se moverán de aquí, ni aunque se lo digas tú lo harán- insisto.

Efecto Mariposa Onde histórias criam vida. Descubra agora