Punto Y Aparte #1

78. La boda. ( Capítulo final)

*Seis meses después de la operación*

- ¡Lía, no me lo puedo creer!- Dijo Sofía

- Yo tampoco, no sé cómo he podido terminar el vestido a tiempo- Dije sonriendo.

- Le queda genial, me encanta.

- Gracias Sof. Bueno, recuerda que tienes éste lazo aquí. Cuando estés harta de ir pisando el vestido me dices y te lo ato- Dije.

- Lía, no me creo que me vaya a casar- Dijo con nerviosismo Sofía.

- Y además con Alejo, todavía no entiendo cómo no salió corriendo hace tiempo- Dije riendo.

- Desgraciada...- Dijo mirándome mal.

- Estoy muy contenta por vosotros. No sabes lo feliz que me hacéis- Dije mirando a mi amiga através del espejo.

Las lágrimas se apoderaron de las dos. Nos quedamos en silencio mientras nos mirábamos la una a la otra.

- Algún día serás tú la que esté en este lugar- Dijo.

- Y tú estarás con una enorme barriga porque mis primer sobrino estará a punto de venir al mundo.

- Amén.

Las dos reímos.

Pegaron a la puerta y abrieron. Marga, la madre de Sofía apareció. Se quedó mirando a su hija con toda el amor que una madre puede tener, tras unos segundos mirándola, posó sus ojos en mí.

- Juan Pablo ya ha llegado, las esperan en el coche.- Dijo Marga.- Yo me tengo que ir ya para la iglesia, nos vemos allí. Y, ¿Sofía?

-¿Sí mamá?

- Estoy muy orgullosa de usted, ya le dije todo lo que tenía que decirle antes, pero quiero que sepa que la amo y que usted siempre será mi pequeña.- Dijo Marga sin poderse contener las lágrimas.

- Te amo mamá- Dijo Sofía en el mismo estado que su madre.

Me limité a mirar la escena con cariño. Su madre por fin se fue y nos quedamos solas.

-¿Estás lista Gremlin con vestido de novia?- Pregunté sonriendo.

- Así es, pequeña rosa con espinas- Dijo sonriendo.

- Me gusta eso.

- A mí lo de Gremlin no mucho, pero eres odiosa y buena con los motes- Dijo sonriendo. -Y Lía...

- Dime

- Disfruta de ésta noche como ninguna otra, te mereces toda la felicidad del mundo.

- Te prometo que lo haré

* Narra Juan Pablo*

Estaba fuera del coche esperando impaciente, me había tocado llevar a la novia a la iglesia y eso me llenaba de orgullo. Ésta noche sería especial para todos y yo estaba atacado.

Por fin se abrió la puerta de la casa de Sofía. Primero salió ella. El vestido le quedaba perfecto, era bastante pegado y sin mangas, creo que Lía llamaba a eso palabra de honor. Su pelo castaño estaba recogido atrás, pero lo llevaba suelto. Llevaba poco maquillaje pero se le veía hermosa.

Lo que vi luego, me dejó sin respiración. Salió Lía con un vestido largo de color rojo. El vestido tenía una gran raja a un lado de una de sus piernas, una raja que casi llegaba a su muslo. Y unn escote que dejaba a cualquiera sin aliento. Sus labios pintados del mismo color del vestido, sus ojos con sombras de colores claros que hacían que sus ojos castaños fueran todavía más bonitos. Ahí estaba la mujer de mi vida dejándome sin habla.