21.La Tercera Guerra Mundial

892 65 16
                                    

Me desperté, Martín seguía dormido. Me levanté de la cama y me vestí. Me puse una camiseta ancha y unos shorts.
-Lía, ¿qué hace levantada?- Me preguntó Martín adormilado.
- Pues no sé, la gente cuando se despierta se suele levantar- Dije riendo.
- Ven aquí conmigo- Dijo.
Me tumbé a su lado abrazándolo.
- Creo que deberíamos hablar, ¿no cree?- Dijo.
- Sí que deberíamos- Dije mirándolo.
-¿Se arrepiente de lo que pasó?- Me preguntó.
Me quedé pensando unos segundos. Realmente yo estaba más preocupada por si el estaba arrepentido.
-No me arrepiento de nada. Además empecé yo- Dije riendo.
- Yo tampoco me arrepiento- Dijo sonriendo- ¿Puedo besarte?
- No me vuelvas a preguntar, tonto, le quitas todo el romanticismo-Dije riendo.
-¿Quiere que sea romántico?-Preguntó divertido.
- Estaría bonito- Dije sonriendo.
Nos besamos durante unos minutos.
- Lía, todo esto es muy bonito, pero queda la parte más difícil- Dijo.
-¿Cuál?- Pregunté.
- Los chicos-Dijo.
- Oh Dios, es verdad- Dije con un poco de pánico.
- Podríamos esperar a ver a qué llega esto,¿no?- Dijo.
- Yo lo prefiero, Marto.- Dije.- Sé que va a ser un poco difícil mantenerlo en secreto, pero prefiero que se quede así por un tiempo.
.................
Martín venía a casa todas las mañanas a verme cuando Sofía se iba, obviamente ella no sabía nada. Normalmente Sofi siempre comía fuera de casa, así que aprovechábamos y Martín y yo comíamos juntos. Le dije a Sofi que me tenía que avisar si algún día venía a casa a comer, con la excusa de que si era así, tenía que hacer más cantidad. En realidad era para que no nos pillasen. Un día Sofía apareció sin avisar, era demasiado temprano. Casi nos pilla en todo nuestro esplendor, pero Martín se escondió rápido y Sofía se fue pronto. En realidad se nos hacía divertido tener que escondernos todo el tiempo.

- Simón habló con mi mamá y le dijo que yo estaba muy raro- Dijo Martín riendo mientras enredaba sus dedos en mi cabello.
- ¿Y qué contestó él?- Pregunté.
- Que seguramente estaría enrollado con alguien- Dijo- Bueno y que hablaría contigo para ver si sabías algo.
Me enderecé en la cama.
-¡Martín!- Dije con pánico.
- No empiece a agobiarse, por favor. Di que no sabe nada y ya está.- Dijo.
- Martín, pero no quiero mentirle, ya bastante duro se me hace no decírselo. Como se entere antes de que se lo digamos se va a enfadar mucho- Dije.
- Bueno si quiere podemos decírselo mañana, ya llevamos cerca de un mes y no sé, la cosa sigue igual.- Dijo.
-¿Quieres hacerlo formal ya?- Pregunté.
- A ver no le estoy diciendo de presentarle a toda mi familia- Dijo- Pero no sé, igual a nuestros amigos y padres... A ver si no está de acuerdo no.
Martín se veía muy nervioso. Me hacía gracia verle así. La verdad es que yo me sentía muy a gusto cuando estaba con él. Me hacía reír y me encantaba. En realidad todo de él me gustaba, incluso ya veía hasta adorable su unicejo. Desde el día que nos besamos por primera vez, Villa no había vuelto a mis pensamientos, y esto podía significar que realmente me estaba empezando a sentir algo de verdad por Martín. Obviamente estaba algo confundida, pero no tenía duda de que quería estar con él, seguir así.
- Sí es lo que quieres, también es lo que yo quiero.- Dije- Pero yo me esperaba que el momento de hacerlo oficial fuera algo más romántico. Un ramo de flores como mínimo.
Me aguanté la risa todo lo que pude. La cara de Martín era un poema, estaba decepcionado con él mismo.
No pude aguantar más, me reí a carcajadas.
- ¡Pero que mala!- Dijo Martín haciéndose el dolido.- Me lo había creído de verdad.
- Ay que me meo- Dije sin poder parar de reír.
Martín empezó a hacerme cosquillas. No podía parar de reír.
- ¡Para por favor!- Dije gritando.
- Paro porque tengo hambre, vamos a comer algo por favor- Dijo llevándose las manos a su estómago.
Bajamos las escaleras.
Entramos en el salón besándonos y riéndonos a la vez.
- Vaya, por fin se han dignado a bajar- Escuché la voz de Sofía detrás de mí.

Martín se había puesto blanco al ver lo que había delante de él. Me di la vuelta despacio, allí en el salón estaban todos nuestros amigos. Todos nos estaban mirando boquiabiertos. Simón nos miraba con ira.

-¿Ah pero no sabían que éstos dos llevan liados cerca de un mes?- Preguntó Sofi con ritintin.
-¡Lo has hecho aposta Sofía!- Le grité- ¡No tenías derecho!
-¿Y ustedes si tenían derecho a ocultarnos algo así?- Preguntó.
- Es nuestra vida Sofía, no la suya- Dijo Martín.

Isaza, Alejo, Villa y Simón miraban la escena atónitos.

- No me lo creo- Dijo Simón.-¿Un puto mes sin decir nada? ¿Y con mi hermano Lía? ¡¿No tenía a otra persona en el mundo para acostarse?!- Me gritó.- Estaba preocupado por ustedes, y mientras tanto vosotros os la pasabais, bueno no quiero ni pensar en lo que hacíais. ¿Y usted Martín? Sabe lo importante que es Lía para mí, podías respetar por una vez a mis amigas, sólo por una vez.

Se me llenaron los ojos de lágrimas. Simón se levantó y cuando estaba a punto de irse lo cogí del brazo.

-Suélteme. No quiero saber nada de ustedes dos- Dijoy se marchó.
-Pues yo no veo mal que estén juntos, y si nos lo han ocultado, igual es por algo- Dijo Villa de repente.
-Claro que no, ¿porque esto le viene a usted bien, verdad Villa?- Dijo Sofi de mala gana.

Villamil se quedó callado mirando al suelo. Martín lo miraba con recelo. Alejo no se podía creer lo que Sofía estaba haciendo y se quedó toda la pelea callado. Sabía que Alejo tenía muchas cosas que decirle, pero en ese momento no iba a decirle nada a Sofi.

- Sofía cállate- Dije con rabia.
- Así se la ha quitado de en medio, porque como es usted un maldito cobarde, no tuvo cojones para decirle lo que sentía por ella- Siguió Sofía señalándolo.
-¡Sofía!-Grité- ¡Estoy harta de ti! ¡Siempre vas haciendo o diciendo lo que te da la gana sin importar los sentimientos de los demás! Ésta vez te has pasado, ¿y sabes qué? Yo no pienso aguantar ni un segundo más a tu lado. Se acabó Sofía. Martín vámonos.
Cuando iba en dirección a mi habitación para coger ropa, Sofía me gritó.
- ¡Huye! ¡Que es lo único que sabe hacer, huir!

Punto Y Aparte #1Where stories live. Discover now