68. Angustia

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Bogotá
*narra Villa*

- No sea idiota, Isaza- Dije riendo- Esa frase no tiene sentido.
-¿Cómo que no?- Dijo Isaza- Un amor que se aguanta con sudor.
-¿No cree que es un poco asqueroso?- Dije sin parar de reír- Me niego a poner esa frase en una canción.

Abrí la puerta de casa mientras escuchaba a Isaza decir idioteces y yo reía. La risa se me quitó en cuando vi a mamá y papá sentados frente al televisor mientras mamá lloraba desconsoladamente. Los dos nos miraron.

- Juan Pablo, Juan Pablo- Empezó a decir mi madre con mucho nerviosismo.

Algo malo estaba pasando.

- Mamá tranquila, ¿Qué pasa?- Pregunté intentando mantener la calma.

Miré a Isaza y tenía la cara blanca. Estaba mirando la televisión. Mi padre no apartaba la mirada de la pantalla y mi madre la señaló para que mirara.

- Atentado terrorista en Múnich, se conoce que van 150 muertos y cientos de heridos.- Logré escuchar decir al periodista.
- Juan- Me llamó mi madre.
-¿Se- se sabe algo? Lía, Lía, Lía. ¿Y Simón?-Dije sin apartar la mirada de la pantalla.
- Deberíamos de ir a casa de los Vargas- Dijo Isaza.

Mi móvil sonó, era Sara.

- Sara por favor dígame que sabe algo de su hermana- Contesté el teléfono.
- Juan- Dijo entre sollozos- Mis padres no paran de llamar a la embajada, dicen que no saben nada. Por favor dime que sabéis algo de Simón.
- Voy para su casa, a-acabo de enterarme y...- Balbuceé.- Sara seguro que está bien.

Se escuchó cómo se sonaba la nariz.

- La llamo en cuanto llegue a casa de los Vargas, se lo prometo- Dije intentando calmarla.
- Está bien, te llamaré si tenemos noticias- Dijo.

Entonces lo siguiente que dijo, me dejó sin aliento.

- Villa... Ella me dijo que irían allí a cenar. Que habían reservado en un sitio de esa plaza...- Dijo y comenzó a llorar con fuerza.

Me quedé en silencio, me dió un fuerte dolor de pecho dejándome sin respiración. Traté de respirar pero era imposible, cada vez había menos aire en mis pulmones y las lágrimas habían empezado a brotar de mis ojos desde hacía un rato, sentí cómo Isaza me quitaba el teléfono y hablaba con Sara, mi madre intentaba tranquilizarme mientras decía mi nombre, mi padre me sujetaba para que no cayera al suelo. Un fuerte dolor de estómago vino a mí y empecé a vomitar con agustia.
...........................

Desperté en mi cama con un terrible dolor de cabeza. Vi a mamá derrotada a mi lado, creo que no se encontraba muy bien, se le veía cansada.
Entonces recordé lo que había sucedido y decidí salir lo más rápido posible de la cama, mamá me miró.

- Tengo que ir a casa de los Vagas- Anuncié.
- Acabo de hablar con Juana, han estado llamando a Simón y no les contesta. Les dice que está apagado o fuera de cobertura- Dijo tocándose la frente.
- Mamá, deberíamos de ir de todas formas. Debemos estar juntos- Dije.
- Está bien, voy a cambiarme- Dijo y se levantó con cansancio.- Llama a papá para que nos recoja, se fue allí en cuanto te dormiste.
...........................

- Mi niño, mi niño- Decía Juana con desesperación.
- Tranquila Juana, seguro que están bien- Dijo mi padre para tranquilizarla.
- Mamá, ¿por qué llora?- Preguntó Alicia la hermana de Simón.
- Porque mamá está malita pequeña, venga, vayamos a jugar un poco con Juan Pablo- Dijo Andrea llevándose a la niña a su habitación.

Sonó mi móvil. Sara.

- ¿Sabe algo ya?- Pregunté.
- Nada... En la embajada siguen sin darnos información. ¿Y vosotros?- Preguntó.
- Nada. El teléfono dice que está apagado o fuera de cobertura- Dije.
- El de Lía igual...- Dijo- Esto no pinta bien Villa.
- Tranquila, ya verá que están bien. Es Lía- Reí- Con lo terca que es seguro que está haciendo algo de lo que nadie es capaz.
- Vale, así sí que no me dejas tranquila- Dijo.
- Ya... Lo siento. ¿Sus padres cómo están?- Pregunté.
- Fatal, no paran de llamar a todos lados y no sé. Mamá se teme lo peor y.... ¡Joder!¡¿Por qué se tuvo que ir la imbécil!?- Dijo alterada.
- Bueno.... Yo....- Dije sin saber qué decir pero la culpa me consumía por dentro.
- No, Villa, yo no quería...- Dijo.
- No se preocupe- Dije amargamente.

Entonces se me ocurrió algo.

-¡Oigan! ¡David!- Grité.
- ¡Es cierto!- Dijo Isaza
- Papo, no tenemos el número de David- Dijo Martín.
- Pero ustedes vieron su Instagram, igual le podemos mandar un mensaje- Dije.
-¿Juan Pablo quién es David?- Dijo Sara.

Se me había olvidado que seguía al teléfono, menudo idiota.

-¿Lía no le habló de David?- Pregunté.
- No, si no, no te estaría preguntando- Dijo.
- Bueno, emm, esto, David es el...- Titubeé.
-¡¿Es quién?!- Gritó.

Todos me miraron con desaprobación, pero ya no había vuelta atrás.

- Es una especie de novio que Lía tiene- Espeté.
-¡¿Que qué?!- Volvió a gritar.
- Si, se conocieron allí y...- Empecé a decir.
-¿Pero y tú?¿Ésta tía es gilipollas o qué?- Dijo sin parar de gritar- Oh no, si mis padres desaprobaban lo vuestro, ahora se van a morir.
- Yo, pues también conocí a alguien aunque ya no estoy con ella, no lo sé Sara, todo es un lío y yo le hice prometer que si conocía a alguien saldría con él- Dije.
-En serio que no hay quién os entienda, sois idiotas- Dijo.
- Lo sé...- Dije.
- Bueno, este no es el momento para hablar de esto. ¿Sabéis su apellido o algo?- Dijo.
-¿Alguien sabe el apellido de David?- Pregunté.
- García, García Herrera- Dijo Isaza mirando en Instagram.
- De acuerdo, se lo diré a mis padres diciéndoles que es un amigos- Dijo- Ahora te llamo.
- Informan de que cinco hombres armados están atrincherados dentro de un bar con rehenes- Dijo el periodista.
-Ese era el bar donde estaban- Dijo Sara en un susurro que todavía no había colgado el teléfono.

Punto Y Aparte #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora