7.El superhéroe

1.1K 79 0
                                    

Cuando mi cabeza reaccionó, lo miré a los ojos. Su mirada reflejaba cariño y ternura, pero a la vez inquietud e inseguridad. Moví mi cabeza para poder darle un pequeño beso en la mejilla. Me aparté y le sonreí. Él se quedó inmóvil en el sitio. Miré a los lados en busca de Alejo, pero me topé con la mirada incrédula de Simón. Martín a su lado, nos miraba divertido. Decidí acercarme a ellos. Juan Pablo seguía sin moverse. Cuando llegué junto a Simón y Martín, los miré. Martín movió la cabeza de un lado para otro riendo y me dejó a solas con Simón para ir en busca de su amigo que seguía parado en el mismo sitio, pero ésta vez con la mirada clavada en mí. Alcé la mirada para ver a Simón, Él levantó una ceja. Yo me encogí de hombros. Martín y Villamil se iban acercando a nosotros, fue entonces cuando decidí ir a por otra copa. Decidí tomarme el Ron-Cola allí en la barra. Un chico alto y cachas se acercó a mí. Empezó a contarme que él iba todos los días al gimnasio y que cogía pesas de diez kilos. Qué pereza me estaba dando. Yo sólo asentía y sonreía. Tenía unas ganas tremendas de terminar mi copa para salir corriendo. No sabía cómo todavía no lo había salido por patas.
-¡Cariño pero si estás aquí!- Dijo mi salvador besándome en la mejilla.
-Sí mi vida, no te encontraba y decidí esperarte aquí- Le dije a casi metro noventa.
EL chico cachas se fue farfullando algo que no logré descifrar.
-No sabes cuánto te lo agradezco, Juan Pablo- Sonreí.
-No es nada, vi su cara de desesperación desde lejos y decidí venir- Dijo riendo, y ofreciéndome su mano- Nos vamos ya, son las tres y mañana tenemos que ir al estudio.
-¿Un sábado?- Pregunté.
-Tenemos que seguir componiendo.- Dijo encogiéndose de hombros.
..........

Íbamos todos en dirección al aparcamiento. No sé qué me pasaba pero el alcohol se me fue subiendo cada vez más, me encontraba mareada.
-¿Está bien?-Preguntó Martín con preocupación.
-Se le está subiendo- Dijo Sofi soltando una carcajada y poniendo su brazo al rededor de mi hombro.
Empecé a reirme hasta tal punto de tener que parar en mitad de la calle porque no podía andar y reírme a la vez. Sofía seguía riéndose junto a mí.
-Van fatal- Dijo Isaza riendo.
-¡Ni que tú fueses mejor, cabrón!- Dije todavía riéndome- Mira la cara de bobo que tienes, además ya estás enseñando los dientes de ardilla.
Él rió. Seguimos andando, estaba inestable y seguía riéndome por cada palabra que decía alguno de ellos. Villamil que ya estaba bien, decidió prestarme su brazo para poder andar mejor, pero en un momentó lo solté para hablar con Simón, tropecé y caí al suelo. En seguida Villamil se agachó para ver si estaba bien, yo tenía las manos puestas en la cara. Quité las manos y empecé a reírme otra vez a carcajadas. Todos me siguieron, menos Villamil que me miraba serio.
-Estoy bien, tranquilo- Le dije intentando levantarme.
Él me ayudó a hacerlo. Seguimos andando y por fin llegamos al coche.
-Me duelen los pies- Dije subiéndome al coche de casi metro noventa.
-Si se puso esos zapatos es normal- Respondió el susodicho sonriendo.
-¿Pero a que son bonitos?-Le respondí.
-Preciosos- Me dijo mirándome a los ojos.
Volvieron los colores a mí. Sofía y Alejo se miraron con coplicidad.
....................

Martín, Isaza y Simón se fueron juntos en un coche. Alejo, Villa, Sofi y yo en otro. Alejo dormiría esa noche en casa, y Villa vivía cerca nuestra.
Me quedé dormida.Cuando el coche paró, alguien me cogió en volandas, me llevó a mi cama, me quitó los zapatos y antes de irse depositó un beso en mi frente.
-Buenas noche Lía- Dijo Juan Pablo.
-Buenas noches metro noventa- Conseguí decir y volví a dormirme.

Punto Y Aparte #1Where stories live. Discover now