46.Es él

729 55 17
                                    

El encontrarnos allí con Daniela y Gabriela no sirvió para otra cosa nada más que para que me entraran más dudas y Juan Pablo y yo discutiéramos.
Las chicas estuvieron hablando cinco minutos con Juan Pablo, nada raro. Yo solamente me digné a mirar para otro lado y escuchar la conversación.
-¿Lía y usted cómo está?- Preguntó Gabriela.
- Estoy bastante bien, Gracias- Contesté.
- Bueno nosotras nos deberíamos de ir ya- Dijo Daniela.
- Que les vaya bien- Dijo Juan Pablo y se fueron.

Juan Pablo me miró, yo mantuve mi postura.

- Que situación más incómoda- Dijo Alejo.
- Y tanto- Espeté.
- Bueno ya se han ido- Dijo Juan Pablo y luego intentó darme un beso.
Quité la cara. Él suspiró.
..........................
Por fin llegamos a casa, Alejandro y Sofía se bajaron rápidamente del coche. Yo iba a hacerlo pero Juan no me dejó.

-¿Por qué me quitó la cara antes? ¿Qué le ocurre?- Preguntó.
- Ya te he dicho mil millones de veces que no me gusta que me des besos ni nada delante de la gente, una cosa es delante de nuestros amigos y otra muy diferente delante de personas desconocidas. Mira lo que nos pasó con Daniel- Dije molesta.
- Oh, perdón por mostrarle mi amor- Dijo enfadado.
-Ah que así muestras tu amor, pues la llevas clara- Dije.
- ¿Se está escuchando? En serio no entiendo nada- Dijo.
-Lo que yo no entiendo es qué narices ha pasado con tus dos ex novias allí.- Dije.
- Ah que es eso. No podía hacer otra cosa.¿Qué hago les digo que se vayan porque mi "no novia" se siente incómoda?- Preguntó.
- Ay mira qué bien te has aprendido lo de "no novia"- Dije con sorna.
- Pues es lo que me dice usted siempre. Mire ya que estamos echándonos cosas en cara, dígame por qué no me contó que había estado comprometida con Joan- Dijo.
-¿A qué viene eso ahora Juan?- Pregunté enfadada.
- A que estamos hablando de nuestros ex novios, por ejemplo. Y que eso es algo que me ha molestado- Dijo.-¿Cómo pudo seguir queriéndolo después de todo aquello?
-Pues porque a las personas no se les olvida en un día. Igual que tú volviste con Gabriela sin motivo alguno- Dije enfadada.

Esperé a que dijera algo.

-¿No vas a decir nada? Estupendo, para hablar con la pared me voy a mi casa- Dije.

Juan Pablo se quedó callado mirando hacia el frente, le había dado dónde le dolía. Lo miré durante unos segundos y cuando vi que no iba a decir nada, salí del coche pegando un portazo. Escuché cómo se arrancaba el motor a mis espaldas y cuando me di la vuelta, ya se había ido.

Entré en casa y subí a mi habitación sin decir nada a nadie, me cambié y me tumbé en la cama. Había sido una imbécil con Juan y eso lo sabía, pero la rabia y las dudas que había en mi interior me impedían ver más allá de ello.
......................
A la mañana siguiente me levanté con la decisión de ir a pedirle perdón. La almohada me había dicho la noche anterior que era una orgullosa y que por serlo, ya había perdido a Juan Pablo una vez. Qué sabias eran las almohadas.

Sabía que aquella mañana tenía que ir a la universidad así que le escribí a Isaza y le pregunté dónde me tenía que dirigir.

Llegué al lugar indicado, aparqué y esperé a que salieran. Según Isa les quedaban quince minutos todavía. Yo estaba frente a la puerta de la sala. El día era soleado, llevaba puesto unos vaqueros con una blusa de cuello alto blanca, una americana rosa palo y mis convers. Llevaba la melena suelta. Pasaron unas chicas y me miraron extrañadas. Al parecer todos por allí se conocían. Me puse a mirar mi teléfono. Hacía un mes que había vuelto a utilizar Instagram, cada vez tenía más y más seguidores. Obviamente casi todos eran fans de los chicos. Seguí a algunas cuentas que me hacían bastante gracia. Había tantos memes sobre los chicos... Incluso se habían atrevido a hacerlos de mí, me encantaban esas cosas.

De repente se abrió la puerta y fueron saliendo personas a montones. Casi todos se me quedaban mirando expectantes para saber a quién esperaba. Vi a Isaza salir y le sonreí. Se acercó a mí.

- Está hablando con el profesor- Dijo.
- Vale- Dije.
-¿Están bien? Juan Pablo tiene la misma mala cara que usted.¿Ha pasado algo?- Preguntó.
- Anoche tuvimos una discusión bastante fea- Dije suspirando.
-¿Por qué?- Preguntó.
- Nos encontramos a Daniela y Gabriela en el centro comercial- Dije encogiendo los hombros.
- Entiendo...- Dijo.
- No, lo peor no fue eso. Nos dijimos cosas el uno al otro que supongo que tarde o temprano iban a salir.- Dije.- Ahí viene.

Juan Pablo se quedó parado delante de la puerta, suspiró y se acercó a nosotros.

- Hola- Dijo triste.
- Hola- Dije.
- Bueno, yo me marcho. Los veo ésta tarde en el estudio- Dijo.
- Hasta luego bonito- Dije sonriendo.
- Adiós- Me dió un beso y se marchó.

Yo estaba apoyada en una barandilla, él frente a mí con la cabeza gacha.

- Juan, me pasé muchísimo diciéndote todo aquello- Dije.

No obtuve respuesta. Él seguía mirando para el suelo. Le cogí la mano y le levanté la cabeza.

- Juan, mi amor- Dije.- Lo siento en serio.

Me miró a los ojos.

- Yo también lo siento- Dijo y me abrazó.
- Jo en serio me he pasado muchísimo- Dije abrazándolo con fuerza.

Le cogí la cara y le besé en la mejilla.

- No me bese que pueden vernos- Dijo enarcando una ceja.
- Qué graciosillo eres- Dije entrecerrando los ojos y apartándome.
- Venga aquí, tonta- Dijo riendo y me rodeó la cintura con sus brazos.

Se escuchó a alguien toser detrás nuestra. Miré y vi a Simón sonriendo. Sonreí yo también y me aparté de Villa.

- Tienen a toda la universidad mirando acá- Dijo riendo.
- Malditos cotillas- Dije.
- Son unos chismosos, sí- Dijo Villamil.
- Sí tiene usted a todas las chicas babeando, es normal- Dijo Simón.
-¿Ah sí Villito?- Dije divertida.
- Eso no es cierto Simón- Dijo Villa.
-¿Qué no?¿Cuántas chicas le han pedido un café hoy?- Preguntó Simón.
-¿Cómo?- Dije.
- Simón cállese- Dijo Villa.
- No me voy a enfadar pero sí quiero saberlo, me divierte mucho esto- Dije sonriendo.
- Cuatro- dijo bajito.
-¿Qué?- Pregunté.
- Que cuatro fueron las que me pidieron un café.- Dijo avergonzado.
- No puede ser- Dije y solté una carcajada.
- A mí no me hace gracia- Dijo.
- Mi chico es un sex symbol- Dije riéndome.
- ¿Su chico?- Preguntaron Simón y Juan Pablo a la vez.
- Es una forma de decir- Dije con las mejillas coloradas.

Simón y Villa se miraron y empezaron a reír.

- No os riáis imbéciles- Dije cruzándome de brazos.
- Venga aquí, mi chica- Dijo Villamil riendo y me abrazó.
-¿Has visto a esa?Seguro que es la nueva novia- Dijo una chica pasando por nuestro lado a su amiga.

Miré a Villa.

- Vaya, soy la nueva novia- Dije riendo.
- Eso quisiera él, que fuese su novia- Dijo Simón riendo.
- Bueno Simón,¿No piensa dejarnos solos?- Preguntó Juan Pablo.
- Ay Juan, no seas tan borde- Dije.
- Es cierto, es cierto- Dijo Simón riendo nervioso.- Los veo luego.
- Adiós cariño- Dije.
- Adiós bonita, Papu.- Dijo y se fue.
- ¿Vamos al coche y comemos juntos?- Pregunté.
- Vale. Yo no me traje el mío,de hecho debía volver a casa con Juan- Dijo.
- Vale, llama a tu madre y dile que comes conmigo- Dije.
- Sí, ahora le escribo. De todas formas hoy no estaban en casa- Dijo.
- Vale- Dije.

Fuimos dando un paseo para el coche. Estaba claro que teníamos que acabar la conversación que empezamos, sé que estábamos bien pero un simple perdón no arreglaban las cosas.

Me agarré a el cual abuelita hace cuando no puede andar bien. Él se metió las manos en el bolsillo. Fuimos agarrados y callados hasta los aparcamientos.

- Hey Villamil, todavía está a tiempo de tomarse ese café conmigo- Dijo una chica de pelo rubio, alta y muy delgada.
- No puedo- Dijo Villa.
- Venga. Todos aquí saben que está soltero, no hace nada malo viniendo conmigo- Dijo la chica.
- Ya tengo pareja para hoy- Dijo y me señaló.

Yo estaba observando todo desde dentro del coche.

-¿Y mañana?- Preguntó insistente.
- Tendré la misma. Oiga en serio me halaga mucho, es usted muy bonita pero estoy enamorado de ésta chica y si saliera con usted estaría haciendo el imbécil- Dijo Juan Pablo y se metió en el coche.- Ya nos veremos por aquí.
- Vaya, pues usted se lo pierde- Dijo la chica y se fue indignada.
- Juan Pablo por Dios- Dije.
-No me diga nada, no sabía cómo quitármela de en medio y sólo diciéndole la verdad me iba a dejar en paz- Dijo.

Le cogí la cara y le di un beso en la comisura de los labios, ésta vez el beso duró más tiempo.

Punto Y Aparte #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora