9.ESTO NUNCA ES BUENA IDEA

1.2K 75 11
                                    

-Recuerdo el día en que conocí a los padres de Joan, aquel día fue un absoluto desastre. Mi queridísimo novio no avisó a su madre de mi intolerancia a la lactosa. Imagínate la que se formó. Yo me puse malísima. Su madre no paraba de pedirme disculpas y de regañar a Joan. Su padre me quería llevar al médico a que me hiciesen un lavado de estómago. -Iba diciendo mientras buscaba ropa en el armario.- En serio Simón no sé qué ponerme.
-Pero mujer, parece que está saliendo con alguno de nosotros y que es la comida familiar más importante, relájese. -Decía con voz calmada tras el teléfono.
-En serio parece una tontería, pero no lo es- Dije.
Sofía entró a mi habitación, obviamente sin pegar a la puerta ni nada. Ella decía que antes de que la invadiera era dueña absoluta de la casa.
-Venía a cogerte algo de ropa- Dijo Sofi- ¿Con quién hablas, con el amor de tu vida?
-Si el amor de su vida es Simón, entonces sí- Dijo SImón riendo.
-Vaya, últimamente han hecho mucha amistad ustedes dos, así que no me extrañaría- Rió mi amiga.
Puse los ojos en blanco.
-Sofía, me está volviendo loco. Ayúdela a escoger ropa por favor. Yo de eso no entiendo. Ella es una señorita y yo...- Dijo con desesperación.
-Vaya hombre, llego a saber que te iba a molestar tanto y no te llamo-Dije con tono enfadado, pero en realidad no lo estaba.Sabía que en mis momentos de histeria podía volver loco hasta al mismísimo Papa.
-No sea tonta, sabe que la amo. Pero yo de esto no entiendo.-Dijo con cariño.
-¿Por qué no se pone el vestido largo de lunares que confeccionó hace un par de años? A mí me encanta, ya le pedí que me hiciese uno. Por cierto todavía lo espero. Se pone los botines con un poco de tacón y ya.- Dijo Sofi.
-¡Buena idea Sofi!- Dije depositándole un pequeño beso en la mejilla- Te quiero en serio, coge todo lo que necesites de ropa. TODO.
-¡Genial!¿Ven ustedes que entre mujeres se las arreglan mejor?- Dijo Simón riendo.
Sofía y yo reímos al unísono.
-Chicas tengo un problema, mi mamá quiere que me ponga algo un poco más formal porque tenemos invitada "especial"- Dijo Simón -Creo que Lía hoy no es la única histérica.
-Ponte una camisa de esas raras tuyas, total ya estoy acostumbrada a verte -Dije entre risas y Sofi se unió.
-¿Raras?- Preguntó Simón- ¡Usted si que es rara!
Reí más fuerte.
- Bueno señoritas, las dejo, nos vemos al rato.- Dijo Simón y colgó el teléfono.
..........................
Para variar Sofía me había pedido que conduciese yo, no sé por qué le gustaba tan poco. A mí en cambio me encantaba. Llegamos a la finca un poco tarde. Sofi se había demorado un poco en arreglarse. Para colmo me había comprometido con la madre de Alejo para hacer gazpacho, y encima llevaba todos los ingredientes en el coche. Gracias a Dios el sitio no estaba tan lejos de casa. Sofi pegó a la puerta y nos abrió la madre de Alejo. Yo me quedé descargando las cosas del coche. Sofía entró a la finca sin ayudarme. Ella era demasiado "princesa" para cargar con las pesadas bolsas de tomates.
-¡Lía, pero mírate! ¡Está más guapa que la úlima vez que la vi! Y yo que pensaba que eso era imposible.-Dijo
-Qué exagerada eres. Hola mamá Po-Dije riendo mientras cerraba el coche y luego le di un abrazo.
.............
Cuando Alejo viajaba a España a ver a Sofi, muchas veces sus padres lo acompañaban y se quedaban por allí de vacaciones. YO ya los conocía desde hacía tres años y eran majísimos y los quería muchísimo . Incluso una vez que viajaron a Málaga, les presenté a mis padres. Mamá Po y Papá Po, así es como yo les llamaba, eran las personas más maravillosas y cariñosas del mundo, se preocupaban por todo e incluso Mamá Po, me llamaba una vez cada ds semanas para saber cómo me iba todo. Alejandro había salido a ellos y por eso eramos tan buenos amigos
...........
Ella rió también.
-Sabe que no lo soy, ¿cómo está? Quería haberla visto antes, pero Alejandro me pidió que esperara un rato. Ya sabe cómo se preocupa por usted.-Dijo- Espere, no cargue con eso, le digo a alguno de los chicos que le ayuden.
-Oh, no hace falta. puedo sola, en serio- Dije, pero antes de que pudiese terminar la frase ya había llamado a Martín.
-¡Hola Lía!-Dijo saliendo Martín por la puerta, se acercó y me besó en la mejilla. Acto seguido me miró de arriba abajo- Hoy se ve hermosa.
Me guiñó un ojo y acto seguido los colores volvieron a mis mejillas. Martín sonrió, cogió las cosas y entramos.

Punto Y Aparte #1Место, где живут истории. Откройте их для себя