24.Errores sin excusas

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*Narra Villamil*

Había quedado con Simón, necesitaba hablar con él. Llevaba días sin dormir. Ella no se iba de mi cabeza y yo ya la había perdido. Estaba sentado en un rincón en la cafetería Bourbon. Para variar estaba lloviendo, pero hoy lo hacía con más intensidad que de costumbre. Simón llegaba tarde, por lo cual ya me había pedido un café doble, necesitaba cafeína para poder espabilarme.
- Perdón por la tardanza- Dijo Simón sentándose en frente de mí.- Había muchísimo tráfico.
- No se preocupe- Dije.
- Tiene mala cara- Dijo
- Llevo noches sin dormir- Dije.
- ¿Qué le ocurre?- Preguntó.
- Estoy hecho un lío, Simón- Contesté.
- Oh no, Juan Pablo dime que no es por Gabriela y Lía.
- ¿Qué va a tomar?- Nos interrumpió la camarera.
- Una cola por favor.- Contestó Simón.
- Sí es por ellas- Dije cuando la camarera de fue.
- ¿Pero le ha pasado algo con Gabriela?- Preguntó.
- No no ha pasado nada, de hecho creo que estamos mejor que nunca, pero no sé Simón.- Dije.
- Vamos a ver Villa, ¿usted es idiota? Perdió la oportunidad con Lía y ahora ella está con Martín.- Dijo.
- Lo sé, me arrepiento cada día que pasa, pero me asusté tanto... Entonces fue cuando me habló Gabriela y preferí ir por el camino fácil.- Dije.
-¿Pero por qué se asustó?- Preguntó Simón.
- Porque Lía me hacía sentir de una forma diferente a la que siempre me he sentido con otras mujeres. Me dormía pensando en ella y me despertaba de la misma forma. Y cuando vi que ella podía sentir lo mismo que yo, me acobardé. Fui un idiota y para colmo le hice daño.- Dije.
- Usted está enamorado hasta las trancas. A ver ésta es una situación muy complicada. Pienso que no debería de hacer nada al respecto, bueno quizá hablar con Gabriela y decirle la verdad.- Dijo Simón con la mano en la nuca.- Y conforme a Lía,tiene que dejarla ir y asumir que ahora está con tu amigo. Ninguno de los dos se merece que se meta en medio, y menos después de la que se lió, ahora son felices los dos. Lo veo tanto en ella como en él y sabe que Lía se merece la felicidad por una vez después de todo lo que ha pasado.
- Conforme a Gabriela, no sé qué hacer. Pienso que lo que tengo que hacer es dejarla. Y Tiene razón, ni Lía ni Martín se merece nada de ésto, y menos Lía, ya le hice bastante daño en su día...- Dije.
- Pienso que es lo mejor que puede hacer, mantenerse al margen. Y sobretodo haga lo de Gabriela, no se merece que la engañe aunque le hiciese lo que le hizo.- Dijo Simón.- Vaya mira quién acaba de entrar en la cafetería, qué oportuno.

Me giré y vi a Martín y Lía cogidos de la mano. Nos vieron y se acercaron.

-Hola parces, no sabía que estaban de cita romántica- Dijo Martín riendo.
- Hola guapísimos- Dijo Lía y acto seguido nos besó en la mejilla a cada uno.
-¿Qué hacéis por aquí? -Pregunté.
- Pues según Martín, lo mismo que vosotros- Dijo Lía en tono de burla.- A Martín le apetecía un café y yo pues como no quería escucharlo acepté.

Se rió después de aquello. Lía tenía la risa más escandalosa del mundo, pero era preciosa, de hecho todo de ella era precioso. Tenía una dentadura perfecta, unos ojos de color miel que cualquiera se derritiría en ellos. No tenía el cuerpo de una chica de esas de anuncios, pero a mí me encantaba cada parte de él. Me encantaba la cicatriz que tenía en la mano que se hizo cuando tenía ocho años al no abrocharse una zapatilla, aquel lunar que tenía cerca del pecho o el del dedo meñique de la mano derecha.

-Villaco, ¿en qué piensa? Se ha quedado embobado- Dijo Lía sonriendo- Seguro que es en Gabriela, ¿eh?
- Creo que voy a dejarla- Dije de repente.

Pensé que eso me lo podía haber ahorrado.

-Vaya ¿y eso?- Me preguntó Lía.
- No están muy bien- Dijo Simón salvándome.
- Ay lo siento Villa- Dijo Lía con pena.

Martín había ido a por sus bebidas antes de que dijera lo de Gabriela y llamó a Lía desde lo lejos.

-Bueno tengo que dejaros, Villa ya hablaremos y ánimo, corazón.- Dijo y después de esto se marchó.

Lía y Martín llevaban ya tres meses saliendo y en dos semanas nos íbamos de gira por México y obviamente Lía iba con nosotros, iba a ser difícil vivir en la misma casa que aquella pareja, pero yo me lo había buscado...

Punto Y Aparte #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora