15.DOLOR

1K 68 7
                                    

Intenté abrir los ojos, pero no pude. La cabeza me iba a estallar.
-Auch- Me quejé.
Poco a poco pude abrir los ojos.
- Hola preciosa- Dijo bajito.
Miré hacia el lado y allí estaba Villamil.
- Hola- dije en el mismo tono- me duele mucho la cabeza y el brazo.
Toqué mi cabeza y la tenía vendada y en el brazo tenía una escayola. Sabía perfectamente qué había pasado antes de haberme "dormido".
-Es normal. No se toque, le han echado puntos.-Dijo.
- Dime por favor que no me han rapado la cabeza.- Dije angustiada.
Juan Pablo rió.
-Tranquilícese, sólo le han rapado media.- Dijo sonriendo.
-Eso ya no está de moda, pero me conformo- Sonreí. - ¿Tú cómo estás? Menudo mal rato te habré hecho pasar,¿no?Lo siento, debí hacerte caso.
- Mucho. Pero oye, no me importa. Lo bueno es que está bien, ¿sí? Al rato vendrá la policía a hacerle unas preguntas, ¿de acuerdo?
- Está bien- dije.
Le cogí la mano y él la apretó con suavidad. Volví a dormirme.
..............
-¿Cómo está?- Dijo Isaza.
-Está bien, hace rato despertó y se volvió a dormir.- Contestó Villamil.
-¿Y usted?- Preguntó Simón.
-Yo bien- Dijo Juan Pablo.
Abrí los ojos otra vez.
-Callaos, malditos- Dije sonriendo.
- Sí que está bien- Dijo Martín riendo.
- Ven aquí y dame un beso,idiota.- Dije riendo.
Martín se acercó sonriendo.
- Es increíble.- Dijo Martín.
-¿El qué?- Preguntó Isaza.
- Que siga estando guapa incluso con esa cosa en la cabeza- Dijo y luego besó mi mejilla.
- Definitivamente eres idiota- Reí.
- Oye Juan Pablo, debería irse a casa a descansar esta noche. Yo me puedo quedar.- Dijo Isaza.
- No. Yo me quedo- Dijo Villa.
- Debería de ir a casa, sí. Va a acabar enfermando, niño.- Dijo Clemencia entrando en la habitación.
- Hola mamá- Dijo Villa.
-Hola a todos.-Respondió.
Se acercó a mí y me besó en la mejilla, su marido hizo el mismo gesto.
-¿Cómo está Lía?- Me preguntó Mauricio.
- Bien, bien. Acabo de despertarme. Lo único que me apetece es dormir.- Contesté.
- Eso es normal.- Dijo Clemencia.-¿Habló ya con sus padres?
- Hablé yo. Le pedí a Sofía que me diese su número.- Dijo Juan Pablo.
-¿Que Sofía y mis padres saben que estoy aquí? Oh Dios mío, se habrá montado una buena.¿Mis padres qué han dicho? Y espera, ¡¿has hablado con mis padres?!- Dije.
Juan Pablo rió.
- Tus padres que los tenga informados todo el tiempo. De hecho la primera vez que despertó, cuando usted volvió a dormir, los llamé. No sabían qué hacer, querían coger un avión y venir.
- Le habrás dicho que no vengan, ¿no?- Dije.- Están locos, que no tienen dinero, macho.
- Les dije que el médico me había dicho que en dos días como mucho le darían el alta, así que... - Dijo pensativo.
- ¿Y Alejo? Madre mía, ya sí que no me van a dejar sola nunca más- Dije.
- Vuelven mañana temprano. No han podido encontrar vuelo antes. Estaban bastante preocupados, sobretodo Alejo.- Dijo Isaza.
- Lía, voy a ir a comprarle algunas cosillas para que esté más cómoda. Ese camisón es horrible y hasta que no vuelva Sofía no podemos entrar en su casa.- Dijo Clemencia.
-Ay no, por dios. No se preocupe.- Dije.
- Bueno ya le traeré lo que me parezca.- Dijo.
- Por favor Clemencia, no se moleste.- Rogué.
- Me da igual lo que diga. Por cierto, ¿al final quién se va a quedar?- Preguntó.
- Yo- Contestó Villamil.
- Mira que es cabezón- Dijo Simón.
- Juan Pablo, tiene que descansar- Dijo Martín.
- Ya descansaré aquí- Dijo.
- No. Tú coges y te vas con tus padres. A cabezona no me gana nadie y yo no quiero que pases otra noche aquí. Yo estoy bien e Isa se puede quedar. Y como no te vayas te rompo la escayola en la cabeza.- Dije.
- Seguiré diciendo toda mi vida que esta chica me cae genial- Dijo Clemencia riendo.
Yo sonreí.
- Me voy a casa, pero mañana a primera hora estoy aquí.- Dijo.
- Trato hecho- Dije.
..............
Antes de que se fueran, vino la policía a hablar conmigo. Les dije lo que pasó. Que me golpearon por detrás y que no vi nada. Me dijeron que la persona que hizo aquello se había entregado ella misma. Que era un ladrón de pacotilla que se había asustado. Ni si quiera se llegó a llevar nada de la casa. Me quedé más tranquila. Hubo un momento en el que me creí que había sido Joan que se había vuelto loco y había venido hasta aquí, pero eso era algo surrealista.
Cuando la policía se fue, Isaza y yo nos quedamos solos. Yo había llamado a mis padres y luego a Sofía.
- Oye Isa, el otro día dijiste que querías contarme algo y al final no lo hiciste- Dije.
- Ah, sí.- Dijo-Pero no creo que sea el momento.
- Tenemos toda la noche para hablar- Dije.- Y además, me aburro.
- Está bien. Pero tiene que jurarme que no se lo va a decir a nadie. - Me dijo.
- Soy una tumba.
- Verá, creo que me gusta una chica- Soltó nervioso.
- Isaza me halagas...- Dije y luego reí.
Él se quedó callado.
- Isa, que sé que es Andrea.
-¿Qué? ¿Cómo sabe? Juro que si se lo ha dicho Juan Pablo lo mato. Con razón me dijo que hablara con usted.
- Espera...¿qué? ¿Por qué te ha dicho que hables conmigo? Y tranquilo que he sido yo solita la que me he dado cuenta.
- Ah, vale.No sé, supongo que porque no sabe qué consejo darme ya. Llevo mucho tiempo detrás de ella y no sé qué hacer.- Dijo con tristeza.
- ¿Los hombres sois tontos u os lo hacéis?- Dije.
-¿Qué?- Preguntó Isaza.
-¿En serio no te has dado cuenta de cómo te mira Andrea? Si se le nota a leguas.
-No
- Pues tiene una mirada de enamorada que se la pisa- Dije.- No pierdas el tiempo y pídele salir, cazurro.
- ¿Usted cree que deba hacer eso? ¿Y qué es cazurro?-Pregutó
- Claro que sí. Mira escríbele ahora diciéndole que si le apetece tomar algo contigo mañana. Y cazurro es como bruto, burro.

Juan Pablo hizo lo que le dijo. Para su sorpresa, pero no para la mía, Andrea le dijo que sí.
- Celestina me llaman. No, es mentira - Dije riendo.
................
La noche la pasé bastante bien e Isaza durmió como un tronco. Qué manera de dormir dónde fuese, pero supongo que estaría acostumbrado a dormir en lugares incómodos.
Al día siguiente me dieron el alta. Sofía y yo decidimos dormir en casas ajenas hasta que se nos pasara el susto del cuerpo. Ella dormía en casa de Andrea y yo dormía en casa de Alejo. Sus padres me trataban como a una hija más así que no tuve problemas. Estuvieron muy pendientes de mí.
A la semana volvimos a casa. Pusimos muchísimas alarmas y cámaras por todos lados. También cambiamos la cerradura de casa.
............
- Pegaron a la puerta- Dijo Simón.
- Abro yo- Dijo Villamil dirigiéndose a la puerta.
- Vale. Ay Martín, para. Haciéndome cosquillas no vas a conseguir ganarme a las cartas.- Dije riendo a carcajadas.
Juan Pablo abrió la puerta.
- Hola, ¿podría hablar con Lía, por favor? ¿Vive aquí, verdad? - Se escuchó a una voz masculina.
Me acerqué a la puerta al escuchar aquello. Las cartas que llevaba en la mano se me cayeron al ver a la persona que estaba en la puerta. Justo Alejo llegaba a casa con Sofía.
- ¿Qué hace aquí? ¡Lárguese ahora mismo!- Gritó Alejo.
Yo estaba inmóvil. Juan Pablo no tenía ni idea de qué estaba pasando.
- He venido a hablar con ella- Dijo aquel hombre.
- ¿Qué coño haces aquí Joan?- Dije con toda la rabia que tenía dentro.

Punto Y Aparte #1Where stories live. Discover now