55. Málaga parte 2: el pasado nos persigue para siempre

1K 54 13
                                    

Estos días he estado pensando en algo y es que los escritores seguramente saquen de alguna experiencia de sus vidas alguna página del libro que escriben. Por ejemplo en el Principito se supone que su escritor, Antoine de Saint-Exupery , escribe ese libro porque tiene un accidente y llega a parar a un desierto  y allí es donde transcurre la historia. No os voy a decir que todo lo que un escritor escribe es cierto, porque no lo es. Ojalá Villa me quisiera de la manera que quiere a Lía,¿No? Sólo digo que igual sí que hubo un Joan o un Pablo en mi vida, quizá sí hay un Raúl ( hoy conoceréis a éste personaje). Es algo raro pero que a la vez permite que sea más fácil describir situaciones o personas. Después de ésta reflexión, que realmente no sé por qué la pongo precisamente en este capítulo, o quizá sí lo sé pero no quiero admitirlo, quiero pediros perdón por éste capítulo que sinceramente creo que es un poco duro, os lo aviso de antemano. Sin más dilación gracias por leerme. Os adoro.
Patricia.
........................

*Narra Villa*

Desperté por los rayos de luz que entraban por la ventana. Abrí los ojos y vi a Lía trabajando, para variar. Miré la hora y eran las seis de la mañana.
Suspiré y ella me miró.

-¿Te he despertado?- Preguntó.
-No- Dije molesto.
-¿Qué bicho te ha picado?- Preguntó.
- ¿Por qué no puede descansar?¿Tan importante es coser un maldito botón?¡Son las seis de la mañana! Siempre igual, siempre igual- Alcé la voz enfadado.
- Mira lo que me hace falta es que vengas tú aquí a decirme lo que tengo que hacer a la hora que a tí te venga bien- Dijo enfadada.- Además para tu información acabo de terminar.
- Muy bien, a ver si ya se queda tranquila de una puta vez- Dije.
- Mira Juan, mejor me voy porque lo único de lo que me están entrando ganas es de tirarte de la cama de una patada en la boca- Dijo levantándose de la silla y se fue de la habitación.

La verdad es que me había pasado muchísimo con ella, pero me sacaba de quicio que no parara de trabajar ni cuando estábamos de "vacaciones". Me quedé en la cama durante un rato pensando en lo estúpido que había sido. Me levanté y salí al salón, todos seguían dormidos y Lía no se veía por ningún lado. Me asomé a la terraza y vi que estaba sentada en un banco del paseo marítimo, decidí ponerme unas bermudas y una camiseta y bajar con ella.

- Lía- Dije apareciendo por detrás.
-¿Ya estás de mejor humor?- Preguntó sin mirarme.
- Lo siento, he sido un idiota- Me disculpé.
- La verdad es que con idiota te has quedado corto- Dijo.

Me puse delante de ella agachándome para estar a "su altura". La miré a los ojos, realmente estaba enojada.

- Lía lo siento pero es que me saca de quicio que trabaje tanto y para colmo no deja que nadie le ayude. Se la pasa el día entero trabajando y no se dedica tiempo para sí misma y me preocupa que pueda llegar a enfermar o yo que sé- Dije con calma.

Suspiró y me miró.

- Te juro que en lo que quede de viaje no voy a trabajar- Dijo mirándome- Pero no me vuelvas a hablar así viejo pendejo.
- Ya estamos con el nuevo insulto- Dije rodando los ojos.
- Es que lo eres- Dijo- No tengo culpa de que el insulto te venga tan bien.
- Perdone joven, pero nos llevamos únicamente cuatro meses y quince días así que no soy tan viejo- Dije orgulloso.
-¿En serio lo has contado?- Dijo haciendo una mueca muy graciosa.
- Tengo hecha la cuenta hasta desde cuándo nos conocimos- Dije sonriendo.
-Mentira- Dijo abriendo mucho los ojos.
- No es cierto, se lo puedo hacer en dos minutos pero no lo tengo contado- Dije riendo.
- Jo, pues hubiera sido muy bonito que lo hubieras hecho- Dijo decepcionada.
- Déjeme ver. Usted nos vio un veintidós de noviembre y estamos casi en septiembre. Pues hace exactamente dos años, nueve meses y seis días- Dije sonriendo.
- Te juro que odio las matemáticas pero hechas por tí y con esas fechas tan bonitas, me encantan- Dijo y me dió un beso en la frente.

Punto Y Aparte #1Where stories live. Discover now