47.Intensos

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-¿Lo lleváis todo? ¿Cepillo de dientes, ropa interior, ropa para cambiaros, perfume, gel fijador?-Pregunté yendo de un lado para otro.
-¿Por qué se mueve tanto siempre cuando está nerviosa?- Le preguntó Isaza a Juan Pablo y a Martín.
- Nunca he entendido por qué hace eso- Dijo Martín.
- Y lo peor es que si se le habla no escucha, sólo si se le grita.- Dijo Juan pablo.
- Lía- Dijo Isaza.

Yo seguía dando vueltas de un lado para otro repasando la lista de memoria.

- Llevo la libreta, la ropa, el pasaporte. No entiendo por qué me hace falta pasaporte si soy española. Llevo el carnet de identidad, también llevo el recorrido que tenemos que hacer por carretera. Creo que allí nos espera Baños y esa chica, ¿cómo se llamaba? Ah sí, Make. Igual no les caigo bien, bueno eso es otro tema. También llevo el cargador, lo auriculares.- Iba diciéndome a mí misma mientras andaba.

- ¡Lía!- Gritó Simón.
-¿Qué? ¿Qué?- Dije nerviosa.
- Parece una loca, pare de dar vueltas y de hablar sola- Dijo y volvió a hablar por teléfono.
-¿Lo ven?- Dijo Juan Pablo riéndose.
-Dejad de reíros de mí- Les dije.
- Reconozca que es usted un poco rara- Dijo Isaza.
-Sí, ¿y qué?- Dije- Lo "normal" es aburrido.
- Desde luego con usted nunca se aburre uno- Dijo Juan Pablo sonriendo.
- Pues dejad de quejaros.-Dije.
-¿Quién nos recoge?- Pregunté.
- Pedro- Contestó Martín.
-¿Qué Pedro?- Pregunté.
- Baños- Dijo Isaza.
-¿Es buena persona? ¿Le caeré bien?- Pregunté.
- Usted es imposible que le caiga mal a nadie, no se preocupe- Dijo Juan Pablo.
- Eso no es cierto, seguro a la rubia aquella de la u no le caí bien- Dije.
- Pero esa chica está celosa de usted, eso es diferente- Dijo Martín.
- ¿Qué hablas?- Pregunté- ¿Por qué iba a estar celosa?
- Pues porque Villamil le rechazó y le dijo que estaba enamorado de usted, por ejemplo- Dijo Isaza riendo.- Una cosa le digo, yo que usted no volvería a la universidad. Esa chica tiene muy mala actitud.
-Qué bien, encima con miedo tengo que ir por la vida- Dije.
.........................
- Oigan tenemos un problema-Dijo Isaza una vez entramos al apartamento de Madrid.
- Ya sé que el problema soy yo. Así que he hablado con Simón y voy a dormir con el hasta la semana que viene que venga Nath. Ya después veremos.- Dije.
- Lo hablamos en el avión con Papo- Dijo Simón.- Seguramente cuando venga dormirá con él.
- De todas formas os pido que alguno de los dos me deje hueco en el armario- Dije.
- Yo no traigo mucha ropa- Dijo Juan Pablo.
- Claro, porque la traigo yo toda.- Dije- He hecho una maleta gigante sólo con ropa vuestra. Por cierto necesito que os probéis unas cosas que os he confeccionado.

- Esa es la habitación, ya puede ordenar lo que necesite, ahora iré yo- Dijo Juan Pablo.

Me dispuse a sacar la ropa que sabía que no nos teníamos que llevar en ninguno de los viajes. Cómo siempre me tiré al suelo a ordenarlo todo. Isaza asomó la cabeza por la puerta.

-¿Qué pasa Isa?- Pregunté.
-¿Puedo hablar con usted?- Preguntó.
- Claro, entra y cierra la puerta- Dije.

Hizo caso a lo que dije y se sentó a mi lado.

-¿Qué pasa? Cuéntame.- Dije
- ¿Cree que dormir con Villamil es la mejor opción?- Preguntó.
- Era eso o dormir en el sofá, cosa que no me permitiría y acabaría durmiendo él- Dije.
- Lía, puede dormir conmigo- Dijo.
-Ya lo sé pero cuando venga Andrea estamos en las mismas y con Martín no voy a dormir- Dije- Además tú roncas mucho.

Sonreí y lo miré. Seguía con la misma cara de preocupación con la que entró.

- A ver Isa, para mí no es lo más cómodo. De hecho prefiero dormir entre Nath y Simón pero eso no se puede hacer. Creo que esto puede acarrear tres cosas. Una que nos llevemos súper mal y que nos matemos vivos. Dos, que al convivir juntos nos unamos más. O tres que piense que he cambiado de opinión y haga algo, cosa que dudo porque me respeta demasiado.- Dije.
- Vale, sí a usted no le preocupa me quedo tranquilo.
- Claro que me preocupa, pero prefiero quitarle importancia. De todas formas gracias por preocuparte, eres un sol- Dije y sonreí.
- Sabe que siempre voy a estar pendiente de usted por muy lejos que esté.
- Lo sé cariño, ya me lo dejaste claro cuando estuve aquí. Juro que me hiciste muy bien y nunca te lo he agradecido.
- Sólo con que quisiera volver con nosotros ya me lo agradeció lo suficiente. No sabe el bien que nos hace a todos lo digo de corazón. Sin usted todo es un horror.
- Pero qué dices, si siempre traigo el caos conmigo.- Dije riendo.
- Es cierto, pero es un caos natural y que a la vez se hace hermoso porque Lía Romero usted es hermosa por dentro y por fuera y se lo tiene que creer de una vez. Sé que ese es uno de los motivos por los que aún no está con Villamil.- Dijo.
- La llorona va a salir otra vez- Dije.
- Esa es otra, sé que se muere de vergüenza cada vez que llora porque todo lo dice con llanto y eso es maravilloso porque es usted súper expresiva y la hace más hermosa aún- Dijo.
- Joder, cabron- Dije llorando y riendo a la vez.
- Eso otra creo que es la única persona que es capaz de llorar y reír al mismo tiempo- Dijo y me abrazó- La quiero mucho Lía.
- Y yo a tí y que sepas que amo tus abrazos de oso- Dije riendo.
-¿Interrumpo?- Dijo Villamil abriendo la puerta despacito.
- Sí, estábamos a punto de besarnos- Dijo.
- A mí no me importaría pero a Andrea no sé qué gracia le haría- Dijo sonriendo.
-¿Eso de que a usted no le importaría quién se lo cree?- Preguntó Isaza con sorna.
- Oye pues algún día os besaré a todos. Está en mi lista de propósitos.- Dije riendo.- Sólo me quedáis tres.
- ¿Chicos hay reunión aquí o qué?-Preguntó Simón entrando.
- Sí, al parecer Lía quiere besarnos a todos- Dijo Isaza.
- Lía jamás la besaría, sería como besar a mi hermana-Dijo Simón poniendo cara de asco.
- Es cierto, te he visto la cara y me han entrado ganas de vomitar- Dije.
- ¡Pero será!- Dijo Simón y me tiró un cojín- En serio ésta noche no duerme conmigo.
- Ay sí que duermo y cuando menos te lo esperes, besito- Dije riendo.
- Villaco, vaya haciendo hueco en su cama- Dijo Simón y salió de la habitación riendo.
- Tranquilo, todavía vas a tener una semana para dormir solito- Dije.
- Mi cama siempre tendrá hueco para usted, ya lo sabe- Dijo.
- Vale esto ya me está resultando demasiado- Dijo Isaza y se marchó.

Juan Pablo y yo empezamos a reír.

-Lía- Dijo.
- Dime cielo.
- He pensado que igual sería mejor que cuando venga Nath yo duerma en el sofá- Dijo.
-¿Por qué?- Pregunté.
- Porque creo que usted no va a estar cómoda y yo no quiero presionarla y que se sienta mal porque entonces volvemos a nada y no quiero eso.- Dijo nervioso y preocupado.
- Sólo por el simple hecho de que lo hayas dicho, me quedo- Dije sonriendo.- A ver no te voy a mentir y decir que no me ha aterrado la idea pero en serio sería idiota si no lo hiciera. Lo hablaba antes con Isa, la convivencia que tengamos en esta gira va a ser crucial.
- Yo también lo he pensado- Dijo.
- Ven aquí y dame un abrazo de los tuyos que tanto me gustan- Dije sonriendo.

Se agachó y me abrazó, lo miré a la cara y le volví a dar un beso en la comisura.

- ¿Sabe qué?- dijo
-¿Qué?
- Me encantan estos besos tan raros que me da.
- Son besos especiales, no te creas que te los voy a dar siempre, te los tienes que ganar- Dije sonriendo.
- Voy a intentar ganarme todos esos besos especiales- Dijo mirándome a los ojos y sonriendo.
- Malditos ojos, me tienen embrujada. No me mires- Dije riendo.
-¿Qué? ¿Qué?- Dijo echándose encima mía mientras me hacía cosquillas y reía.
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Llegamos a Barcelona, los chicos tenían el primer concierto allí. Habían hecho Sold out y al día siguiente iríamos a Bilbao. Era la primera vez que iba a Barcelona, era una ciudad que siempre había querido conocer y Juan Pablo y yo queríamos hacer un poco de turismo antes del concierto. Estuvimos dando un paseo por las Ramblas y luego fuimos a la Sagrada Familia. Al final habíamos ido todos juntos, incluso Pedrito se había unido.
Fuimos al hotel a cambiarnos y cuando bajamos para irnos nos encontramos a un grupo de seis chicas. Miré a una de las chicas y me estaba mirando fatal, pero no le di importancia. Los chicos las habían visto en más conciertos, se hicieron fotos con ellos y subimos a cambiarnos. Me fui corriendo con Pedro al Palau Sant Jordi, se suponía que estaba todo hecho, pero queríamos echarle un vistazo. Llevaba la ropa de los chicos en una maleta. Se cambiarían después de la prueba de sonido.

El concierto fue genial. Los chicos lo habían bordado y todos estábamos súper contentos. Llegamos al hotel derrotados y ahí estaban las chicas otra vez. Sonreí al verlas, yo era igual de intensa que ellas. Me aparté de ellos un poco y me coloqué en una esquina.

- Lía- Dijo una de las chicas mientras las otras estaban hablando con los chicos.
- ¿Sí? Hola- Dije sonriendo.
- Sólo quiero decirte que no te mereces estar con ninguno de los chicos y que me parece fatal que vayas ahora a por Villamil porque la cagaste con Martín. Eres una puta- Dijo, me escupió en la cara y se fue.

Me quedé petrificada en el sitio, miré a los chicos y vi que a Martín se le había desencajado la mandíbula, lo había visto todo. Cogí un pañuelo, me limpié la cara y cogí a Martín para llevarlo a un lado.

- ¡Pero Lía!- Me gritó.
- Martín te callas por favor, no la vayamos a tener.
-Le voy a decir algo, esto no se puede quedar así- Dijo enfadado.
- Martín, no. Y ni una palabra a nadie de lo que has visto- Dije.
- ¡Lía no!- Dijo alzando la voz.
- Martín por favor.- Dije desesperada.
- Está bien, pero dígame qué le ha dicho- Dijo.
- Mejor no lo sepas.
- Lía se lo digo ahora mismo a los chicos.
- Que no. Joder. Me ha dicho que no tenía suficiente contigo que ahora voy a por Villa.
-¡¿En serio?!- Gritó.
- ¡Shhhh!- Lo mandé callar.
-¿Qué más?- Preguntó- Sé que le ha dicho algo más así que dígamelo.
- Me ha dicho prostituta, pero de una forma menos agradable si cabe.
- Lía lo siento- Dijo.
- No pasa nada, pero por favor no digas nada Martín. Júramelo.
- Te lo juro, venga aquí- Dijo y me abrazó.
- Oigan, ¿qué pasó aquí?- Preguntó Villa enarcando una ceja.
- Nada, nada. Que quiero mucho a mi amiga y me ha dado un consejo muy bueno- Dijo Martín- No se ponga celoso papi para usted también hay.
- Eso espero, yo también quiero un abrazo de mi perro- Dijo Villamil y abrazó a Martín.

Sonreí como pude. Tenía una rabia interna que me moría y lo único de lo que tenía ganas era de llorar, gritar y golpear algo.

Punto Y Aparte #1Where stories live. Discover now