Punto Y Aparte #1

19.Sólo le eres fiel al viento

Desde que llegamos a Los Ángeles, no había salido prácticamente del apartamento. Me pasaba todo el día agobiada en mi habitación intentando componer. Ahora la que estaba bloqueada era yo, y a Mauricio eso no le iba a gustar ni una pizca. Los chicos se iban en unos días y prácticamente no teníamos nada.

- ¡Lía! Que me aburro- Dijo Martín molestándome.
- Que te eches en agua y me dejes en paz, qué pesadilla de niño.- Dije irritada.
- Es usted una antipática- Dijo.
- Y tú eres un cansino- Dije.
- Pero me quieres, admítalo- Dijo.
- Por desgracia, sí. A ver si te echas novia ya y la molestas a ella.- Dije riendo.
- Se me ha ocurrido algo, molestemos a Villa- Dijo.
- Eres como un niño de tres años Marto. Estoy intentando concentrarme y no me dejas.- Dije.

Martín se tumbó en mi cama. Los otros tres restantes estaban en el salón jugando a la Playstation, pero Martín había decidido no jugar, y a cambio de eso decidió ser un pesado.

- Ojalá pudiésemos habernos quedado con tres años para siempre.- Dijo.
- Por una parte estoy de acuerdo, pero por otra,no.- Dije- Me estaría perdiendo ésta parte de mi vida, y creo que se está convirtiendo en la mejor.
- Tiene razón. Sería triste nunca vivir esta parte de nuestra vida.- Dijo.
- ¿Qué te gustaría hacer de aquí a los treinta?- Pregunté.

Decidí dejar el cuaderno de notas y tumbarme a su lado. Él sonrió y empezó a jugar con mi pelo.

- Qué pregunta más profunda- Dijo.-Pues supongo que seguir con Morat, que sigamos como estamos. Pero también quiero pasármelo bien, hacer muchas tonterías.
- Lo que haces todos los días, vaya- Dije riendo.
- Sí.- Rió.
- ¿Qué más?- Pregunté.
- Enamorarme muchas veces, pero también saber lo que se siente cuando te roban el corazón.- Dijo.
- Se siente fatal, ¿nunca te ha pasado?-Dije.
- Creo que nunca.- Dijo.- También quiero hacer lo que quiera sin importar nada más. Que yo lleve mi vida, no que la lleven los demás. Y usted Lía, ¿qué quiere hacer?
- Quiero haber podido encontrar a la persona idónea para mí. Quiero vivir un poco más de ésto, de la música, llegar un poco más lejos. Poder contar mil historias en las canciones que componga. Poder al fin, no querer saber nada del mañana, sino vivir al día. Pero sobretodo enfrentarme a mis miedos y vencerlos.- Dije.

Martín me miró con los ojos abiertos como platos. Yo lo miré y sabía exactamente lo que estaba pensando. Se inclinó de repente.

-¿Está pensando lo mismo que yo?- Preguntó.

Asentí y me enderecé. Martín me cogió de la mano y me sacó corriendo de la habitación, hacia el patio. Los chicos nos miraron extrañados, pero antes de que pudiesen decir nada nos metimos en un pequeño estudio que había en el patio. Nos tiramos una hora los dos sin salir de allí. Compusimos una canción. Decidimos que se llamaría antes de los veinte, porque los treinta no nos rimaba. Cuando decidimos que estaba acabada, salimos y nos dirigimos al salón, dónde estaban los demás.

-¿Qué hicieron tanto tiempo allí los dos solos?- Preguntó Isaza con sorna.
- Componiendo.- Dije.
- ¿Nos lo enseñáis?- Preguntó Villamil.
- Para eso trae la guitarra- Respondió Martín burlándose de Villa.

Martín y yo empezamos a cantar a una sola voz, yo estaba tocando la guitarra que los chicos me habían regalado, era la primera vez que lo hacía y sonaba bastante bien. Terminamos y los chicos se quedaron callados.

-¿Qué les parece?- Preguntó Martín.
-¿Se puede saber de dónde habéis sacado la idea de la canción?- Preguntó Simón.
- Pues de una conversación que hemos tenido hace un rato- Dije encogiéndome de hombros.
- Me encanta-dijo Isaza.
- A mí me gusta bastante, es muy buena, y a Mauricio le va a encantar.- Dijo Villamil.

Martín y yo nos miramos sonrientes. Chocamos los cinco. Por primera vez me había sentido bastante cercana a él. Y me encantaba.
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- ¡¿Que no me sigue en Instagram?!- Gritó Villamil.
- ¡Pero si nunca subes nada!- Dije- Maldito anti millennial.
- ¡Me dueles!- Volvió a gritar.
- Ya llegó el Drama Queen- Dije rodando los ojos.