Punto Y Aparte #1

41.Home is where the heart is

Decidí quedarme en casa un par de semanas más. Los chicos ya habían vuelto a Bogotá y yo tenía que dejar todo zanjado tanto en la discográfica como en el local. No me creía lo que estaba apunto de hacer por segunda vez. Estaba dejando todo. Pero estaba dejando todo para volver a un país que me había dado momentos más buenos que malos. Que me había dado la oportunidad de volver a amar la música. Que me había dado el trabajo de mi vida. Que me había puesto en el camino a personas maravillosas, que me querían tal y como yo era, aquellas personas a las que quería con toda mi alma. Me había enseñado a amar una cultura totalmente diferente a la mía. Y que aunque me costase admitirlo, también me había enseñado a creer en el amor y en las segundas oportunidades.
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Simón iría a recogerme al aeropuerto, el chico ya se había encargado de publicarlo en las redes sociales.

Llegué a la salida y busqué a Simón por todas partes. A cambio de a Simón, vi a unas chicas que no paraban de mirarme. Me sonaban sus caras, pero no recordaba quiénes eran. Me estaba sintiendo un poco incómoda por tanta mirada, así que me di la vuelta. Sentí cómo alguien me tapaba de repente los ojos. Al principio me asusté, pero al oler a aquella persona sonreí. Tenía clarísimo quién era. Efectivamente, era mi casi metro noventa.

- No sé cuántas veces te voy a decir que prefiero a Simón- Dije sonriendo con los ojos aún tapados.- Juan Pablo, la próxima vez que no quieras que te reconozca, échate otro perfume.
- Odio que me conozca tanto- Dijo destapándome los ojos.

Me rodeó la cintura desde atrás con sus brazos y depósito un beso cálido en mi mejilla. Sonreí como una tonta. Me di la vuelta y lo miré.

-¿Dónde está Simón?- pregunté riendo.
- Me lo comí para poder venir a por usted- Dijo poniendo los ojos en blanco.
- Idiota- Dije sonriendo.- Bueno,¿me llevas a casa?
-No. Sofi no llega hasta la noche así que vamos a pasar el día juntos- Dijo.
- ¿Y si no quiero pasar el día contigo?- Pregunté levantando una ceja.
- Pues tiene un gran problema porque lo va a tener que pasar.- Dijo sonriéndome.
- Uy a mí las cosas no me gustan hacerlas por obligación- Dije acercándome a él.
- Deje ya de molestar- Dijo volviendo a rodear mi cintura con sus brazos.
- No quiero- Dije sonriendo y después le di un beso en la mejilla.

Miré hacia la derecha y vi que las mismas chicas que me habían mirado antes, seguían haciéndolo.

- Juan, no mires descaradamente pero es que esas chicas no han parado de mirarme desde que salí y no sé quiénes son- Dije preocupada.
- Son las fans que siempre vienen al aeropuerto a vernos. ¿Dónde se cree que he estado escondido?- Dijo riendo.- Me dijeron que querían saludarla.
- Ay joder es verdad- Dije poniendo mi mano en la frente.- Claro, vamos a saludarlas.

Nos acercamos a las chicas y las saludamos. Fueron muy hermosas, me dieron la bienvenida y me regalaron chocolates sin lactosa. Los chicos tenían las mejores fans del mundo, eso lo tenía bastante claro.
Nos despedimos de ellas, Juan cogió mis maletas y nos dirigimos al coche.
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- ¿Qué tal el vuelo? Que con las tonterías no le pregunté- Dijo sonriendo mientras conducía.
- Muy bien, cada vez se me hacen más cortos- Dije.
- Lía, que son trece horas.¿Cómo se le pueden hacer cortos?- Dijo arrugando la nariz.

Sonreí al ver aquel gesto.

- Pues porque me gusta viajar y tampoco son horas perdidas, son buenos momentos para componer o diseñar.- Dije.
-¿Ha compuesto algo?- Preguntó.
- ¿En el avión o durante estos meses?- Pregunté.- Porque si es durante todos éstos meses sólo vas a tener que escuchar el disco de Ventino.
- Lo he escuchado, son canciones duras. No me he sentido más atacado por canciones en mi vida.- Dijo con una sonrisa amarga.
- Era como me sentía y sabes que no escribo cosas vacías- Dije.