71. Vuelta a empezar

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Juan Pablo me miró sin saber qué decir.

- Te he hecho una pregunta- Dije al borde de las lágrimas.
- Tenemos que hablar, pero con tranquilidad- Dijo por fin.
-¿Cómo quieres que esté tranquila si vuelvo después de aguantar un puto ataque terrorista y lo primero que me encuentro es a tí en silla de ruedas sin saber qué coño te pasa?- Pregunté irritada, las lágrimas no aguantaron más y empecé a llorar-¿ Desde cuándo estás así?
- Desde hace unas tres semanas- Dijo agachando la cabeza.
- ¿Y no has tenido los huevos de decírmelo? Me cago en todo, Juan Pablo- Dije.
- Venga Lía, ya te explicará luego- Dijo mi hermana.
- Vayamos a cenar- Dijo Simón.- Les hemos preparado una buena cena de bienvenida en la finca.
- Está bien- Dije suspirando.

Me dolía que Juan Pablo no me hubiese contado nada y que hubiese preferido que me lo encontrase así. Me sentía defraudada. El volver a verlo me lo había imaginado de millones de formas distintas, pero estaba claro que ésta no era una de ellas. También me sentía culpable por haberle armado bronca, así que como Isaza había cogido mis maletas, decidí empujar su silla.

- No tiene porqué hacerlo- Dijo Juan Pablo.
- Quiero hacerlo- Respondí cortante.
- No estoy tan mal, es sólo que hoy me siento un poco peor, supongo que de los nervios de volver a veros- Dijo.

Yo no dije nada, no tenía fuerzas para ello.

Sara se fue en el coche de Isaza junto con Martín, Laura y Andrea. Juan, Simón, Nath y yo íbamos en el de Simón.

Simón e Isaza subieron a Juan Pablo al coche y yo me limité a guardar la silla en el maletero.

El viaje a la finca fue un poco incómodo ya que yo sólo respondía con monosílabos pero juro que no me salía hablar más.

- Lía, sé que está enfadada pero ellos no tienen nada que ver, debería de dejar el enfado a un lado por un momento porque creo que los demás no se lo merecen. Estamos todos súper contentos con su vuelta, pero llego a saber que le estropeo el día y me quedo en casa- Dijo Juan Pablo enfadado.
- No tienes ningún derecho a pedirme nada- Dije yo también enfadada.
- Mire Lía sé que se lo debería de haber contado, pero este puto mes no ha sido nada fácil para mí, ¿de acuerdo? No he dejado de cagarla y ahora estoy enfermo, ésto me agrada lo mismo que a usted, osea nada, pero no tengo la culpa de tener que depender del puto mundo entero para poder hacer mis cosas- Dijo con rabia.

Me quedé callada unos segundos.

- Tienes razón, lo siento. Pero entiéndeme, llegar y verte así, yo...- Dije conteniendo las lágrimas.
- La entiendo y juro que se lo voy a explicar todo, sé que lo hice mal al no contárselo- Dijo y me cogió la mano, yo la apreté.

Las lágrimas empezaron a salir de mis ojos.

- Mañana voy a poder andar, ya verá- Dijo.
- Qué putada que todos os quedéis sin poder andar- Dije sin pensar.

Simón miró hacia atrás con los ojos bien abiertos. La había cagado.

-¿Quién más no puede andar?- Preguntó Juan.
- David...- Dije y suspiré.
- Mmm- Dijo sin más Juan Pablo.

Suspiró y poco a poco soltó mi mano.

Llegamos a la finca. Isaza ya había llegado y nos bajamos del coche. Saqué la silla del maletero y ayudé a Simón con Juan Pablo.

- Yo lo llevo- Me dijo Nath y accedí.

Nath entró con Juan Pablo primero.

- Espere un momento- Dijo Simón parándome.

Lo miré.

- Deje que se lo explique todo al rato. Realmente lo hizo para no preocuparle. Él sabía que sí se lo contaba, cogería el primer avión de vuelta a Bogotá.-Dijo.

Punto Y Aparte #1Where stories live. Discover now