74. ¿Cómo mirarte?

709 49 26
                                    

*Lía*

Desperté en mi habitación. Noté un aliento sobre mi cogote, poco a poco me di la vuelta para mirar a la persona que estaba detrás mía. Realmente hacer aquello me estaba costando la mismísima vida ya que el brazo del gigantón de mi amigo/nonovio/novio/elamordemivida pesaba como si fuese un muro de hormigón. Vale sí, soy una exagerada pero eso dicen de los andaluces y...¿Dónde estaba Málaga? ¡Exacto! En Andalucía. Bueno, la cuestión es que quería darme la vuelta y su pesado brazo no me dejaba, por cierto, su brazo bajó poco a poco  más abajo de mi cintura y posó su mano sobre mi cadera, . Cómo se aprovechaba este Juan Pablo cuando estaba dormido... No sé por qué pero cada vez pesaba más
Por fin pude darme la vuelta y vi a Juan Pablo con los ojos cerrados. Espera, ¿Eso era una sonrisa?

-¡Cabrón estabas despierto!- Le pegué con mi dedo en la frente.

Él soltó una carcajada.

- No sabe lo que he disfrutado haciendo cada vez más presión y que le costase tanto. Me hubiese encantado ver su cara- Dijo riendo.
- Eres un desgraciao- Dije con todo el acento andaluz que llevaba dentro.
- Por cierto, buenos días preciosa- Dijo y me dió un beso en la nariz.

Me di cuenta que su mano había quedado sobre mi trasero.

-¿Y éstas confianzas qué son?- Pregunté mientras subía su mano pero él puso presión sobre mi trasero y me acercó a él sin dejar ningún espacio entre los dos.
- Pues no sé- Dijo casi en mi boca.

Vale, después de tanto tiempo éste idiota me seguía poniendo nerviosa. Cómo se le ocurriera besarme yo no iba a responder por mis actos. Lo peor que pude hacer fue mirarle a los ojos en ese momento. ¿Por qué tenían que ser tan bonitos? Esos ojos de color indescriptibles me volvían loca.  Bajé mi mirada y la fijé en sus labios.

-¿Qué está mirando con tanto deseo?- Preguntó Juan Pablo y entonces sonrió.

Maldición, tenía que controlarme para no besarle desesperadamente.¿Saben qué? A la mierda.
Posé mis labios sobre los suyos, no se lo esperaba y se tensó un poco pero poco a poco me correspondió. Cerré los ojos y disfruté de sus labios todo el tiempo. El beso se fue intensificando, su lengua jugaba con la mía dentro de mi boca. Como no parasemos pronto ésto iba a a ir a más. Con su mano en mi trasero me acercó a él, suspiré. Me estaba quedando sin respiración pero no podía parar.

- Lía- Dijo sobre mis labios.

No hagas eso, no hagas eso. Pensé. Intensifiqué el beso, me estaba descontrolando.

- Lía- Volvió a decir.

Abrí los ojos y me encontré con su mirada. Separé mi boca de la suya y por fin recuperé el aire que había perdido.

- No podía respirar, lo siento- Dijo agitado- Creo que si hiciésemos un concurso a ver quién aguanta más la respiración, ganaría usted.

Solté una carcajada.

- He estado a punto de morir a causa de un beso- Dijo dramáticamente.

Yo volví a reír.

- ¿Sabe qué? Que esa hubiese sido la mejor muerte que hubiese tenido.- Dijo y me acarició la mejilla con su pulgar.

Yo sonreí y cerré los ojos para disfrutar de su caricia.

- La amo Lía- Susurró.

Abrí los ojos para mirarle a los suyos y sonreí.

- Yo también- Dije dándole un beso en el mentón.

Me abrazó y así nos quedamos bastante rato hasta que la estúpida de mi hermana nos interrumpió. Entró a la habitación y nos vio abrazados, su cara pasó de sorpresa a felicidad.

Punto Y Aparte #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora