Punto Y Aparte #1

10.Como niños

FLASHBACK
(Seis meses antes de la ruptura).
-El niño es un monstruo- Dijo Joan.
- Pero qué dices, si se porta genial, el que es un poco monstruo con él eres tú.-Contesté.- Además es mi sobrino.
Joan me miró enfadado.
-No me mires así, ¿a quién se le ocurre quitarle los juguetes a un niño "porque está haciendo mucho ruido"?- Dije.
-Es verdad, me iba a estallar la cabeza. Pero como siempre te pones en contra mía.
-Eso no es verdad, sólo soy objetiva y tú te portaste mal, de todas formas es sólo un niño. Si el día de mañana tenemos hijos, ¿qué va a pasar?-Pregunté.- ¿Lo matarás porque se cayó y lloró?
-No pienso tener hijos.-Dijo cortante.
-¿Lo dices en serio? Pues la llevamos clara, porque yo sí que quiero tenerlos. -Dije molesta.
-Si tanto me quieres, tendrás que aceptar mi decisión.-Dijo
-¿Perdona?¿Y mi decisión dónde queda?-Dije aún más enfadada.
-Estamos teniendo ésta conversación sin sentido alguno, a saber qué pasa de aquí a unos años.-Dijo y luego me besó.
Por una vez Joan dijo algo con sentido. Pero él sabía perfectamente lo que iba a pasar. Él ya estaba con María.
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-¡Lía!- Gritó Sergio al verme- ¿Viniste a jugar conmigo?
- Claro que sí, cariño. Nos vamos a divertir muchísimo. ¿Quieres?
-Pase, no se quede en la puerta- Dijo Leandra- Sergio ¿Cómo puede tener tanta energía tan temprano?
-Lía, le dejo las instrucciones en esta lista de aquí, dónde están las cosas y utilice todo lo que necesite. Pueden hacer lo que quieran, si quieren pasear, ver una película, ir al parque, lo que quieran. Se lo dejo en sus manos.
-Perfecto- Sonreí.
-Mamá, ¿Lía por qué habla raro?- Preguntó Sergio.
Solté una carcajada.
-No habla raro, sólo es de otro país. Escúcheme Sergio, pórtese bien. Lo amo- Dijo Leandra y salió de casa.

Sergio y yo desayunamos juntos y luego jugamos un rato.
Mi teléfono sonó. Era Leandra.
-¿Va todo bien?- Pregunté.
- Sí, sí. Sólo quería preguntarle si le apetece quedarse a comer mañana. Quiero que conozcas a un vecino nuestro. - Dijo.- Es muy buen chico y hay días que va a ver a Sergio y a jugar con él. Por eso quiero que os conozcáis. Y además es muy guapo y está soltero.
Yo reí.
- Venga, que quiero hacer un poco de celestina.- Dijo riendo- Me dijo que era intolerante a la lactosa,¿ no? Yo busco algo que pueda comer.
-Te voy a decir que sí porque te estás tomando muchas molestias.- Dije al fin.
- Ay qué alegría me da. Nos vemos al rato. Ya no queda nada para terminar mi jornada. Adiós- Dijo y al despedirme colgó.
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- ¡Hola Lía! Le llamaba para preguntar cómo le fue ayer.- Dijo aquella voz masculina desde el manos libres del coche.- Sé que habló con Simón ayer, pero no sé por qué no cuenta nunca nada. Sólo me dió su número y dijo que le preguntara yo.
Yo reí. Éste Simón era muchas veces un libro abierto, pero otras, uno bastante cerrado y cuadriculado a la vez.
- Pues me fue muy bien Martín, gracias por llamar. Me agrada mucho escucharte- Dije.
-No es nada. ¿El niño bien?
- Sergio es un amor y su madre también. Bueno hoy quiere que coma con ellos porque me quiere presentar a un vecino suyo que dice que juega con el niño muchas veces y que además es muy guapo.- Dije riendo.
-Vaya, encima tiene usted alcahueta - Rió.- ¿Por dónde está la casa?
- Es dos calles más abajo de la mía, pero ya sabes, el coche hay que cogerlo.-Dije.
- Por ahí vive Papo, ¿no sé lo ha encontrado?
- Sí lo sé, pero no, no nos hemos cruzado todavía. Es más llevo desde el domingo sin saber nada de él.
- Estamos un poco estresados con composiciones de nuevas canciones- Dijo.
-Sí, ya me dijo Isaza ayer,por eso no me extraña. Bueno Martín, cariño, tengo que dejarte que ya estoy llegando. A ver si nos vemos pronto.
- ¡Claro! Cuando usted quiera. Que le vaya bien con el chico. Aunque he de confesar que me da un poco de celos.- Dijo riendo.
- Qué tonto eres. Hablamos guapo.
- Adiós preciosa- Dijo y colgó.
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La mañana fue genial. Sergio y yo estuvimos haciendo puzzles y yo le contaba juegos que se jugaban en España. Él me decía que quería vivir en España para jugar a esos juegos tan divertidos. Que cuando ellos habían ido sólo había jugado con la tablet. Sergio para su corta edad, era un chico bastante inteligente.

Eran las una de la tarde y Leandra llegó con bolsas llenas de ingredientes, que supuse que eran para la comida.
- Espero que te guste la lasaña- Dijo.
- Es mi comida favorita- Dije con emoción.
- ¡Muy bien! Quiero hacer mucha porque este chico come bastante.
Yo reí.
Leandra terminó de hacer la comida y justo llamaron al timbre.
-Abro yo- Gritó desde la cocina.
Yo estaba en el suelo porque estaba jugando con Sergio. Me levanté y sacudí mis pantalones. Se escuchaba el murmullo de Leandra y de aquel misterioso chico. Empecé a reír a carcajadas cuando vi aparecer al chico por la sala.
-¿Y éste es el chico guapo? Por favor si es súper feo. - Dije riendo.
-¿Lía?- Rió Juan Pablo.
Leandra nos miró extrañada pero divertida a la vez.
- Veo que ya os conocéis entonces- Dijo Leandra.
- Sí, y además somos buenos amigos, o eso creo- Dijo Juan Pablo.
- La verdad es que es mi amigo pero porque no conozco a mucha gente por aquí y no me queda otra.- Dije en tono de burla.
Leandra rió.
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La tarde fue pasando. Juan Pablo le contaba las anécdotas de cuando nos conocimos o cuando me caí al suelo. Yo no paraba de meterme con él ni él conmigo. Leandra nos miraba con dulzura.
Juan Pablo se puso a jugar con Sergio mientras yo ayudaba a Leandra a fregar los platos.
- Es un buen chico- Dijo Leandra.
- Lo es. El y sus amigos están haciendo que no me sienta sola en ningún momento.- Dije.
- Sí pero creo que os miráis de una forma diferente.
Me puse roja al escuchar esto.
- Ya me callo- Dijo Leandra al ver mi reacción.- Vaya, ya termino yo con esto.
La verdad era que me encantaba ver cómo Juan Pablo jugaba con Sergio. Se convertía en un niño por unos minutos y eso era precioso de contemplar.
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Llegué a casa. Se nos había hecho bastante tarde. Incluso Sergio se había quedado dormido antes de que me fuera.
- Lo que no puede ser es que no podamos hacer nada porque Lía esté aquí, por no dejarla sola- Escuché a Sofi gritando desde el piso de arriba.