13.Despejes

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Estaba lloviendo. Había pasado un día horrible. Sergio estaba bien enfermo y no paraba de llorar, la fiebre le estaba subiendo y yo no sabía qué hacer. Gracias a Dios las medicinas que compró Villa lo habían calmado un poco. Leandra estaba agobiada y me ofrecí a acompañarla al médico con Sergio. Obviamente esas horas de más no las quería cobrar, pero ella insistió.
Llegué a casa a eso de las seis de la tarde. Decidí echarme un rato, no sabía si estaba cansada o estaba incubando lo que Sergio tenía, pero me encontraba fatal. Sofía y Alejo se habían ido a visitar a unos familiares de Sofía a Medellín, por lo cual estarían todo el fin de semana fuera y estaría sola en casa.

Me desperté por el sonido del timbre. ¿Qué hora era? Miré el reloj.
-¡Oh mierda!- Grité.
Eran las ocho de la tarde y el que estaba en la puerta era Juan Pablo. Bajé las escaleras corriendo y le abrí.
- No me mates- Dije apurada- pero me quedé dormida y me tengo que duchar y todo.
-Duerme usted mucho. No se agobie, no tenemos que llegar a una hora concreta.- Dijo entrando a la casa-¿Se puso mejor Sergio?- Preguntó.
- Que va, lo hemos tenido que llevar al médico, por eso me he quedado dormida, estaba agotada- dije.
- Bueno váyase a bañar y ahora hablamos
-Vale, estás en tu casa, coge lo que quieras.
............
Me duché lo más rápido que pude. Me puse unas medias tupidas negras, un vestido suelto burdeos y unas botas del mismo color que el vestido. Las botas me recordaban un poco a las de Monchito, creo que por eso me las compré. Cogí mi chaqueta de cuero negro y bajé las escaleras corriendo.
Villa, que estaba viendo la televisión, al escucharme bajar las escaleras, me miró.
- Parece que la poseyó el espíritu de Simón- Dijo riendo.
-¿Voy mal? Que me cambio ahora mismo. De todas formas ésto está de moda ahora.
- No se agobie, era una broma. Está muy guapa.
- Déjate de tonterías y vámonos.- Dije abriendo y saliendo de la casa.
- Por cierto, ha tardado menos de media hora, estoy orgulloso- Dijo riéndose y cerrando la puerta.
...................
Gracias a Dios a esa hora no había mucho atasco en la carretera. No sabía cómo la gente de allí podía tener tanta paciencia al volante. Yo me ponía histérica cada vez que me topaba con algún atasco. Allí lo llamaban trancón.
-Está muy callada,¿se encuentra bien?-Pregutó mientras iba conduciendo.
-Pues digamos que he tenido una semana un poco dura y creo que estoy poniéndome mala.- Dije.
-¿Poniéndose mala?- Preguntó al no entenderme.
-Enfermando.- Dije.
-Vaya...¿quiere que la lleve de vuelta a casa? No me importa.
-No. Necesito despejarme. Me has hecho una reina al invitarme, en serio.
- Pero a ver si se va a enfermar más- Dijo con preocupación.
-No te preocupes tanto, si me encuentro peor cuando estemos allí, te lo digo y me regresas a casa.
-Está bien, bueno, ¿se encuentra con ánimos para contarme lo que pasó con Alejo y Sofi?
-Ah, sí. Pues en resumen fue que escuché a Sofi discutiendo con Alejo, porque él no quería dejarme sola tanto tiempo, supongo que sería por éste fin de semana. Así que me sentí fatal, me dio el bajón y me fui en busca de Simón. Lloré mucho y del cansancio emocional, me quedé dormida. Y cuando desperté eran las tres de la mañana y ni Simón ni Martín me dejaron volver a casa. Por eso dormí allí.
- Vaya... ¿y está solucionado lo de Alejo y Sofi?- Preguntó.
- Sí, hablé con ellos y quedamos en que ellos necesitaban su espacio, y que yo por mi parte también.
- No se lo tenga en cuenta, creo que Alejo se preocupa demasiado por usted, y Sofía pues ya sabe cómo es, además la entiendo.
- Lo sé, si yo también la entiendo y me encanta que se preocupen por mí, pero yo no quiero ser una carga para nadie. Pero bueno, ya estoy mejor en ese sentido. Lo único es que creía que me iba a costar menos ésta situación y no está siendo así. Estoy llevando fatal todo.
-¿Qué situación? ¿La de estar aquí en Bogotá?- Preguntó.
- Exactamente. Voy a sonar como una malagradecida, porque desde que llegué aquí, sólo he recibido cosas buenas. Bueno sin contar con lo de Joan. Pero es que me está costando la vida adaptarme. Han sido muchos cambios bruscos en muy poco tiempo.
- Pero oiga, eso es normal. Ha dejado atrás a la familia,a los amigos, a sus costumbres. Yo que he vivido en España sé exactamente lo que se siente. En el poco tiempo que estuvimos, no lo pasamos tan mal porque nos apoyábamos unos en los otros, pero había días que alguno acababa con la cara hasta el suelo porque echaba de menos a alguien o algo. Yo echaba de menos a mi madre y Gaby, por ejemplo. Pero mire, hagamos una cosa. Cuándo se sienta así, llámeme. Ya haremos algo para quitarle ese sentimiento.
- A ver que yo estoy súper agradecida, sobretodo a vosotros. Osea me habéis tratado como una más desde el principio. He congeniado mucho con Simón. Y tú, osea lo que estás haciendo hoy por ejemplo para mí es lo mejor. Porque perfectamente podrías decir mira oye, yo voy con mis amigos y ésta me da igual que se quede en casa. Y no, estás haciendo que conozca a gente y eso es genial. Aunque después me agobie porque me quedo cortada.
- Pero para mí esto no es ningún sacrificio. Sólo quiero que mis amigos te conozcan porque es usted muy buena chica y se está convirtiendo en una muy buena amiga. Además hablé con Isaza y me dijo que la convenciera. Sería egoísta si no la presentara al mundo entero. Todos la deben conocer. - Sonrió al decir esto último.
- Mira que eres tonto, eh.- Sonreí.
Le di un beso en su brazo, su mejilla estaba demasiado lejos y el cinturón no me permitía acercarme más.
- Es la primera vez que me besan el brazo- Rió.
- Eso está bien, porque es raro- Dije riendo a carcajadas.
El rió también.
- Ya hemos llegado.- Dijo.

Punto Y Aparte #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora