Punto Y Aparte #1

52.¿Se me fue de las manos o se me fueron las manos?

Sé que  es el capítulo más largo escrito en la historia de los capítulos, pero no sé si me dará tiempo o no a escribir algo antes de año nuevo. Sí no es así, no veo mejor forma de terminar el año. Espero que lo disfrutéis leyendo tanto como yo escribiéndolo. Gracias por el apoyo que me dais y sobretodo gracias por hacer que siga cumpliendo un sueño, escribir y que alguien lo lea.
Felices fiestas y que vuestros sueños más profundos se hagan realidad de aquí en adelante. Y sobretodo que conozcáis a Morat.
Os quiere, Patricia♥️
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Era veinticinco de julio y todos sabíamos lo que suponía ese día. Exacto, era el cumpleaños del Vargas pequeño. Nath llevaba días con nosotros en la gira, pero ésta vez Laura y Andrea aparecerían también. Teníamos dos días libres, estábamos en Madrid. Estar en Madrid y cumpleaños de Martín significaba fiesta. Decidimos juntar el cumpleaños de Isaza y Martín, ya que el día del cumpleaños de Isaza, él se iba con Andrea de viaje a Portugal.

Habíamos llegado a las dos de la madrugada de  Cuenca. Habían sido unos días agotadores, no habíamos parado de un lado para otro desde el concierto de Pamplona, desde que dejamos a Joan y María allí con todo arreglado y con mi corazón un poco más reconfortado. Juan Pablo y yo nada más llegar nos duchamos pirmero él y luego yo, nos fuimos a la cama. Caímos rendidos nada más meternos entre las sábanas. Ahora eran las ocho de la mañana y yo tenía que ir al aeropuerto a recoger a las chicas. Salí de la cama con cuidado de no despertar a Villa. El viaje de vuelta a Madrid lo habíamos pasado discutiendo porque él quería acompañarme a por las chicas y yo no le dejaba. Todo aquello lo decíamos en voz baja ya que ni Martín ni Isaza sabían que sus chicas llegarían hoy. Así que como a cabezona no me ganaba nadie, ni siquiera el mismísimo Juan Pablo Villamil, me fui dos horas antes para que no me acompañara. No quería que fuese conmigo porque estaba agotado de tanto viaje y tanto concierto y necesitaba descansar todo lo posible, sino sabía que iba a caer enfermo. Cuando salí de la ducha, ya arreglada, vi que seguía durmiendo como un niño bebé. Le saqué una foto y me fui a hurtadillas. Iba saliendo por la puerta de casa.

-¿Dónde se cree que va y más a hurtadillas?- Preguntó un adormilado Isaza que se había levantado a beber agua.
- Isa, tengo que hacer unas cuantas gestiones pero tengo que ir sola, habla flojo que me los vas a despertar- Dije susurrando.
- Espero que no se esté viendo con otro hombre- Dijo riendo pero en voz baja.
-¿Te crees que no tengo suficiente con cuatro?- Dije chascando la lengua.- Adiós Isa.

Salí por la puerta triunfante y me dirigí a mi destino.

*Narra Villamil*

Me desperté en mi cama, solo. Miré la hora, las doce de la mañana. Me levanté y fui a buscar a Lía al baño y no estaba allí. Salí de la habitación para buscarla por la casa, pero sabía perfectamente que no la iba a encontrar allí. Salí de la habitación y vi a mis amigos. Martín e Isaza estaban jugando con la play y Simón estaba sentado en la terraza mirando a la nada, se acababa de despertar seguramente, siempre hacía aquello. Miré para todos lados y no la vi, Isaza me miró.

- Salió ésta mañana temprano- Dijo.
- Maldita niña testaruda- Dije fastidiado.
-¿Qué pasó?- Preguntó Martín parando el juego.
- Que tenía que ir a hacer unas gestiones y no quiso que la acompañara. Os juro que no he conocido a nadie más cabezón en mi vida, y mirad que yo lo soy muchísimo- Dije.
- Es Lía, ya sabe que es independiente y lo quiere tener todo controlado ella sola- Dijo Isaza- Además me riñó porque no quería que despertara a nadie.
- Por cierto, feliz cumpleaños Marto- Dije y fui a abrazar a mi amigo.
- Gracias perro- Dijo devolviéndome el abrazo.

Vi como Simón se movía de forma rara para llamar mi atención, así que decidí salir a la terraza con él.

-¿Qué pasó?- Pregunté extrañado.
- Mire para abajo- Dijo.