70. "Calma"

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Me desperté con un enorme dolor por todo el cuerpo. Intenté abrir los ojos pero no podía. Me quejé, e intenté abrir los ojos poco a poco. Lo conseguí, lo primero que vi fue el techo, un techo blanco, todo normal si no fuera porque no sabía dónde estaba. Miré mi cuerpo y estaba cubierta de sábanas. ¿Estaba muerta? No, no lo creo. Moví un brazo para llevarlo a mi cabeza y vi que tenía cables colgando de él. Espera,¿estaba en un hospital? Eso tendría sentido ya que olía a médico.
Intenté recordar lo que había pasado. A ver... Seguramente seguiría en Múnich, fui a comer con Simón y David y luego hubo una explosión. Después ayudamos a David y llegó un hombre con un arma. Nos metió en un bar y luego....
Un momento... Ese hombre dejó inconsciente a Simón. Me puse nerviosa, las lágrimas empezaron a salir. ¿Dónde estaba Simón?¿Dónde estaba David? Una máquina que había a mi lado empezó a pitar sin control. Estaba empezando a faltarle el aire.

- Simón, Simón- Decía sin parar.

Entonces vino corriendo a la habitación un hombre con bata blanca. Cuando lo vi me asusté.

- No me hagas daño- Dije.

¿Pero qué daño te va a hacer un doctor idiota? Tranquilízate Lía.

-No le voy a hacer daño, tranquila- Dijo- A ver, tiene que relajarse. Respire.
- ¿Dónde está Simón?- Pregunté sin aire en los pulmones.

Las lágrimas no paraban de salir de mis ojos.

- Señorita, por favor, cuando se tranquilice le contaré todo- Dijo poniendo su mano en mi hombro para que me tumbarse en la cama- Por favor, no me obligue a ponerle un calmante.
- Simón, Simón, Simón- Dije llorando.
- Su amigo está bien, tranquila- Dijo intentando calmarme.

Me tumbé y poco a poco la respiración se volvió normal otra vez, al igual que mi pulso, ya que la máquina dejó de pitar.

- ¿Dónde estoy?- Pregunté un poco más calmada.
- En el hospital de Múnich- Respondió mientras me hacía un chequeo.
-¿Dónde está Simón?- Pregunté.
- Está en la habitación de al lado, está despierto pero no puede moverse aún. Tiene un gran golpe en la cabeza- Dijo.
- Ese hijo de puta le pegó con la metralleta- Dije y volvieron las lágrimas a mí.- Y-Yo creía que iba a morir.

El doctor me miró con pena pero luego sonrió.

- Pero ha sido usted muy valiente y sigue viva. Aquí está, con unos cuantos rasguños pero viva. ¿Le duele algo?- Dijo.
- Mejor pregunta qué es lo que no me duele- Me quejé.

El doctor rió.

- Es normal, tiene bastantes heridas. Y además la tuvimos que operar de urgencia- Dijo.
-¿Qué? ¿Por qué?- Pregunté.
- Una bala le impactó en el hombro, gracias a Dios fue disparada a conciencia para que no le hiciese mucho daño. Por eso se desmayó, además de por el susto, claro.- Dijo.- Realmente fue aquella bala la que le salvó la vida. La policía sabe exactamente lo que hace.
- Espera, ¿fue la policía la que me disparó?- Pregunté.
- Sí, los terroristas no la iban a dejar con vida y ellos le salvaron la vida, bueno y usted le salvó la vida a mucha gente.- Dijo.
- Esto es muy fuerte...- Dije.
- Lo sé, tiene mucho que asimilar- Dijo cogiéndome la mano.
- Sólo quiero volver a casa...- Dije.

Entonces fue cuando me acordé de Juan Pablo y de toda mi familia. La máquina empezó a pitar de nuevo.

- Oiga, tiene que relajarse, en serio- Me riñó.- Su familia lo sabe todo, hace media hora hablé con ellos para informarle de su estado. Y a los padres de su amigo también.
- De acuerdo, una última pregunta...Había un chico de pelo rizado que iba con nosotros...- Empecé a decir pero pegaron a la puerta y abrieron.
-¿Se refiere a ese chico?- Preguntó el doctor sonriendo.

Punto Y Aparte #1Where stories live. Discover now