Pedido de LYS952
(Hice mi mayor esfuerzo por entender el Tarot. Mis disculpas si hay algo incorrecto.)
Es extraño cómo comenzó mi aventura de pirata... Mientras todos se veían tentados por encontrar el gran tesoro dejado por Gold Roger, yo simplemente deseaba tener una vida normal sin sobresaltos ni sorpresas indeseadas... Para mi desgracia o dicha... El destino decidió que aquella vida con la que soñaba no sería más que una vana ilusión.
Desde muy pequeño me gustó aprender sobre los distintos misterios de la vida hasta que llegaba a descifrarlos de alguna u otra forma... Excepto por una sola cosa... Las cartas del Tarot. Por más que intentase comprender cómo es que funcionaban, terminaba totalmente confundido; leí tantos libros como pude, practiqué una y otra vez, memoricé cada una de ellas junto a sus dibujos y su significado por separado... Pero no fue hasta algunos años después que comencé a entenderlas y leer aquello que el destino deseaba mostrarme.
La primera vez que pude leer correctamente las cartas del Tarot, un extraño destino se me presentó... De todas las veces que he tirado las cartas para adivinar el futuro, aquella fue la única vez cuyas imágenes memoricé como si las hubiera escrito con fuego en mi cabeza... "El mago", "La emperatriz", "El enamorado", "El sol" y "La estrella". Todas sacadas al derecho, ninguna que presagiara algo desventajoso.
No podía entenderlo totalmente en un principio, pues "El mago" tiene como significado la autodeterminación así como el poder, "La emperatriz" habla de la armonía y lo espiritual, "El enamorado" obviamente habla del amor (al estar hacia arriba, habla sobre algo bueno relacionado a éste), "La estrella" es símbolo de suerte y "El sol" de la esperanza. No me tomó mucho descifrar que las cartas me hablaban sobre aquella persona con la cual me enamoraría sin poder evitarlo.
Esperé por mucho tiempo para que aquello se cumpliera pero esa persona jamás llegó. Consulté una y otra vez a las cartas y siempre conseguí el mismo resultado... No importa cuántas veces se baraje, cuántas veces lo intente o si cambio ligeramente la pregunta para cambiarlas y obtener más información... El destino había hablado y no dejaría que nada lo cambiase.
Cansado de esperar, decidí que la mejor forma de encontrar a esa persona sería viajando lo más posible... Me hice a la mar con la determinación de cumplir con mi destino y ver qué seguiría una vez que las cartas cumplieran con su mensaje. Pasé mucho tiempo en el barco y explorando cada isla que se me cruzase en el camino...
Las cartas siguieron hablando y repitiendo su mensaje cada vez que preguntaba. Ya habiendo conseguido mi primera recompensa, tuve totalmente claro el mensaje que me estuvo persiguiendo por años... El orden en que las saqué: "La estrella", "El mago", "La emperatriz", "El sol" y "El enamorado" me terminó por dar la última pista que había ignorado...
"El sol sale para el enamorado. La estrella brilla sobre el mago y la emperatriz." Un mensaje que se podría entender de esta forma: Hay esperanza para el amor. La suerte está de mi lado, con mi poder y autodeterminación llegaré a la armonía.
Aunque nunca me interesó el amor, teniendo aquel mensaje de las cartas supe que no podía ir en contra de mi destino ya marcado. En cada pueblo que estuve, barajé nuevamente para saber si estaba cerca de esa persona... Se repitieron una y otra vez; ella no estaba en ninguna parte, no importaba donde fuese, ella no estaba.
Uno no puede escapar del destino, no importa qué se haga. Decidí dejar mi búsqueda de lado para centrarme en la aventura a la que me había visto "obligado" a emprender... Hasta el día de hoy me pregunto si las cartas también sabían que me iría a una enorme aventura que no deseaba vivir... Supongo que sí lo tenían previsto.
Finalmente llegué a Wano Kuni y me puse bajo las órdenes de Kaido; con todo mi trabajo había olvidado casi por completo la razón por la cual había llegado tan lejos... Hasta que una noche me encontré con una hermosa geisha de cabellos ___ (c/c) y ojos ___ (c/o) que paseaba silenciosamente bajo la luz de la luna con su kimono amarillo y azul marino con pequeños puntos dorados decorando la parte oscura para darle la apariencia del cielo nocturno.
Rápidamente consulté las cartas, esperanzado de que esa hermosa mujer fuese aquella persona que tanto había estado buscando... No pude evitar sonreír esperanzado al ver que esta vez las imágenes habían cambiado, confirmando que era ella.
—(Supongo que tuve mucha suerte de tener ese destino...)— Sonrío para mis adentros.
La seguí sin que se percatara de mi presencia durante unos minutos hasta que se adentró en el bosque... Una vez allí, me dejé ver ante ella. Le pregunté qué hacía en ese lugar tan peligroso para cualquiera que se atreviese a pisarlo; con tantos animales salvajes y los demás esbirros de Kaido cerca, ningún lugar es totalmente seguro.
Con su dulce voz me contestó que su casa quedaba en ese bosque de bambúes y que quería llegar pronto a ese lugar para poder descansar. Pude notar que sus pies estaban heridos... Al preguntarle por ello, me explicó que era una Geisha de la capital que apenas conseguía dinero suficiente como para comer cada dos o tres días y que se había torcido el tobillo durante un ensayo; a pesar del dolor de sus extremidades, debía de seguir adelante o el hambre terminaría por matarla.
No pude dejarla allí... Sola y herida, peleando desesperadamente por sobrevivir en un país que, próspero alguna vez, ahora se caía a pedazos. A pesar de ser un total desconocido para ella, me dediqué a cuidarla lo mejor que pude sin que nadie se enterase, utilizando mi habilidad para crear réplicas de mí con paja y aprovechando mi tiempo libre para mantenerme a su lado.
Le compré comida y medicamentos, fui un vigilante durante las noches y un guardián cada vez que alguien (animal o persona) se acercase mínimamente a su hogar en ruinas... Mi desesperación por estar a su lado fue tan grande que me dediqué a arreglar ese lugar para que volviera a ser una casa habitable para ella... Y para mí.
Hablamos días y noches enteras, aprendiendo más del uno y del otro. A pesar de servir a Kaido y ocultar la existencia de aquella mujer, pude conocerla mejor y crear un lazo que poco a poco fue creciendo y fortaleciéndose con el paso del tiempo. Al mejorar, ella volvió a bailar y terminó por volverse una Geisha bastante pedida para animar fiestas... Hasta el punto de ser casi tan conocida como Komurasaki.
Con el miedo de perderla y las cartas callando sobre mi futuro con ella, decidí ser sincero y declararme ante ella... En toda mi vida había tenido la cabeza fría, pero esa fue la única vez en donde casi me entrego al pánico por temor a ser rechazado... ¡Qué dicha me invadió cuando ella me aceptó junto a esa sonrisa tan preciosa que solo ella tiene!
—¿Hawkins-san? ¿Qué piensas?— Desvío mi mirada del techo, encontrándome con ella observándome con sus hermosos ojos ___ (c/o).
—En que tengo mucha suerte de tenerte a mi lado, ___.— Sonrío enamorado, abrazándola por el hombro y acariciando suavemente su piel desnuda. Siento que ella se acurruca contra mi pecho, volviendo a abrazarme.
—Que cosas dices, Hawkins-san.— Tomo su mentón con cuidado, habiendo que me mire a los ojos.
—Para mí eres la mujer más hermosa del mundo. Estoy totalmente enamorado de ti, tanto por fuera como por dentro... Estamos destinados a estar juntos, ___... Y aunque no fuese así, quiero estar contigo siempre.
La suave luz de luna entra por la ventana, iluminando ligeramente la habitación. Veo sin mucho problema que se levanta un poco de lado, dejando que las sábanas se deslicen con delicadeza por su piel de terciopelo, dejando al descubierto sus perfectos pechos... Esos pechos que tanto me gusta apretar y besar cuando hacemos el amor. Observo que toma entre sus pequeños dedos un poco de mi cabello, jugando como una pequeña con las fibras doradas. Siempre le ha gustado mi pelo.
—¿Sabes, Hawkins-san? Incluso si no sé leer las cartas, sé que nuestro destino es estar juntos por siempre.— Suelta mis cabellos y entrelaza sus delicadas manos con las mías, acostándose sobre mí y sonriendo tiernamente.— Y si las cartas dicen lo contrario, les enseñaré que se equivocan.
—¿Qué hice para merecerte, ___?— Pregunto enamorado, observando a sus orbes ___ (c/o) mientras acaricio suavemente su mejilla.
—No, Hawkins-san... ¿Que hice YO para merecerte?— Me enternezco al verle tomar mi mano y acariciarla con cuidado para besar con mimo las cicatrices de las peleas.
—¿Crees que el destino fue quién nos unió?— Pregunto con una sonrisa en mis labios.
—No lo sé...— Responde.— Pero sé que estaremos juntos por siempre... Incluso cuando muramos, seguiremos estando juntos.— Sin poder seguir aguantando más la nueva dosis de ternura la beso con fuerza, avisando que la próxima ronda de amor está a punto de comenzar otra vez.
No me interesa que nadie nos oiga... Aunque me encantaría que sus gemidos y mis gruñidos se oyeran por todo Wano Kuni, sólo para que sepan que ___ es mía y de nadie más... Para siempre.
FIN
Lu: Veo que tendrás una vida larga, Luke... Pero también sufrirás a lo largo de ésta.
Luke: Eso es genérico. Esas palabras aplican tanto a Doflamingo como a Crocodile, Katakuri, Perospero, Luffy, etc.
Lu: ¡Aún no termino de ver tu futuro! Ejem... Veo que encontrarás el amor...
Luke: Alguien pidió un shot de ___ masculino con el que me gusta. Literalmente estás viendo el puto guion para saber mi futuro.
Lu: ¡VEO QUE TE VOLVERÁN A PARTIR EL CULO POR IDIOTA!
Luke: ¡Maldita mugre de dos patas! ¡Ven para acá, que voy a estrangularte!