Penúltimo capítulo
Cuando Louis y Harry llegan a casa ese día, Johannah los espera sentada en el sofá. Harry siente que algo va mal enseguida.
—¿Qué sucede, mamá? —Pregunta Louis con seriedad. Johannah tiene una expresión igual de seria.
—Tomen asiento. —Exige. El corazón de Harry comienza a acelerarse, mientras Louis lo conduce hasta el sofá.
—¿Qué ocurre? Me estás asustando. —Dice Louis con preocupación mientras aprieta la mano de un muy preocupado Harry.
—He decidido sustituir a Harry. —El corazón de Harry parece detenerse justo en el momento que las palabras de Johannah salen de su boca.
—¡¿Qué?! —Exclama Louis, un poco furioso—. ¿Acaso estás bromeando? No es gracioso, mamá. Esto no es divertido, lo advierto... —Johannah lo interrumpe, igual de hostil.
—No es una broma. De hecho, ya contraté a una nueva mucama. —Los ojos de Louis se amplían con horror al escuchar eso.
—¡Pero ese es el puesto de Harry! ¡No vendrá una chica desconocida a tomar su lugar dentro de esta casa, eso es un insulto! —Johannah frunce el ceño ante la molestia de su hijo, y es consciente de que Harry está a punto de llorar mientras permanece en silencio.
—Sin discusión, Louis. Ayer entré a la habitación de Ross, y casi piso su excremento, ya que está por todo el lugar. ¿Cuándo fue la última vez que Harry limpió las ventanas, o la última vez que limpió los peldaños de las escaleras? —Louis está a punto de responder, pero Johannah lo interrumpe enseguida—. Veo que Harry no está cumpliendo con su trabajo últimamente, ya que tú constantemente lo llevas a pasear en su horario de trabajo, no tengo que estar en casa para saberlo. Eres una gran distracción para Harry, ayer tu padre no encontró calcetines limpios para usar.
—Realmente lo siento. Haré todas las tareas del hogar, yo... —Las palabras de Harry quedan atrapadas en su boca cuando Johannah lo interrumpe, viendo lo afectado que está con la noticia.
—Ya no hay vuelta atrás. Mañana se incorpora la nueva mucama. —Louis hierve de la impotencia.
—Madre, con todo el respeto que te mereces, no puedes hacer con Harry lo mismo que has hecho con todas las mucamas anteriores. ¡Es mi novio! ¡No puedes sustituirlo así! —Johannah pone los ojos en blanco, y las lágrimas de Harry ganan la lucha por salir a flote.
—Fue mi decisión. —Dice con firmeza—. Necesito mi casa limpia y ordenada, y Harry no está cumpliendo con esa tarea últimamente.
—Pero sabes que necesita el empleo, no puedes despedirlo. —Dice Louis con indignación, viendo que Harry es incapaz de hablar, siendo un lío de lágrimas.
—Sé que necesita el empleo, pero lamentablemente no puedo tener un empleado que no cumpla sus deberes. —Louis no puede creer el comportamiento de su madre con respecto a Harry. Ella sabe lo mucho que significa para Louis, sabe lo mucho que Harry necesita el empleo, y sobre todo, sabe que Harry solo cuenta con ellos.
—¿A dónde piensas que irá? —Pregunta Louis con desesperación, apretando la mano de Harry, deseando que deje de llorar.
—¿Acaso he mencionado que debe irse? —Ambos chicos miran a Johannah con expectación. Harry siente cómo su corazón vuelve a latir—. Sólo mencioné que habrá una nueva mucama.
—¿Qué quieres decir? ¿Entonces Harry puede quedarse en casa? —Pregunta Louis con esperanzas. Johannah observa a Harry con adoración, sintiendo un poco de culpa al ver su rostro empapado en lágrimas, antes de levantarse del sofá y sentarse en medio de los dos chicos, envolviendo al menor en un abrazo.
Harry la abraza muy fuerte, apoyando la cabeza en su hombro, dejándose querer por la mujer que ahora mira como su madre.
—Por supuesto que puede quedarse, me ofende que hagas esa pregunta. —Dice, respondiendo la pregunta de Louis—. Eres parte de mi familia ahora, esta es tu casa, te amo como un hijo más, y yo jamás te abandonaría como lo hicieron tus padres. Por supuesto que no te dejaré ir, cariño. —Acaricia la mejilla húmeda de Harry antes de besar su frente.
El corazón de Harry se hincha ante las palabras de la mujer. Ella es un angel. Un angel que Dios puso en su camino para darle amor de madre.
—No tienes que trabajar más, amor. Me siento honrada de llamarte hijo y velar por ti, no tienes que sentir la necesidad de pagarme nada. Ahora tendrás clases privadas igual que Louis, pero separados porque quiero que ambos se graduen con excelentes notas.
La alegría se hace notar en el rostro de Harry. Sus ojos brillan de la emoción, y no puede contenerla. Tener una carrera universitaria ha sido el sueño de toda su vida, añora tener la posibilidad de estudiar y graduarse. Se lanza sobre ella, besando sus mejillas y su frente, múltiples veces.
—Gracias, gracias, gracias. —Repite mientras deja besos por todo su rostro. La mujer sólo se ríe ante la genuina reacción del chico, sintiendo nada más que cariño y adoración.
Louis sonríe ampliamente, sintiéndose aliviado y extremadamente agradecido con su madre por aceptar a su novio y quererlo de la manera que lo hace. No puede pedir más. Y no siente celos de Harry, porque sabe lo mucho que el menor necesita una figura materna en su vida. Está más que feliz de compartir el amor de su madre con él.
Harry no deja de sonreír una vez que entra en su habitación, danzando con alegría. Louis camina detrás de él, completamente enamorado y embelesado. Éste definitivamente es su Harry favorito. Cuando está feliz y radiante.
Louis cierra la puerta de la habitación mientras Harry salta sobre la cama, soltando risitas que contagian a Louis.
—¿Te he dicho lo mucho que amo a tu madre? ¡Porque la amo mucho! —Exclama, tirándose hacia atrás, cayendo de espalda. Louis asiente con la cabeza mientras toma asiento en la cama del menor.
—Sí, lo has dicho. Aunque todavía te comportas tímido frente a ella. —Harry hace una mueca.
—Sólo temo molestarla demasiado. —Louis sacude la cabeza.
—No la molestas, ya la has escuchado. Ella te ama. —Harry sonríe, suspirando profundo.
—Me he quedado sin empleo. —Louis se encoge de hombros.
—Fue mi culpa, lo siento. —Dice, sin sentir culpa realmente. Harry pone los ojos en blanco.
—Sí, ahora por eso acabas de perder el baile que tenía planeado para ti. —Louis abre la boca, actuando como indignado, y Harry suelta una carcajada al verlo.
—Te acabo de quitar un gran peso de encima, además, odiaba verte limpiar.
—Nunca dejarás de verme limpiar, Louis. Amo la limpieza.
—Sí, pero ahora con una nueva mucama ya no tendrás que limpiar de esa manera tan compulsiva. —Harry levanta una ceja.
—Voy a ayudarla en lo que necesite, y voy a limpiar mi propia habitación. —Louis pone los ojos en blanco, sabiendo que no tiene caso discutir con Harry sobre cuestiones de limpieza.
—Como digas, chiquito. Ahora vamos, quiero ver ese baile desde hace mucho tiempo.
—Oh, pero justo ahora tengo mucho sueño Louisss. —Se queja, fingiendo un bostezo. Louis frunce el ceño.
—De acuerdo, que tengas buenas noches. —Louis se pone de pie, y Harry se inclina sobre sus codos para mirarlo con un puchero.
—Duerme conmigo. —Pide, sacudiendo sus pestañas más de lo habitual.
—¿Por qué? Tú no quieres bailarme.
—¡Me da mucha pena, Louisss! —Responde, alargando la s. Louis se cruza de brazos.
—Lo prometiste en el carro. —Reprocha.
—Bien. De acuerdo. —Dice, poniéndose de pie y corriendo hacia el baño. Louis se sorprende.
—¿Qué haces? —Pero en ese momento Harry cierra la puerta del baño, dejando a un Louis muy curioso afuera.
—¡Toma asiento! —Grita desde adentro. Louis siente mariposas en el estómago, y toma asiento en la cama, justo frente a la puerta del baño.
Louis observa sus manos, y sus uñas, dándole tiempo a Harry de salir del baño. Y realmente Louis se siente tan ansioso como un niño esperando por la piñata. Harry se toma mucho tiempo, y es desesperante.
Unos minutos pasan, cuando una música resuena en la habitación, y Louis sabe exactamente cuál es la canción. Es Milshake, y todavía recuerda a Harry bailando en el jardín con mucha gracia. Ese día Louis sintió un extraño sentimiento por el chico de cabello rizado y sus movimientos sensuales. No quería admitirlo, pero causó un efecto en él, o en su entrepierna, de hecho. Y Louis nunca contó las veces que Harry causó el mismo efecto, por miedo, o quizás por vergüenza. Pero ahora no tiene que ocultar nada, es orgullosamente gay, y orgullosamente novio de ese chico rizado que lo atrapó desde el primer encuentro.
La puerta del baño finalmente es abierta, Louis toma una larga respiración, y entonces una pierna con un pie perfectamente en punta, sale de ella. Louis reconoce las medias de encaje que Harry quiso comprar aquel día, y que nunca utilizó, hasta ahora. Su pierna perfectamente moldeada se ve hermosa en esas medias, joder, Louis comienza a removerse en la cama.
Harry finalmente sale del baño, vistiendo las medias rojas de encaje, y una braga de lentejuelas roja con el nombre de Louis en la parte delantera con lentejuelas doradas. Louis traga saliva. Harry también sostiene una paleta en su mano derecha mientras baila, casi de manera erótica, moviendo sus caderas ritmicamente con la canción. Sus labios están más rojos de lo normal, lo que significa que Harry usó brillo labial. Su torso está descubierto, bañado en brillantinas. Luce hermoso, perfecto ante los ojos de Louis. Su chico brilla más que cualquier otra cosa que tenga brillo. Sus mejillas no necesitan rubor falso, ya que Harry está adorablemente sonrojado desde que salió del baño. Chiquito.
La música sigue sonando, y Harry se inclina, tocando la punta de sus pies, dándole una fabulosa vista a Louis de su pequeño pero hermoso trasero, y la decoración de la braga por la parte de atrás lo deja boquiabierto. Hay una flecha apuntando hacia abajo, decorada con lentejuelas plateadas con bordado negro. Harry menea su trasero en esa misma posición, flexionando sus rodillas y volviendo a la posición inicial, y Louis ya siente la presión en sus pantalones a punto de reventar el cierre. Harry estuvo preparando todo esto, y es notable. Nada de esto pudo haber sido improvisado.
Cuando vuelve a erguirse, su cabello se acomoda de manera hermosa, cayendo sobre su frente, luciendo condenadamente sexy, y lindo a la vez.
Comienza a deshacerse de las bragas, burlándose un poco de Louis al mostrar sólo un poco de su trasero antes de volver a colocarla en su lugar, todo este tiempo lamiendo y mordiendo la paleta. Finalmente saca la braga, resbalando por sus pies, y la respiración de Louis se atasca en su garganta cuando Harry arroja la braga hacia él. Le da la espalda, ahora vistiendo únicamente las medias de encaje que deja ver su trasero a través de los orificios de la tela. Harry nunca había hecho nada como esto, se siente muy abochornado, pero no lo deja notar.
En una parte de la canción, se sienta sobre el regazo de Louis, moviendo sus caderas sensualmente y frotándose descaradamente con su bulto, posicionando su trasero sobre él, justo en el medio de sus glúteos. Louis sisea, y lleva sus manos a su cabeza, sintiéndose enloquecer ante la increíble sensación y su muy obvia excitación.
Entonces no aguanta más, sostiene las caderas de Harry y lo levanta de su regazo, dándole vuelta y tumbándolo sobre la cama. Harry suelta un suave grito ante el inesperado movimiento de Louis, y muerde la paleta, sacudiendo sus pestañas con inocencia, lo que lleva a Louis al limite. Abre las piernas de Harry completamente, y arranca la tela de las medias, justo en medio de sus piernas para tener esa zona al descubierto, completamente expuesto.
—Amaba estas medias. —Dice con un puchero—. Ahora tendré que coserlas. —Sonríe antes de dar otro lametazo a la paleta.
Louis enloquece cuando Harry toma esa actitud descarada y coqueta. Rápidamente corre hacia la puerta para colocar el seguro, y enseguida se deshace de sus pantalones, con mucha desesperación. Cuando vuelve a colocarse en medio de las piernas del menor, Harry sonríe con la paleta aun en la boca. Louis no puede esperar más, ni siquiera se preocupa por usar condón. Quiere sentirlo como nunca antes.
Lo sujeta de las piernas y lo atrae hasta la orilla de la cama, dejando su trasero levantado. Louis abre los ojos como platos al ver la entrada húmeda de Harry.
—¿Ya estás...? —Lo deja sorprendido. Harry se encoge de hombros.
—Tengo que prepararme antes del baile. —Dice con fingida inocencia. Ya se había embarrado de lubricante antes de colocarse las medias y la braga, sabiendo cómo terminaría todo. Muy astuto.
—Te amo tanto. —Dice mientras se inclina lo suficiente para besarlo.
Harry envuelve las piernas alrededor de la cintura de Louis, atrayéndolo a él para sentirlo más cerca. El sabor dulce se hace presente, y Louis se deleita con su sabor, mordiendo su labio inferior con suavidad, tirando de él un poco para después chuparlo. Harry suelta un gemido y se retuerce en la cama, elevando las caderas para sentir alivio al rozar con el abdomen de Louis.
—Lo siento, amor. Tu baile me prendió demasiado, no puedo ser delicado esta vez. —Murmura entre besos. Harry aruña su espalda y aprieta el agarre de sus piernas.
—Entonces no lo seas. Me gusta duro. —Louis sonríe complacido, y un poco sorprendido. Nunca ha sido duro con Harry, pero siempre olvida que Jacob fue primero.
Louis puede superarlo, por supuesto. Siempre fue duro con sus novias, y con todas las chicas con las que estuvo. Jacob no le causa celos en absoluto, pero quiere superarlo en la mente de Harry.
Deja de besarlo, y levanta las piernas de Harry colocando sus pies sobre sus hombros, teniendo un mejor ángulo de su entrada. Louis se acomoda, haciendo presión con su punta, y disfrutando la vista cada vez que Harry se abre solo para él. Observa cómo lame la paleta mirándolo fijamente a los ojos, y eso es todo lo que necesita para dejarse ir dentro de él, hasta el fondo, duro. Louis comienza un vaivén muy rápido, tomando las caderas de Harry para mantenerlo en su lugar y adentrarse profundamente en su interior, sacándole gemidos que son silenciados por la paleta que Harry muerde con tanto deseo.
Mirarlo de esa forma es demasiado satisfactorio. Dejaría que se acabe una caja completa de paletas sólo para mirarlo mientras lo hace de la manera que sólo él sabe hacer.
Louis suda de una deliciosa manera mientras continúa el vaivén cada vez más rápido y duro. Joder. La manera en que aprieta su entrada cuando Louis está en su interior lo lleva al cielo de ida y vuelta. Sostiene sus dos piernas, juntándolas en el aire, mientras lo embiste fuerte. Harry disfruta. De alguna manera, disfruta ser tratado de manera brusca. Lo calienta mucho.
Cuando tiene suficiente de esa posición, Louis sostiene sus caderas y lo gira sobre la cama, quedando con el trasero hacia el techo. Louis lo levanta, hasta que queda en cuatro, y Harry enseguida mueve su trasero, provocando a un desesperado Louis, quien rápidamente se encarga de darle lo que quiere, rasgando más la tela de las medias y hundiéndose en él, inclinándose un poco para besar y morder su espalda. Harry no deja de quejarse y gemir su nombre cada vez que golpea su próstata, sintiéndolo por completo, sintiéndose lleno y satisfecho. No tiene necesidad de tocarse para comenzar a soltar el líquido preseminal debido al placer.
Louis gruñe y maldice, subiéndose sobre Harry hasta tumbarlo de nuevo, aplastándolo. Sus movimientos demuestran su desesperación y deseo. Con dos embestidas más contra su próstata, se libera en su interior, sin dejar de moverse. Harry mueve sus caderas y aprieta sus entrañas, recibiendo gustoso la descarga del mayor, sintiéndose completamente inundado. Sus piernas chorreando porque en su trasero no hay espacio suficiente.
—Eres tan caliente, joder. Te amo. —Dice Louis entre jadeos.
Harry sonríe, orgulloso de sí mismo. Se siente bien. En paz. Liberado. Amado.
Una vez que Louis sale de su interior, rueda hasta quedar a su lado. Harry queda en la misma posición, boca abajo, mirándolo con una expresión cansada y sonriente.
—Amor, te pedí una cita en el psicólogo. —Louis rompe el silencio. Harry inmediatamente deja de sonreír. Éste no es un buen momento para decir algo así, Harry piensa lo peor.
—¿Crees que estoy loco? —Pregunta con preocupación. Louis sonríe con cariño.
No considera que Harry esté loco, en absoluto. Pero siente la inmensa necesidad de ayudarlo a superar todos sus traumas del pasado, de otra forma que no sea llenándolo de cumplidos a cada hora. Aunque sabe que Harry disfruta ser tratado así, sin embargo, Louis sabe que sólo su apoyo no es suficiente para repararlo. No puede arreglar todo el pasado de Harry con algunas palabras bonitas. El comportamiento de Harry frente a otros hombres no es normal, ese miedo irracional sigue allí a pesar de tener el apoyo y la compañía de Louis.
—No. Claro que no. Sólo quiero ayudarte a ser completamente feliz. Te quiero libre de traumas y miedos. —La expresión torturada de Harry cambia a una de alivio.
—De acuerdo. —Vuelve a sonreír—. Pero quiero que me acompañes.
—Iba a acompañarte de todos modos.—Responde, guiñando un ojo.
Harry suspira profundo, y luego recupera la paleta para terminar con lo poco que falta. Louis lo mira embelesado, antes de propinarle una nalgada. El menor se queja enseguida.
—¡Hey!
—Simplemente deja de provocarme, amor. —Responde simple, encogiéndose de hombros. Harry pone los ojos en blanco.
—Aguafiestas. Vamos, acabamos de empezar. —Dice travieso, colocándose en cuatro nuevamente.
Louis suelta un bufido, deleitándose con la vista.
—Vas a matarme, chiquito. —Y Harry sacude las pestañas con inocencia, mientras levanta más el trasero y oculta su sonrisa con la paleta.
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Volví ❤❤❤❤ Este es el penúltimo capítulo 😣😢 espero que lo hayan disfrutado.
Capítulo dedicado a:
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¿Parte favorita? ¿Qué esperan del final? 😏👬🌈 Quiero leerlos. Voten, comenten ❤
Mi próxima historia será Alfa-Omega verse 🐺😍 la empezaré al terminar Houseboy! No me iré lejos 😘
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