*narra Rocío*
Ya nos hemos despedido las tres de todos nuestros compañeros. Creo que ya no me quedan lágrimas para derramar. Nos han metido en una furgoneta y nos han dicho que nos llevarán a la estación de tren, donde estarán nuestras familias para acompañarnos a casa. Al cabo de diez minutos ya hemos llegado a nuestro destino. Demasiado pronto, no puede ser que la estación esté tan cerca.
Conductor: Coged las maletas y bajad de la furgoneta. Os espera una sorpresa.
Le hacemos caso y nos encontramos delante de una puerta idéntica a la de la residencia. Pero allí nos está esperando Eva, la presentadora del programa.
Claudia: ¿Estamos otra vez en la residencia?
Rocío: ¿Qué está pasando?
Eva: Estáis en una residencia igual, pero aquí no os vais a encontrar a las mismas personas.
Teresa: No estoy entendiendo nada...
Eva: Vamos a ver. Esto es algo que solo saben los eliminados. Cada vez que un aspirante es eliminado en vez de volver a su casa le traemos aquí, a otra residencia donde continuaréis vuestro aprendizaje. Dentro de nada, os vais a reencontrar con Lucia, Marco y Daniel. La condición es que no le podéis decir esto a nadie, es un secreto del programa. Y a parte de encontraros a los aspirantes, os encontraréis con algunos familiares de los aspirantes y ex aspirantes, pero nuestros aspirantes no saben que sus familiares están aquí.
Claudia: ¿Y por qué hacéis todo esto?
Eva: Porque no queremos que desaprovechéis esta oportunidad, todos tenéis que disfrutarla por igual, aunque sea fuera del concurso.
Rompo a llorar. No me lo puedo creer. Pues sí, me quedaban algunas lágrimas, pero estas son de felicidad. Teresa, Claudia y yo abrazamos a Eva sin descanso. Hasta que nos invita a entrar y el comedor está lleno de gente para recibirnos, pero yo solo me fijo en un chico que es clavado a Mendicuti.