Pedido de dragomago3 (Anotado el 17 de Marzo del 2023)
—¡Izquierda! ¡Derecha! ¡Izquierda! ¡Derecha! —Exclamó ___ mientras trotaba marcando el ritmo de todo su pelotón.
—¡Izquierda! ¡Derecha! —Repetían los reclutas, siguiendo ordenadamente a su líder.
—¡Smoker! —Gritó el general, observando de reojo al peliblanco con una sonrisa de burla. —¡Te estás quedando atrás!
—(¡¿Por culpa de quién será, bastardo?!) —El cadete aceleró apenas su trote con su rostro enrojecido.
—¡Es suficiente! —Gritó el general mientras se detenía. Su orden hizo que el resto de los soldados dejasen de trotar. —Pueden retirarse a sus camarotes.
—¡Ya era hora! —Susurraron algunos, aliviados de poder descansar.
—¡Smoker! ¡Sígueme! —Ordenó ___, provocando que el peliblanco apretara los dientes con fuerza.
—...Sí, señor... —Podía sentir las miradas de los demás cadetes a sus espaldas.
En completo silencio caminaron por el gran cuartel, sus pasos resonaron en el pasillo apenas las botas hicieron contacto con las lozas. Las blancas paredes les dieron la bienvenida, al igual que los murmullos que provenían de las oficinas de otros de alto mando, especialmente coroneles, tenientes y, por supuesto, el general.
—Pasa. —Dijo ___, abriendo una oscura puerta de madera.
Smoker no pudo evitar estremecerse ligeramente mientras se adentraba en aquella habitación en penumbras... Sabía que en ese lugar ocurrirían cosas que podrían provocar un gran escándalo si alguien llegara a enterarse... Sería el fin de su reputación como un tipo rudo y duro... Sus más oscuros secretos se escondían en las sombras del cuarto.
—Hoy tu desempeño trotando no fue muy bueno, Smoker. —Dijo ___ mientras cerraba la puerta tras el peliblanco, echando pestillo para asegurarse que nadie pudiera entrar... Aunque nadie lo haría sin su permiso.
—¿Por qué será, imbécil? —Preguntó Smoker, apretando fuertemente sus puños mientras apartaba la mirada.
—Vaya... Tan solo llevas unas horas así y ya estás insultando. —Sonrió el peli___ (c/c) mientras caminaba a su escritorio y se sentaba en el sillón, observando con una sonrisa de burla al soldado. —¿No has olvidado tu posición... "Baby"?
—¡Que no me llames así! —Gritó avergonzado Smoker.
—Te estás portando muy mal hoy... Creo que debes aprender la lección. —La sonrisa de su rostro se hizo más grande mientras llevaba una de sus manos al bolsillo de su pantalón, haciendo palidecer a Smoker.
—¡No te atrevas...! —Intentó advertir.
De repente el rostro del peliblanco se tiñó de rojo y su cuerpo entero comenzó a temblar, provocando que sus piernas fallaran y teminase por caer de rodillas al piso, apoyando sus manos en la alfombra del cuarto para asegurarse de no golpear su cabeza. Su respiración se volvió pesada, sus dientes mordían fuertemente sus labios, intentando acallar los sonidos que desesperadamente intentaban brotar de su garganta.
—Ghh... —Un ligero gruñido salió de su boca.
—¿Realmente crees estar en posición de desafiarme, baby? —Preguntó ___ mientras sacaba del bolsillo su celular, el cual tenía la pantalla encendida. —¿Acaso se te ha olvidado quién soy yo?
—Jódete... —Respondió Smoker, sintiendo que saliva caía por la comisura de sus labios.
—Antes eras tan dulce, Smoker... —Suspiró ___, caminando hacia el peliblanco, quién seguía encogido en la alfombra. —Pero parece que el ejército realmente termina por cambiar a cualquiera.
—Mierda... —Susurró el soldado, apegando su rostro a la alfombra, apoyando su frente en la tela.
—No te he dado permiso para apartar la mirada, baby... —Dijo ___, presionando un botón en la pantalla de su celular y provocando que el peliblanco se retorciera en el piso. —Levanta la cabeza.
—¡Mmmhh..! ¡Ugh...! —Gruñía Smoker, apoyando una de sus manos sobre la tela de su pantalón... Para ser precisos, en la erección que había crecido en éstos.
¿Acaso estás ignorando las órdenes de tu Daddy? Parece que tendré que castigarte aún más. —La voz de ___ se hizo más grave al pronunciar aquel apodo que alguna vez Smoker usó para llamarlo.
A pesar de dolerle el orgullo, Smoker elevó la mirada, encontrándose con la sonrisa sádica de su general. Si lo hubiera conocido en el ejército, el único sentimiento que tendría hacia él sería asco y terror puro... Pero las cosas no eran así... Llevaban años siendo pareja, en una relación que había comenzado como una fantasía sexual por parte de ambos... Una fantasía que ninguno de ellos estaba dispuesto a dejar atrás, aunque eso lastimase el ego del peliblanco.
—No... No desobedeceré... —Gruñía Smoker, temblando de placer.
—¿No qué? —Preguntó ___, usando su bota para apoyarla en el mentón de Smoker y obligarlo a elevar aún más la mirada.
—No... "Daddy"... —Respondió avergonzado.
Si bien le gustaba mucho seguir con aquella fantasía sexual en la cual era el pasivo de la relación, no podía negar que le avergonzaba de sobremanera llamar a su pareja de esa forma... ¡Ya no era un debilucho que se escondía tras la sombra de ___! ¡Ahora era un soldado prometedor que comenzaba a escalar en los peldaños del ejército!
—Je... —Resopló divertido ___, observando que los pantalones de Smoker comenzaban a humedecerse ligeramente. —Parece que el juguete que le pedí a Vegapunk funciona mejor de lo esperado.
—¡¿Se lo pediste a él?! —Rugió furioso Smoker.
—No te di permiso para levantarme la voz, baby... —Volvió a apretar otro botón en su celular, provocando que Smoker soltara un gemido que apenas logró acallar al morder nuevamente sus labios.
—Ya... Basta... —Susurró temblando de placer.
—Yo digo cuándo es suficiente... Y aún te estás resistiendo, así que no es suficiente.
___ dejó el celular en el escritorio y se acercó a Smoker, agachándose y tomándolo de la barbilla para elevar su rostro hasta su altura, quedando ambos frente a frente. El peliblanco mordía sus labios mientras intentaba contener sus gemidos, su cuerpo entero temblaba y sus manos cubrían la zona de su entrepierna por sobre el pantalón.
—Déjame verte, baby. —Dijo ___ sonriendo. —Aparta las manos.
Sabiendo que, si no obedecía, ___ aumentaría nuevamente la intensidad de aquellos aparatos desde su celular, apartó a regañadientes las manos, dejando a la vista un humedecido bulto en su pantalón militar. Pudo ver de reojo que el general se relamía y apoyaba con cuidado su bota sobre aquella erección, empujando ligeramente, provocando que Smoker tuviera que morder con más fuerza su labio.
—Realmente funcionan muy bien... —Sonrió de lado. —Y tengo que admitirlo, baby... Me sorprendiste mucho al ver que pudiste seguir con el día fingiendo que todo estaba bien... ¿Cómo pudiste mantenerte tan tranquilo? No apagué en ningún momento estos pequeños juguetitos...
—Ugh... —Gruñó, aguantando a duras penas los gemidos. —Duchas heladas... Pensar en ejercicios agotadores... Trotar... Cualquier cosa que mantenga la mente ocupada...
—Nada mal... Se nota que tienes una gran fuerza de voluntad como para aguantar... Pero ya no necesitas hacerlo más, ahora que estamos solos. —Susurró, sacando su lengua y lamiendo los labios del peliblanco. —No hay nadie que pueda vernos u oírnos...
Los dedos de ___ descendieron lentamente hasta el pantalón de Smoker, abriéndolo pausadamente y adentrando su mano en la tela, apretando aquella húmeda erección que tanto palpitaba y temblaba gracias a los artefactos que le había pedido a Vegapunk como favor. Apenas sacó la virilidad del peliblanco, pudo ver que estaba cubierta de semen, el cual seguramente había expulsado apenas entró en la oficina del oji___ (c/o).
—Que ternura, baby... No pudiste aguantarte. —Con delicadeza acarició el tronco de la erección, pasando entre los tres pequeños vibradores encendidos que estaban atados con cuidado a su virilidad.
—Cállate... —Susurró avergonzado Smoker.
—Parece que aún no has aprendido tu lección, baby... Es una lástima. —___ retrocedió hasta el escritorio, tomando nuevamente su celular.
—¡Espera! ¡No...! —Intentó suplicar.
Su espalda se arqueó de golpe al sentir que los vibradores subían de potencia, llenando de placer su erección. Debió morder aún más fuerte su labio al sentir que su cuerpo entero se estremecía de satisfacción y sus caderas comenzaban a moverse solas, buscando desesperadamente tener relaciones para poder aliviar aquella tortuosa sensación que era estar al borde del orgasmo y no poder alcanzarlo.
—¿Qué quieres, baby? —Preguntó sonriendo ___, observando a Smoker. —Dilo claramente y te perdonaré por insultarme.
—...Quiero hacerlo... —Susurró Smoker, aguantando los gemidos.
—¿Qué? —Su sonrisa se ensanchó. —Dilo más fuerte, baby... Que no te escucho.
—¡Quiero hacerlo! —Exclamó, encorvando su espalda hacia adelante por el placer.
—¿Hacerlo? No te entiendo... ¿Y con quién? —___ sabía que su amado no soportaría más.
—¡Quiero que me cojas de una puta vez, maldito daddy! —Exclamó Smoker, dejando salir su semilla y manchando la alfombra.
—Realmente el ejército te ha vuelto más orgulloso. —Rió el peli___ (c/c). —Debería seguir castigándote por tu lenguaje conmigo... Pero supongo que puedo hacer una excepción por esta vez, tomando en cuenta que aguantaste todo el día sin correrte con esos vibradores puestos... ¿Qué dices, baby? ¿Qué debería hacer?
—Bastardo... —Susurró avergonzado, observando que ___ se apoyaba en el escritorio y abría su pantalón, dejando a la vista su erección.
—Ya lo sé. Si baby me hace un buen oral, daddy cogerá a su baby... Es bastante justo, ¿no lo crees? —Su sonrisa sádica volvió a hacerse presente. —Yo creo que es un buen trato.
Incapaz de luchar contra sus más bajos instintos y la desesperación por finalmente volver a hacerlo, se acercó a ___ y adentró de golpe su virilidad en su boca, provocando un ligero estremecimiento por parte del general. Las manos del peli___ (c/c) rápidamente se posicionaron sobre los cabellos blancos del soldado, obligándole a mantener quieta la cabeza mientras comenzaba a embestir en su cavidad bucal.
—¿Quién diría que el orgulloso soldado Smoker es tan bueno dando orales a su general? —Preguntó con burla ___ mientras embestía en la boca del peliblanco.
—¡Ga... Gállage! —Intentó decir Smoker, pero apenas era capaz de pronunciar alguna palabra al tener su boca siendo invadida por aquella virilidad.
—Cállame, baby. —Se burló ___, embistiendo sin parar.
Las manos de Smoker se apoyaron en los muslos de ___ para mantenerse erguido mientras su boca seguía siendo invadida por la virilidad del mayor. De vez en cuando podía sentir el glande de su "Daddy" golpeando su campanilla, provocando que lágrimas brotasen de sus ojos... De repente se le dificultaba respirar. Permanecieron así durante casi un minuto, las penetraciones del general se hicieron más rápidas y fuertes, sus dedos se aferraban a la cabellera blanca del soldado para evitar que pudiera apartarse... Y finalmente soltó su esencia en su boca.
—No dejes que ninguna gota caiga, baby... No te doy permiso para desperdiciar nada. —Con algo de fuerza presionó su pulgar contra el mentón de Smoker, obligándole a mantener la boca cerrada. —Traga.
Enrojecido por someterse ante ___ y desesperado por finalmente hacerlo con él, comenzó a tragar su semilla... Era extremadamente cálida, parecía que le quemaría la garganta y el estómago, pero no fue así. Tras algunos segundos, el joven general le obligó a abrir la boca, observando satisfecho que ya no quedaba rastro de su esencia.
—Bien hecho, baby... Lo has hecho muy bien... —Susurró, besando dulcemente la frente de Smoker.
Sin esfuerzo alguno tomó a Smoker y lo obligó a levantarse, apoyándolo boca abajo en el escritorio y dejando completamente a la vista su posterior. El peliblanco sentía su rostro arder por la vergüenza, pero no dijo nada... No era momento de quejarse o nuevamente sería castigado por el hombre que llamaba "Daddy" a regañadientes.
—Un poco de lubricante no te vendrá mal. —Susurró ___, abriendo uno de los cajones de su escritorio para sacar una gran botella blanca.
—Bastardo... ¿También tienes aquí? —Preguntó Smoker avergonzado.
—Por supuesto... No querrías que destrozara esa hermosa entrada tuya apenas entrara, ¿cierto, baby? —Preguntó, poniendo algo de aquel frío líquido en su virilidad. —No me gusta que no me respondan... —Advirtió.
—No... —Susurró Smoker, sintiendo sus mejillas arder.
—¿No... Qué? —Sonriendo con malicia, adentró su virilidad de golpe, provocando un grito de placer por parte de Smoker.
—¡Daddy! —Exclamó como respuesta, sin poder contenerse.
—Je... Buen baby. —Besó su nuca para comenzar a moverse.
Su pelvis chocaba rítmicamente contra los glúteos del peliblanco, provocando que un erótico sonido se viera atrapado por las cuatro paredes de su oficina. Los vibradores seguían encendidos, aunque en una frecuencia más baja, por lo que la erección de Smoker no dolía tanto como antes... Pero aún así era una placentera tortura que no estaba seguro de querer seguir sintiendo.
—(Apágalos... Sólo alcanza el celular y apágalos...) —La mano izquierda de Smoker se dirigió lentamente hacia el teléfono del general, tanteando la madera para poder guiarse.
Cuando estaba cerca de conseguir aquel aparato, la mano izquierda de ___ se aferró fuertemente a su muñeca y dobló su brazo, obligándolo a mantener su dorso apoyado en la espalda, haciéndole una llave para asegurarse que no pudiera escapar de su agarre. Con la otra mano alcanzó el celular, tomándolo con cuidado mientras avanzaba ligeramente, asegurándose de no dejar espacio entre el cuerpo de Smoker y él.
—¿Querías esto, baby? —Preguntó con burla ___, observando la pantalla. —¿Qué querías hacer?
—A... Apagarlo... —Gimió el peliblanco, apoyando su rostro en la madera del escritorio.
—¿Que lo ponga a máxima potencia? Claro, baby. —Aquellas palabras alarmaron de sobremanera al soldado.
—¡No! —Exclamó entre gemidos. —¡Espera...!
___ apretó la pantalla de su celular y los vibradores comenzaron a hacer un ruido más fuerte de zumbido. Smoker abrió su boca para gemir con fuerza, pero el placer que sentía en esos momentos era tan grande que apenas lograba respirar... Su virilidad temblaba por aquellos aparatos y rebotaba ligeramente por cada embestida del mayor.
—Estás más apretado, baby... Parece que usar los vibradores fue una buena idea al final... —___ apoyó su nariz en el cabello blanco de Smoker, inspirando su aroma mientras embestía.
—Mierda... ¡Mhh..! —Gemía el soldado, apoyando su única mano disponible en la madera para evitar moverse.
—¿Sabes? Creo que te ves aún más lindo con esos nuevos músculos que desarrollaste, baby... —Besó su nuca nuevamente, aún embistiendo.
El escritorio rechinaba ligeramente, la luz del sol apenas iluminaba el estudio y aquel apasionado encuentro entre los amantes. La única fuente de luz que tenían en ese momento era la pantalla del celular, la cual mostraba que los vibradores estaban a máxima potencia. Complacido al ver a su pareja gimiendo al ser penetrado, ___ abrió la aplicación de fotografía de su teléfono y comenzó a grabar.
—Esto me vendrá bien cuando estés ocupado con tu entrenamiento, baby... —Rió ligeramente, aún embistiendo. —Deberías ver tu cara... Te ves tan adorable gimiendo con tu rostro enrojecido.
—Bastardo... Eso eres... —Susurró Smoker mientras gemía, observando de reojo al general.
—No, baby... Soy tu daddy y lo sabes más que bien... Aunque no te guste admitirlo. —Con aquella última frase, las embestidas de ___ se hicieron más profundas y bruscas.
El cuerpo de Smoker rebotaba ante las penetraciones del mayor, sus glúteos estaban ligeramente enrojecidos por los golpes de su pelvis, su frente estaba apoyada contra la madera del escritorio, las uñas de su mano derecha comenzaban a enterrarse en la madera mientras que las falanges de su mano izquierda formaban un puño. Podía sentir su muñeca ardiendo ante el agarre del mayor.
—(Esto es tan humillante...) —Gruñía Smoker, pero sólo se mentía a sí mismo... Sabía que eso no era humillante para él... Sino algo que había estado añorando y esperando desde su último encuentro, semanas atrás.
—Déjame ayudarte con esto... Porque falta poco... Y estás tan sensible, baby... —Los susurros de ___ hicieron que Smoker se concentrara nuevamente en lo que estaba pasando.
La mano libre de ___ se dirigió a la virilidad de Smoker y comenzó a acariciar en círculos su glande mientras que los vibradores seguían haciendo su trabajo. Lágrimas de placer asomaron de los ojos del peliblanco mientras que apretaba los dientes con fuerza, desesperado por acallar los gemidos que intentaban escapar de su garganta. De sus labios brotaban pequeñas gotas de saliva... Era incapaz de contenerse por más tiempo.
—Eso, baby... No te contengas más... Déjalo salir... —Susurró en su oído, mordiendo con coquetería su oreja.
Incapaz de soportar más las oleadas de placer que viajaban por todo su cuerpo, Smoker dejó salir un largo gemido a la vez que expulsaba su semilla, manchando el escritorio y el suelo de la oficina. Su interior apretó con fuerza y hambre la virilidad de ___, quien se movía cada vez más rápido mientras gruñía en voz baja. Tras algunos segundos y penetraciones más, el general también llegó al orgasmo y se permitió llenar la entrada del peliblanco con su esencia.
—Ya está... —Susurró ___ satisfecho, tomando su celular y apagando los vibradores.
Las piernas de Smoker fallaron por el placer y comenzó a deslizarse hacia el suelo. Antes que lograra golpearse contra el piso, ___ lo tomó en brazos y caminó hacia la silla de su escritorio, sentándose en ella mientras apoyaba a su amado en sus piernas, ofreciéndole un puro que tenía escondido en uno de sus cajones.
—¿En serio? —Preguntó sorprendido el peliblanco.
—Me gusta mimar a mi baby... Incluso cuando estamos en el ejército. —Sonrió tiernamente ___ mientras besaba su frente y encendía el puro. —Adelante.
Smoker tomó el puro con sus dientes y aspiró profundamente, disfrutando la quemante sensación del humo llegando hasta sus pulmones. Tras unos segundos, suspiró y dejó salir el aire que había contenido... Si había algo que siempre le había gustado hacer, era fumar después de una buena sesión de sexo... O siempre que tuviera oportunidad.
—Oye. —Dijo Smoker, llamando la atención de ___. —Pronto me ascenderán por mi desempeño.
—Lo sé. —Dijo sonriendo ___. —Te volverás un sargento porque te recomendé.
—¡¿Qué?! —Exclamó molesto el peliblanco.
—No porque seas mi baby, Smoker. —Continuó el oji___ (c/o). —He visto cuánto te has esforzado aquí en la milicia... Y te has ganado tu nuevo rango. —Sonrió con cariño, acariciando la mejilla de su amado. —Si sigues así, en algunos años tomarás mi puesto.
—Sólo espera, entonces... Cuando me vuelva general, yo seré tu "Daddy". —Sonrió retadoramente Smoker, observando a ___.
—Ya veremos si logras quitarme ese título, mi orgulloso "Baby". —Dijo ___, besando con amor la frente de su pareja.
FIN
Próximo Shot: Alfa!Shanks x Omega!Reader +18 (KarenCervantes219)
Smoker: ¡¿Qué mierda te pasa?! ¡¿Yo?! ¡¿Un pasivo?!
Crocodile: ¡Jajaja! ¡Y de paso llamando "daddy" a alguien!
Doflamingo: Veo que siempre pueden humillarte más, Smoker. Fuffufuffufu.
Smoker: ¡Cállate, bestia! ¡Y tú! ¡¿En qué mierda pensabas al escribir esto?!
Lu: Contentar a mis lectores, por supuesto.
Katakuri: Creo que es más preocupante saber que Vegapunk tuvo que usar su inteligencia para construir esos vibradores...
Lu: Nah, se lo pedí, pero se negó porque le daba mucho asco... Así que me puse a buscar en sus habitaciones...
Todos: ¡¿QUÉ?!
Lu: Varios de ustedes son unos enfermos por tener culos falsos y otro tipo de cosas que es mejor no revelar.
Mihawk: Mira que tú tienes un dakimakura, así que no tienes derecho de hablar.
Lu: Yo no le puse un pene de plástico a mi dakimakura, a diferencia de alguien...
Luke: ¡A mí no me miren!
Lu: No, a ti te miro porque fue en tu habitación que encontré los vibradores.
Katakuri: ...Enfermo de mierda.
Luke: ¡Eso es falso!
Ventus: Esperaba otra cosa de ti... Debiste ocultar mejor tus cochinadas.
Luke: ¡Y tú no la apoyes, tarado!