Una pequeña historia (One Pie...

By LucaDGropius

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En estos One Shot, Reader será lo que pida el lector (Duh). (No necesariamente del mundo de OP) Estas histori... More

Introducción
Smoker x Reader
Trafalgar Law x Reader
Mihawk x Reader
Buggy x Reader
Kid x Reader
Katakuri x Reader
Daddy!Smoker x Baby!Male!Reader (+18)
Doflamingo x Reader
Katakuri X Male!Reader
Sanji x Reader
Corazon x Reader (+18)
Usopp x Reader
Doflamingo x Reader
Marco x Reader
Katakuri x Reader
Chopper x Reader
Zoro x Reader
Luffy x Reader +18 (Parte 1)
Luffy x Reader +18 (Parte 2)
Doflamingo & Crocodile x Male!Reader (+18) (Parte 1)
Zoro x Reader
Basil Hawkins x Reader
Luffy x Male!Reader (+18)
Reiju x Reader
Zoro x Reader +18
Shirohige x Reader
Luffy x Reader
Crocodile x Reader
Cracker x Male!Reader
Perospero x Reader
Daddy!Crocodile x Baby!Reader +18
Sabo x Reader
Sabo x Reader
Alfa!Katakuri x Omega!Male!Reader +18
Alfa!Cracker x Omega!Male!Reader +18
Marco x Reader
Katakuri x Male!Reader +18
Law x Male!Reader +18
Sabo x Reader
Law x Male!Reader +18
Rob Lucci x Reader +18
Ichiji x Reader
Law x Reader +18
Perospero x Reader
Kanjuro x Reader
Alfa!Rob Lucci x Omega!Reader +18
Nico Robin x Reader +18
Sabo x Male!Reader +18
Doflamingo x Male!Reader
Ace & Sabo x Male!Reader +18
Zoro x Male!Reader +18
Buggy x Reader +18 (Parte 1)
Sanji x Reader +18
Yonji x Reader +18
Franky x Reader
Sabo x Reader
Smoker x Reader +18
Marco x Reader +18
Katakuri x Reader +18 (Parte 1)
Law x Reader +18
Sabo x Reader +18
Lucci & Kaku x Reader +18
Smoker x Reader (Parte 1)
Cracker x Reader (Parte 1)
Cracker x Reader +18 (Parte 2)
Kid x Reader +18
Shanks x Male!Reader (Parte 1)
Alfa!Katakuri x Alfa!Reader +18
Alfa!Ace x Omega!Reader +18
Daddy!Male!Reader x Baby!Luffy +18
Ace x Reader
Sabo x Reader +18 (Parte 1)
Reiju x Male!Reader +18
Ace x Reader +18
Ichiji x Reader +18
Ace x Reader +18
Kin'emon x Male!Reader +18
Zoro x Reader +18
Yonji x Reader (Parte 1)
Katakuri & Cracker x Reader +18
Luffy x Reader +18
Shanks x Reader
Usopp x Reader (Parte 1)
Mihawk x Reader +18
Zoro x Reader +18
Sanji x Reader
Katakuri x Male!Reader +18
Franky x Reader
Ace x Reader
Inazuma x Male!Reader +18
Killer x Reader +18
Alfa!Paulie x Omega!Reader +18
Akainu x Reader
Male!Reader x Luffy +18
SugarDaddy!Luffy x Male!Reader +18
Sanji x Male!Reader +18
Daddy!Male!Reader x Baby!Smoker +18
Alfa!Shanks x Omega!Reader +18
Alfa!Killer x Omega!Reader +18
Shanks x Reader
Ace, Luffy & Sabo x Reader +18 (Parte 1)
Luffy x Reader +18
Marco x Reader +18
Perospero x Reader +18
Page One x Reader +18
Ace x Male!Reader +18
Kizaru x Reader
Nami x Reader
Pell x Reader
Oven x Reader (Parte 1)
Ace x Male!Reader +18
Usopp x Reader +18
Chopper x Reader
Franky x Centaur!Reader
Sanji x Male!Reader +18
Zoro & Sanji x Reader +18
Sanji x Reader +18
Izö x Reader +18
Ace x Reader +18
Arlong x Reader +18
Alber x Reader +18
Alber x Reader (Parte 1)

Crocodile x Reader

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By LucaDGropius

Pedido de Naka_Chingu

Camino por el gran casino "Rain Dinners", utilizando mi traje de bailarina del desierto mientras sirvo el alcohol a los visitantes y guío a los nuevos turistas que vienen a apostar y, seguramente, a perder. Al principio me sentía incómoda trabajando en un lugar así, pero con el paso del tiempo me he sentido bastante a gusto. Tengo un horario flexible que me permite llevar una vida tranquila.

—¡Más alcohol, muñeca! —Grita un apostador ebrio.

—¡Voy! —Suspiro mentalmente ante aquel apodo.

Ningún trabajo es perfecto y este definitivamente no es la excepción. De vez en cuando hay clientes que intentan pasarse un poco con sus palabras o manos, pero mi jefe se toma muy en serio este tipo de situaciones, especialmente si me veo involucrada en alguna de ellas... Supongo que es porque soy... Bueno, ahora que lo pienso, no soy nueva ni muy antigua como otras chicas... ¿Por qué se preocupa tanto cuando se trata de algo relacionado a mí?

—Aquí tiene, señor. —Cada vez que hablo, el velo de mi rostro se mueve ligeramente.

—Gracias, belleza. —Observo que una de sus manos se acerca peligrosamente a mi cuerpo. Antes que pueda reaccionar, el establecimiento tiembla con fuerza.

—¡Que todo el mundo levante sus manos! —Oigo a la gente comenzar a gritar, así como compañeras mías corriendo en mi dirección para esconderse.

—¡¿Qué pasa?! —Detengo a una de mis compañeras, que me mira aterrada. —¡¿Asaltantes?!

—¡Piratas! —Grita, soltándose de mi agarre y volviendo a correr.

Me paralizo al ver una multitud de clientes corriendo en mi dirección, chocando conmigo y empujándome fuertemente. Intento arrastrarme desesperadamente hacia un de los pilares para evitar que esta marea de personas me arrastre o me hagan caer y pisoteen hasta una muy posible y horrible muerte.

—¡Entreguen todo! —Oigo como las voces gritan cada vez más cerca de mí.

Intento darme la vuelta para correr en dirección a la gente, pero siento que mi falda de bailarina es pisada y, entre los tirones, parte de ésta se rompe, dándome a entender que, si salgo de detrás del pilar, definitivamente caeré al suelo y seré pisoteada. Me aferro con más fuerza a mi escondite, hasta que la gente a mi alrededor se queda quieta.

—¡Tú! —Salto en mi lugar y abro los ojos de golpe, encontrándome de frente con hombre amenazante que lleva una espada en su mano. —¡Dame todo lo que tengas!

—N... No tengo nada... —Digo temblando. De repente recuerdo a mi jefe y un sentimiento de valentía llena mi corazón. —¡No pueden hacer esto! ¡Este establecimiento pertenece al Shichibukai Crocodile! ¡Cuando él llegue y los vea...!

No logro seguir hablando. Una muy fuerte bofetada me derriba, provocando que choque fuertemente con el piso; puedo sentir mi mejilla ardiendo con mas fuerza que nunca... Estoy segura que, incluso, estoy sangrando por culpa de los anillos que lleva puestos en la mano que utilizó para golpearme.

—¡Si vuelves a abrir la boca, voy a...! —Antes que pueda seguir hablando, oigo un ruido extremadamente fuerte. El hombre cae de golpe al piso y veo sangre brotar de un agujero en su cabeza.

Rápidamente me arrastro hasta una de las máquinas del casino, observando aterrorizada cómo se vierte aquel líquido carmesí sobre la alfombra roja del salón. Oigo pasos que se acercan a mí; levanto la mirada, aún sin poder dejar de temblar. Delante mío se encuentra un hombre de gabardina roja con una pistola en la mano y una sonrisa que deja en claro sus intenciones.

—(Debe ser el capitán...) —Trago seco.

—No te di permiso para golpear a esta bella chica, imbécil. —Cierro los ojos con fuerza cuando comienza a pisotear el cuerpo de su subordinado.

Siento que algo frío se apoya bajo mi mentón, obligándome a levantar el rostro y a abrir los ojos al dar la orden. Observo que en su otra mano ahora lleva desenvainada una espada, con la cual me apunta al cuello, mientras que guarda su arma de fuego en uno de los grandes bolsillos de su abrigo rojo de capitán.

—Sin duda eres una preciosidad. Ven conmigo. —Intento negarme, pero apenas logro abrir la boca cuando su voz me interrumpe. —Si intentas negarte, te cortaré ese delicado cuello que tienes.

Siento que me toma fuertemente del brazo, hasta el punto de dolerme su agarre. Me pongo de pie apenas tira, provocando que me queje de dolor, pero ese hombre ignora completamente mi sonido. Me quedo en silencio durante unos minutos, observando asustada a sus subordinados que siguen llevándose las joyas y dinero de los clientes del casino... Cuando mi jefe llegue, estará furioso...

—(¿Me salvará...?) —Aquella pregunta ronda por mi cabeza.

—¡Ya tenemos suficiente, bastardos! —Grita el capitán, sonriendo mientras aprieta su agarre, provocando que vuelva a quejarme. —¡Tenemos un gran botín y una buena mujer para hacernos compañía en nuestro viaje!

Intento tirar de mi brazo, pero siento nuevamente la espada en mi cuello. Miro con terror al hombre que me tiene agarrada... Me mira con desprecio, como si dijera "Una vez más que intentes soltarte y no dudaré en matarte como a un perro". Me estremezco y finalmente me rindo, sabiendo que ya no tengo escapatoria a mi terrible destino.

—Si aparece ese perro del gobierno mundial... —Siento que un sentimiento de ira me invade al oír cómo se refiere a mi jefe. —Llenémoslo de plomo. No hay nadie que pueda salvarse de una buena ronda de balas.

—(Mi jefe es fuerte. No podrán hacerle nada.) —A pesar de saberlo, no puedo evitar sentirme preocupada por él.

Soy arrastrada con fuerza hacia la salida, lágrimas caen de mis ojos por el dolor y miedo que siento en este momento... Puedo oír a mis compañeras gritando mi nombre desesperadamente, como si ello pudiera protegerme de estos piratas. Comienzo a despedirme de todo lo que me rodea, así como de la gente que llegué a conocer y apreciar en esta vida...

—¡¿Qué demonios?! ¡¿Una tormenta de arena aquí?! ¡Nos dijeron que no habían tormentas de arena en Rain Base! —Oigo exclamar al capitán.

Abro mis ojos un poco y me sorprendo al notar que hay un gran tornado de arena que se acerca cada vez más a nosotros. Siento que el capitán retrocede unos pasos, aún sin soltarme; entramos nuevamente al casino. Oigo gritos de exclamación cuando la arena comienza a entrar en el establecimiento, rodeándonos por completo.

—(Esta arena... Sólo puede ser controlada por una persona...) —Mi corazón se llena de dicha y alivio al saber que, finalmente, mi jefe ha llegado para poner las cosas en orden.

La arena comienza a juntarse a la entrada del casino, creando un pequeño torbellino de arena que termina por tomar la forma del hombre que tanto admiro y de quien me he enamorado... El dueño de este casino y de mi corazón... El salvador de Arabasta y la persona a quien le confiaría mi vida...

—¿Qué está pasando aquí? —Oigo esa voz rasposa y gruesa que me encanta.

—Crocodile-sama... —Susurro. El hombre que me tiene tomada del brazo logra oírme.

—¡Cállate, maldita perra! —Grito de dolor al sentir que se hace más fuerte su agarre.

Cierro los ojos con fuerza, sintiendo que lágrimas comienzan a brotar de mis ojos por el dolor. Estoy segura que está a punto de romperme el brazo... Y el dolor de mi mejilla aún es bastante latente, hasta el punto de saber que está aún sangrando un poco por aquel golpe. De repente, un susurro llega a mis oídos... Es esa voz.

—Cierra los ojos, ___... No los abras hasta que yo te diga. ¿Entendido?

A pesar de conocer esa voz mejor que nadie, siento un escalofrío de terror por alguna razón... Como si su dueño estuviera con sed de sangre. Obedezco su orden y aprieto fuertemente mis párpados, repitiendo una y otra vez que no puedo abrirlos bajo ninguna circunstancia. De repente oigo fuertes gritos a mi alrededor, los cuales parecieran ser de horror y dolor.

—¡Dios santo! —Oigo que grita una de mis compañeras.

De repente el agarre de mi brazo se afloja y siento que aquella mano que me tenía aferrada cae lentamente por mi extremidad hasta soltarme completamente. Temerosa de los gritos que me rodean comienzo a temblar... No sé qué está sucediendo, pero algo en mi interior ordena a todo mi cuerpo correr tan lejos y rápido como pueda... Ignoro esa voz, quedándome quieta y acatando el pedido de mi jefe.

—Que esto sirva de advertencia para cualquiera que intente dañar Rain Dinners o a mis empleados. —Oigo la voz de mi jefe, firme y tranquila a la vez... Como si nada hubiera pasado. —___, ya puedes abrir tus ojos. Sígueme.

Abro mis párpados, encontrándome con la espalda de mi jefe, el cual ya se encuentra caminando en dirección a su despacho. Apenas doy un paso cuando la curiosidad me gana y me doy vuelta, encontrándome con una horrible imagen a mis espaldas... Los piratas que habían asaltado el casino se encuentran en el piso, extremadamente heridos y con claros signos de deshidratación severa... Pero peor se encuentra el capitán, el cual pareciera ser un esqueleto que sólo se mantiene unido por la piel... Y no se mueve ni un milímetro.

—___. —Oigo nuevamente la voz de mi jefe llamándome. Rápidamente corro hacia él, acortando nuestra distancia.

Mientras avanzo observo hacia mi brazo, el cual se encuentra marcado por la mano y dedos de aquel pirata. Me arde, pero por lo menos no se ha inflamado, a diferencia de mi mejilla, que ya siento la piel ligeramente tirante... Seguramente mi jefe estará enojado conmigo por tener mi rostro deformado... No querrá que trabaje aquí por ahora. Finalmente entramos a un gran pasillo, el cual tiene escaleras que bajan hasta su amplio despacho con ventanas que dan al acuario con los Bananawani.

—Supe que les hiciste cara a esos tipos mientras no estaba. —Me sorprendo al oír su voz. Aún se encuentra dándome la espalda.

—S... Sí... —Digo en voz baja, agachando ligeramente la cabeza.

—Hiciste algo muy estúpido. Pudieron haberte matado y, por la cortada de tu cuello, casi lo hacen. —Llevo mis dedos hasta el cuello y me sorprendo al notar algunas gotas de sangre... Debe haber sido cuando apoyó la espada contra mí.

—Lo sé, pero... —Me interrumpe.

—¡No he terminado de hablar! —Cierro los ojos con fuerza al oírle gritar. —Si no hubiera sido porque llegué a tiempo, te habrían llevado y ahí sí que habrías deseado estar muerta.

Sigo oyendo durante varios segundos sus reprimendas, levantando su voz cada vez que hace énfasis en algún punto. Siento que lágrimas quieren brotar de mis ojos... Al principio logro aguantarlas bien... Pero luego no soy capaz de retenerlas más, por lo que comienzan a rodar por mis mejillas hasta estrellarse en el suelo. Finalmente él se da la vuelta, observándome y suspirando.

—Llegué a tiempo para salvarte... Pero no lo suficiente como para evitar que te dañaran. —Levanto la mirada y veo que se acerca a mí.

Observo que saca un pañuelo de su chaleco, el cual acerca con cuidado a mi rostro y lo apoya suavemente contra mi mejilla, comenzando a moverlo de arriba a abajo cuidadosamente, quitando la sangre poco a poco. Siento como si su mano acariciara mi rostro, por lo que no puedo evitar cerrar los ojos como reflejo... Me gusta esta sensación... Es cálida... Y me llena el corazón. Tras lo que parecieran ser micro-segundos, siento que se aparta de mi.

—Ya está... Tendré que mantenerte vigilada para asegurarme que tus heridas curen correctamente. —Aquel comentario hace que me sonroje de golpe y agache la mirada rápidamente.

Oigo su risa. Mi cara arde aún más que antes. —¿Así que te sonroja mi comentario, ___? —Cierro los ojos con fuerza, queriendo que me trague la tierra.

—Yo... —Intento decir, pero apenas suena un susurro.

—He estado pensando esto por un largo tiempo... —Levanto la mirada. —Ya no dejaré que sigas trabajando en Rain Dinners. Nunca más.

Palidezco completamente ante su comentario. Mis piernas comienzan a temblar. Si no puedo trabajar aquí, significa que no tendré ingresos... No podré quedarme con mi casa de Rain Base... No volveré a ver a mis queridas compañeras y amigas... No volveré a ver al hombre que robó mi corazón sin piedad... Aquel que tengo frente a mí.

—¡¿Qué?! —Grito de golpe, sintiendo que los colores de mi rostro han desaparecido. —¡¿Por qué?! ¡No hice nada malo! —Sin poder contenerme, aprieto mis puños contra su chaleco, tirando ligeramente... Si alguien nos viera, se reiría al ver a una chica baja tironeando de la prenda desde el abdomen por culpa de su tamaño.

—Ya dije. No volverás a trabajar para mí. —Lo suelto de golpe e intento retroceder al ver que se agacha para tener su rostro a la par del mío. Sus ojos penetrantes me hielan hasta el alma... Es como si fuera un depredador a punto de matarme.

Antes que pueda reaccionar, siento que toma fuertemente mi nuca y la empuja hacia delante, provocando que mis labios choquen con violencia contra los suyos, lo que hace que él inicie un beso húmedo y demandante. Intento jadear por la sorpresa, pero siento que su lengua se cuela en mí, jugando descaradamente contra la mía. Tras unos minutos eternos, nos separamos. Respiro fuertemente, con mi rostro ardiendo de vergüenza.

—De ahora en adelante serás mi pareja y me aseguraré de conquistar el mundo para ti. —Susurra a centímetros de mi rostro, sonriendo con picardía.

—Jefe... —Susurro, sintiéndome intimidada.

—Sólo llámame Crocodile. —Vuelve a besarme, esta vez con más delicadeza.

Su garfio se desliza por mi cintura, atrayéndome contra su cuerpo con algo más de fuerza, pero no demasiado. Su otra mano acaricia suavemente mis cabellos, de vez en cuando enredándose ligeramente entre sus múltiples anillos... Mi corazón late con más fuerza que nunca, siendo incapaz de creer que aquel sentimiento de amor está siendo correspondido.

—Serás mi reina cuando consiga el One Piece... Pero, mientras tanto, gobernarás Rain Dinners y, en un futuro, Arabasta a mi lado.

FIN

Próximo Shot: Katakuri & Cracker x Reader +18 (Nadeko_Chan)

Lu: ¡Todo al negro!

Luke: ¡Estás jugando al traga-monedas, imbécil! ¡Aquí no se apuesta al color!

Lu: ¿Y cómo Ace está apostando al blanco?

Ventus: Porque está apostando a que Shirohige mata a Kurohige en esta pelea.

Lu: ¡Apuesto todo al blanco!

Luke: ¡No tienes dinero para apostar!

Lu: Bueno, siempre puedo...

Luke: ¡Ni se te ocurra pedir donaciones a tus lectores para pagar tus deudas, animal!

Lu: "Lu, no mates a ___"; "Lu, no pidas donaciones para seguir apostando"; "Lu no juegues baseball con una granada de mano". ¡No me dejas hacer nada!

Luke: ¡Acabas de citar las cosas más estúpidas que se te han ocurrido hacer, pedazo de--!

Crocodile: Apuesto a que la hija de puta pierde la discusión con Luke.

Doflamingo: Apuesto a que su castigo es no escribir Yaoi durante un tiempo.

Lu: ¡YA CÁLLENSE, PAR DE PARÁSITOS!

Katakuri: Mira quién habla.

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