CAPÍTULO 9

103 17 12
                                    

La chaqueta de su papá no estaba. Esa chaqueta era tan importa para su papá, la mantenía en el perchero por más desgastada que estuviera. Y las fotografías tampoco estaban, la presencia de su padre no estaba ya en esa casa.

Sintió que le faltaba el aire y salió con prisa del cuarto, para dejarse caer de rodillas afuera de esta, se tomó la cara entre sus manos mientras trataba de suprimir el ataque de pánico que estaba por sufrir. Ahora todo tenía sentido, el porque ya no pasaba tiempo en la casa, el porque ni siquiera lo acompañó a su primer día de escuela, esos días en los que su mamá lloraba silenciosamente, su cambio de imagen.

¡SU MADRE!

Reprimió el ataque de pánico a cómo diera lugar, su madre estaba de tratando de mantenerse en calma y protegerlo lo más posible, no debía verlo así. Necesitaba salir de ahí, necesitaba tranquilizarse. Bajo las escaleras corriendo, para visualizarla aún en la cocina.

- Max: mamá (le llamo con voz tranquila) iré a ver a logan
- Chiara: (se giró para verlo con un poco de duda) ¿Eh? ¿Por qué?
- Max: (le sonrió) quede que le ayudaría a recoger todo hoy (mintió) volveré a la hora de la comida

Salió de la casa corriendo con una seña de la mano, dejando a su mamá con una mirada de duda.

Una vez fuera de su vista empezó a correr sin rumbo fijo, sacando toda esa frustración que sentía, por ser tan tanto como para no darse cuenta de lo que estaba pasando, por dejar que su madre pasara por todo eso sola. De verdad se sentía como un idiota.

Sus piernas se movían por sí solas, como sabiendo a donde tenía que llegar, y poco a poco se internó en la propiedad de ayala, buscando un lugar ideal para calmarse, pero como si fuese algo predestinado, no encontró un lugar, lo encontró a él.

Estaba entrenando para distraerse, cuando vio al niño llegar corriendo, apenas y pudo detener el saco de boxeo para que no le pegara, se veía muy exaltado y triste.

- Reymond: ¿Max? (Pregunto como algo de confusión)

El niño, haciendo exactamente lo que le dictaba su instinto, corrió hacia él y lo abrazó con fuerza, empezó a llorar para descargar toda esa frustración, todo el coraje y el miedo que le representaba el cambio, el que su padre se hubiese ido de casa, el que estuviera ahí y no con su madre tratando de confrontarla. El moreno se medio arrodillo frente a él y lo abrazó, dandole palmada en la espalda.

- Max: es un viejo idiota (lloró aún abrazando al moreno) ¡como puede pretender dejarnos! ¡Como puede hacerle eso a mamá!

El moreno solo lo abrazó con más fuerza, dejando que el niño ahogara sus penas.

(•••)

Miró a su madre en el sillón, tenía los dos brazos alrededor del respaldo y la cabeza agachada hacia atrás, con una expresión de duda en el rostro. Se acercó a ella con paso lento, no sabía que podría haber pasado para que hiciera eso.

- Nadia: ¿Está todo bien? (Le pregunto)
- Jessenia: (alzó la mirada y le asintió a su hija) si, solo pensaba

La niña se acercó más y se sentó cerca de ella.

- Jessenia: te diré la verdad (dijo aún si verla) te la mereces
- Nadia: (la vio dudosa) ¿qué pasó?
- Jessenia: salgo con Luis (dijo sin verla) tenemos un tiempo de hacerlo y sabemos que está mal pero... no era algo que pudiéramos evitar, tu padre siempre fuera haciendo canciones y es tan frío conmigo... Chiara es demasiado timada para el... nos ganó el deseo
- Nadia: (asintió) comprendo mamá
- Nadia: (Pero eso ya lo sabía. No era un secreto para ella, pero no quería que su madre lo supiera) ¿El se fue? (Pregunto aparentando incredulidad)
- jessenia: (asintió con calma) si, le dije a Luis que lo eche para no verme tan patética (dijo cerrando los ojos) supongo que Raymond se dio cuenta de lo que pasaba... pero no me reclamo, ni lucho por mi después de todo este tiempo que llevamos juntos... simplemente se fue
- Nadia: tal vez fue demasiado para el

Jessenia negó con la cabeza.

Nadia abrió los ojos sorprendida, al ver la Sandra en los pilares de la casa de su papá la hacía pensar que su papá estaba afectado por lo que pasaba, no que no le importaba lo que pasaba.

- Jessenia: esta familia a él le daba igual (repitió) después de tanta espera... después de todo... no fuimos algo por lo qué quisiera luchar, entiendes

Nadia apretó los puños con molestia. ¿Acaso no significaba nada para su padre?

- Jessenia: lo siento tanto Nadia (dijo viéndola por fin) no debería de decirte eso, pero tenías que saber cómo son las cosas, ok

Nadia negó con la cabeza, empezando de nuevo a revivir su apoyo hacia su madre. Su padre no la necesitaba para nada.

(•••)

Giorgio observó el reloj una vez más. Eran casi las 4 y ninguno de los hombres de Luis había llegado hacia la mansión. Su mirada se dirigió a jeyson cuando este entró a su despacho con calma.

- Jeyson: no se mudó (dijo viendo al hombre) al parecer sacó las cosas de salvatore a la calle

El hombre le dio una mirada de sorpresa, para luego hacer un gesto con la mano, haciendo que jeyson saliera del lugar. Miró hacia el frente casi lanzó un puño contra el escritorio. ¿Como era posible que Chiara no se diera cuenta de la situación?

El dejar la casa pondría en una mala situación a salvatore, jeyson podría protegerla, ya que ella no es muy fuerte para hacerlo. Y sabía que su nieto no podría hacerlo.

Pero ella se había negado a todo eso, ¿Para proteger al hombre que la estaba dejando?

De verdad Chiara había sacado tanto de su madre y tan poco de él, no era capaz de lastimar a nadie m, aún cuando esté le hiciera tanto daño. Y no se dejaba cuidar, por más que lo había intentado a lo largo de los años, siempre que hacía algo para protegerla, esto terminaba lastimándola aún más. Cerró los ojos con fuerza y pensó en que demonios hacer ahora en adelante.

Aún cuando quisiera decirle algo para motivarla, hacia ella solo sería dirigía esa dura mirada que se ganó desde niña, ya que nunca comenzó de ver a través de ella.

UN AMOR DESPUÉS DEL DOLOR Where stories live. Discover now