CAPÍTULO 95

32 8 8
                                    

Raymond comenzó a besar su estómago y después se deslizó hacia abajo lentamente, quitándole los pantalones a la morena en el proceso, mientras Chiara perdía el agarre de sus brazos.

- Chiara: ¡Ray! (gimió)

El moreno sonrió antes de enterrar la cabeza entre sus piernas.

Chiara echó su cabeza hacia atrás una vez más, sin poder evitar que sus caderas subieran hacia la boca del moreno.

Raymond abrió sus labios vaginales con ambas manos y metió su lengua todo lo que pudo, escuchando el gemido de Chiara, y sonriendo con suficiencia al sentirla removerse contra él con fuerza.

- Chiara: Ray

El moreno se tomó su tiempo, metiendo y sacando sus dedos dentro de Chiara con lentitud y profundidad, así como chupando su clítoris con fuerza, escuchando los gemidos de la mujer y sus jadeos entrecortados.

Se separó de ella antes de que alcanzara su orgasmo, sintiendo su gemido de protesta y sonriéndole desde sus piernas.

- Raymond: ¿quieres algo?

Chiara se puso completamente roja mientras se sentaba, Raymond pasó sus manos por su espalda y le besó con lentitud, metiendo su lengua dentro de su boca, sintiendo el calor de su cuerpo a través de la ropa.

Chiara le terminó de quitar el chaleco, así como la playera y lo beso de nuevo, al igual que el, empezó a besar su cuello con lentitud, dando algunas lamidas y dejándole marcas también. Pasó sus manos por el estómago del moreno, mirándolo a los ojos por unos segundos y meter su mano con pausa, Raymond la veía fijamente con las mejillas ligeramente rojas.

Chiara tomó su miembro con su mano y lo apretó, Raymond dio un gruñido leve, mordió el hombro de la mujer, que ante eso, volvió a apretarlo aún más.

La morena empezó a mover su mano de arriba a abajo sobre el miembro del moreno, mientras su otra mano la agarraba de la nuca para la besarlo de nuevo, Raymond metió su lengua dentro de ella y mordisqueaba sus labios, mientras sus manos acariciaban sus pechos.

- Raymond: pa-para (dijo entrecortadamente unos después)
- Chiara: (le vio con los ojos vidriosos por el deseo) Raymond

El moreno se terminó de quitar el pantalón y miró a la mujer mientras se acomodaba entre sus piernas.

- Raymond: ¿quieres niños?
- Chiara: ¡¿EH?! (Grito completamente sonrojada)
- Raymond: yo quiero muchos hijos (dijo tomando sus piernas y entrando de golpe en ella)
- Chiara: ¡AH! (Grito aferrándose a sus hombros)

Raymond se movió contra ella con fuerza, besando su cuello y lamiendo el lóbulo de su oreja, jalándolo con los dientes de vez en cuando, escuchando gemidos de la mujer y su agarre en sus hombros.

El moreno tomó las piernas de Chiara, separándolas lo mas que pudo y la jalo con sus brazos hacia el, escuchando sus jadeos y sintiendo como si agarre se apretaba en sus brazos.

Se separó de ella escuchando un gemido de protesta, para luego darle la vuelta, dejándola con el rostro en la mesa y las piernas colgando, se las separó con las suyas, entro en ella de nuevo con fuerza, tomando sus manos, poniéndolas sobre su espalda, moviéndose con fuerza y apretando los dientes para tratar de mantener el control.

- Chiara: ya no puedo (gimió)
- Raymond: solo un poco (dijo en su oído) solo un poco mas

La mujer apretó sus puños en su espalda, soportando los envistes del moreno.

- Chiara; ¡RAYMOND! (Grito en un lloriqueo)
- Raymond: vamos (dijo sujetando sus manos con una de las suyas y acariciando su clítoris con ella mano que tenía libre, sintiendo como a su miembro le costaba moverse antes las contracciones de la mujer) vamos, córrete para mi chiara
- Chiara: ¡AH!

Chiara volvió a echar su cabeza hacia atrás, dando un largo gemido antes de dejarla caer sobre la mensa cansada, sintió como el moreno se derramaba dentro de ella, antes de recargarse contra su espalda.

- Raymond: no me contestaste (dijo en su oído minutos después)
- Chiara: (se sonrojó aún más que antes) y-yo... no se

Raymond sonrió, levantándose de encima de ella, cargándola por los hombros y piernas, ante un chillido avergonzado de la mujer.

- Raymond: entonces déjame convencerte

(•••)

- Nadia: ¿papá tardará mucho?

La morena se rascó la mejilla al igual que Rodrigo, dado el ambiente que habían visto, era probable que no regresaran por los niños.

- Aurora: los extrañamos tanto que les pedimos que se quedaran con nosotros (les mintió)

Los niños asintieron con alegría, sin notar la incomodidad de los dos adultos.

- Rodrigo: ¿llevarás la comida?
- Aurora: (suspiro) voy (dijo tomando la bandeja) no me tardo

Rodrigo la miró caminar por la escalera, ya había descubierto a quien le pertenecía la lealtad de esa chica.

(•••)

Se sintió tan solo en esa habitación, la cama era demasiado grande para el.

La discusión con Jessenia, el problema con esa organización, todo se iba juntando sobre sus hombros, haciendo que el dolor en su cabeza aumentara. El insomnio se hacía presente de nuevo, y el dolor en el cuello también. Fastidiado cerró los ojos y los cubrió con su brazo.

" QUIERES QUE TE DÉ UN MASAJE LUIS "

Abrió los ojos sobresaltado mientras quitaba el brazo de su rostro, el recuerdo de esa cálida sonrisa se instaló en su mente sin poder evitarlo.

" LUIS DEJA Y TE CALIENTO LA CENA "

" LUIS EL BAÑO ESTÁ LISTO "

" TODO VA A ESTAR BIEN LUIS "

Se volvió a cubrir el rostro con su brazo, Chiara y Maximiliano su familia.

Había sido un completo idiota, Chiara ni siquiera quería hablar con el.

¿Era demasiado tarde?

(•••)

Cuando abrió los ojos le costó unos momentos ubicarse donde estaba, aún cuando ya se hubiera acostumbrado a esa nueva cama, esos días lejos le hicieron olvidar momentáneamente esa situación.

Su brazo estaba sobre su cintura firme, además de sentir también un brazo sobre su propia cintura, obviamente desnudas, y no pudo evitar sonrojarse ante los recuerdos de la noche anterior, " Niños ", Raymond quería niños, hacer una familia a su lado, y ella seguía con mil dudas en la cabeza que no le permitían, ni le permitieron, dar una respuesta clara y concreta, solo balbuceos pequeños que él moreno acallaba con besos.

Tenía a Max, y Raymond tenía a Nadia, no debería haber prisa en tener un nuevo Niño, ¿o si?

- Raymond: hasta acá puedo oír los engranes de tu mente

Se sobresaltó ante la voz del moreno y posó su mirada en el, había dormido prácticamente sobre su pecho, así que solo bastó alzar su mirada.

- Chiara: buenos días (murmuró algo sonrojada)

El hombre tomó un mechón de cabello de la mujer y jugó con él entre sus dedos.

- Raymond: ¿en qué piensas?

UN AMOR DESPUÉS DEL DOLOR Where stories live. Discover now