CAPÍTULO 7

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La mujer se sobresaltó ligeramente al escuchar el grito de su hijo y el sonido de la puerta cerrarse, cerró los ojos un momento antes de ponerse de pie, dejando el abrigo en el sillón poniendo una sonrisa en sus labios, se dirigió hacia la entrada.

- Chiara: ¿como te fue? (le preguntó cuando lo tuvo enfrente)
- Max: jugué mucho (dijo sin entrar en detalles)
- Chiara: (arqueó una ceja con diversión, eso era raro en su hijo, pero normalmente le contaba todas sus aventuras) ¿jugaste mucho?
- Max: (le dio una calida sonrisa mientras se rascaba la nuca) jugué con Lion, Logan y me duele mucho la cabeza
- Chiara: (frunció el ceño con preocupación y se arrodilló frente a él, tocando con el dorso de su mano su frente) ¿como que te duele la cabeza? ¿Qué pasó?
- Max: (asintió aún sonriendo) es que nos caímos de la litera, pero Pedro dice que estamos bien, que sólo nos dolerá unos días
- Chiara: (dio un suspiro de alivio y le dio un beso en la frente) me alegro

El niño le vio fijamente, quitando la sonrisa de su rostro, para dirigirle una mirada de duda a su madre.

- Max: ¿que le pasó a tu cabello?

"SU CABELLO"

Chiara se quedó en cuando unos segundos, antes de entrar en pánico al comprender la magnitud de esa pregunta, aparentemente inocente, de su hijo. Su hijo que le preguntaba por su cabello largo, mismo que la noche anterior había cortado disparejamente frente al espejo del baño, en un momento extraño de crisis. Debía lucir como una lunática con ese cabello.

- Chiara: eh...

ignorando la ansiedad de su madre, volvió a poner su sonrisa.

- Max: está bien así (dijo aún sonriendo) supongo que es más cómodo con el corto y te queda genial, tal vez deberías cortármelo la próxima vez

Y diciendo esto corrió escaleras arriba, dejando la mochila que llevo el día anterior a la puerta de la entrada, y su madre confundida viéndolo partir.

- Chiara: ¿EH?

La mujer camino confusa hasta el espejo más cercano, para incrementar su sorpresa el ver su cabello cortado perfectamente hasta los hombros. No estaba disparejo en ninguno de sus lados y tenía una forma perfecta. Pero la verdad era que ella había perdido el control la noche anterior y su cabello no había quedado así ¿lo había soñado?

Corrió con rapidez hasta el baño, dónde encontró los restos de su cabello junto a las tijeras tiradas en el suelo. Entonces eso no había sido un sueño. Con rapidez, recogió los cabellos, las tijeras y salió con rumbo a la cocina, no necesitaba dejar evidencias de su crisis emocional. Una vez que empezó a preparar el desayuno, dio un suspiro de alivio, al menos su hijo no la había visto en ese estado tan deplorable en el que se encontraba ayer.

- Max: mamá, no note cuando raymond dejo su abrigo ayer?? (Dijo entrando a la cocina con el abrigo en las manos, pero luego se rascó la nuca con una sonrisa en la cara) pero eso también debe ser por el golpe que me dio Lion

La mujer se quedó de piedra una vez más, y se preguntó cuánto más podría resistir esas emociones sin desmayarse. Todo en su vida se había puesto de cabeza.

- Max: ¿la lavaste? (Preguntó oliendo el abrigo)
- Chiara: (salió de su ensoñación y negó con la cabeza, recuperando la sonrisa que siempre solía darle al niño) lo siento, no la note

El niño asintió mientras se sentaba en la mesa con entusiasmo. Chiara le sirvió el desayuno y escucho con atención todo lo que su hijo hizo durante la noche en la pijamada.

(•••)

Camino con paso firme hacia la casa de su hija, su porte siempre orgulloso hacia qué las personas que se cruzarán en su camino se alejaran automáticamente de él y le permitieran el paso sin mayor dificultad. Aunque por mucho que lo negara, en ese momento deseaba que la gente se interpusiera en su camino, que alguno le hablara o que algo pasara que cortara su camino, lo que iba hacer no era algo que le alegrara. Cuando llego a la casa, toco el timbre y espero con una paciencia que no tenia.

Cuando Chiara abrió la puerta, pudo ver la sorpresa y el miedo en sus ojos. Siempre tan expresiva. Tenía tan poco de la familia en sus genes.

- Chiara: ¿pa-padre?
- Giorgio: (Casi dio un bufido frustrado, tartamudeo había vuelto al parecer) ¿Me dejarás pasar o me dejarás en la entrada todo el día?

La mujer respingó y se sonrojó, segundos después se hizo a un lado para que el hombre pasara.

Y de nuevo esa mueca de orgullo y algo de desprecio que siempre portaba cuando hablaba con ella. Esa que le decía que no aprobaba las desiciones que había tomado en su vida, que la juzgaban duramente una y otra vez.

- Chiara: ¿qui-quiere un café o té? (Pregunto con algo de duda)

Su padre le dirigió otra mirada dura, que la hizo casi encogerse. Se acercó al sofá de la sala, pero no se sentó en el, sino que estudió su entorno. La casa no tenía ningún lujo como las mansiones que él tenía. Era una casa pequeña y sin mayor gracia)

- Giorgio: Luis ha venido hablar conmigo
- Chiara: (rehuyó su mirada, que seguramente era acusatoria) ¿ah si? (Dijo desentendiéndose un poco)
- Giorgio: (evitó bufar con cansancio) eh venido a notificarte que a las 2 pasarán a recoger tus cosas para la mudanza (dijo sin verla)
- Chiara: (La respiración se le cortó de pronto y creyó que se desmayaría al escucharlo decir eso sin mayor emoción. Como si ella no estuviera nada que decir) q-que?? (Murmuró con voz baja)
- Giorgio: (le dio otra dura mirada, pero Chiara estaba mirando el piso) en cuanto lleguen a la mansión, se le hará un examen a Max, en el que si el pasa la prueba, se mudará conmigo donde va a recibir toda su educación donde siempre debió estar. si no es así, el consejo ya decidirá qué hacer, tú te quedarás al cuidado de jeyson en la mansión que te asigne.

UN AMOR DESPUÉS DEL DOLOR Donde viven las historias. Descúbrelo ahora