CAPÍTULO 22

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- Chiara: (solo atinó a asentir sonrojándose completamente, para después voltearse con lentitud) ¿quie-quiere una manta o un té?

El hombre negó con la cabeza y la mujer se fue a su cuarto. Raymond la vio marchar. Ella no había dado ningún signo de querer hablar de lo que había pasado momentos antes, y no era un tema que pudieran sacar a flote después de que alguien estuviera espiando.

Soltó un bufido y se dejó caer contra el sillón mientras echaba la cabeza hacia atrás y se presionaba el puente de la nariz. No debería estar pensando en esas cosas, y menos con esa mujer. Ella era la ex-mujer de Luis y era obvio que aún seguía enamorada de él o no le dolería tanto cada acción que hacía el rubio, no lo defendería con tanto ahínco.

Pero..... ¿Y EL?

No tenía mucho de haber terminado con Jessenia ¿No debería de estar lamentándose también?

Soltó otro bufido y se obligó a sacar esos pensamientos de su cabeza, no debía distraerse, no en esos momentos.

(•••)

Daba vueltas en su cama tratando de tener su mente clara. Tratando de entender que había pasado.

Su madre claramente tenía una mano marcada en uno de sus brazos, y un moretón aún más grande que apenas alcanzó a notar en su espalda. No se había caído, alguien la había apretado. Dio una vuelta más mientras pensaba en su tío jeyson, pero él no creía que él había sido y menos al faltarle al respeto, además sería incapaz de hacerle daño a su mamá.

Raymond tampoco había sido, eso también lo podía asegurar, pero eso solo dejaba una opción. Una que no quería aceptar.

Era verdad que no tenía la mejor relación del mundo con el. Pero no lo podía ver siendo capaz de hacerlo eso a su madre. Aunque los había dejado solos por mucho rato y su madre había entrado con jeyson, así que su tío debería de haber visto algo ¿No?

Dio una vuelta, una vez más y se dispuso a dormir, tal vez en la somnolencia solo estaba alucinando.

(•••)

Bajo las escaleras con paso lento, aún era temprano pero debía preparar el desayuno, no podía seguir dando vueltas en la cama esperando que el sueño la llamara de alguna manera. Casi dio un suspiro de alivio al ver a Raymond sentando en el sillón, estaba atento a todo lo que pasaba, por lo que giró la cabeza para verla cuando llegó al piso inferior.

- Chiara: buenos días (caminando hacia el)
- Raymond: (asintió con la cabeza y vio cómo se acercaba con lentitud) ¿cómo está tu brazo?
- Chiara: (se sonrojó y su mano viajó sin querer a ese moretón que se marcaba visiblemente en su piel blanca) Bien, ¿q-quiere un té??
- Raymond: (asintió mientras se levantaba) ¿y el baño?

La mujer señaló una puerta al lado de la escalera, el moreno se dirigió hacia esta mientras Chiara se dirigía a la cocina para preparar el desayuno. La insistencia de Max en preparar tomate le hizo suponer que era algo que le gustaba comer a Raymond, además de no gustarle lo dulce.

Escucho la puerta del cuarto de Max abrirse y sus pasos por la escalera.

- Max: buenas días mamá (le escucho gritar para luego verlo entrar en la cocina)

La mujer le dio una sonrisa mientras el niño se quedó de piedra al ver su brazo, no había sido una alucinación después de todo.

Chiara vio el cambio de expresión y empezó a caminar hacia él cuando la tetera empezó a sonar, haciendo que la mujer cortara su camino y regresara a apagarla. El niño solo la veía fijamente sin atreverse a decir o preguntar nada.

- Chiara: ¿Me pasas el bote del té de manzana, por favor? (Dijo vaciando el agua)
- Max: (asintió y fue por el bote para dárselo a su madre, llegando a su lado se dio cuenta que habían tres tasas) ¿Vendrá el tío jeyson a desayunar? (Pregunto confundido)

Chiara lo vio con algo de duda y negó con la cabeza.

- Max: (iba a replicar algo cuando escucho la puerta del baño abrirse, giró su mirada hacia la entrada de la cocina y vio a Raymond llegar con paso lento y una mirada somnolienta) ¿entrenador? (Dijo sin poder evitar el tono de sorpresa de su voz)
- Raymond: hmp (dijo viendo al niño) hola
- Max: ho-hola (saludó poniéndose rojo) llegó temprano
- Raymond: hmp

Ambos adultos evitaron de que había dormido ahí. Aunque técnicamente no había dormido.

- Chiara: ahora llevo el desayuno (dijo llamando la atención) lleva los platos, por favor

El niño iba a tomar los platos cuando Raymond lo hizo por él antes de salir de la cocina y acomodarlos en la mesa. El niño se sentía algo extraño por la presencia del moreno ahí, no era que le molestara, solo se sentía algo extraño. Siempre acostumbraba a desayunar solo con su mamá, y ahora estaba el ahí con ellos. Su vista se perdió cuando lo vio regresar a la cocina y ayudar a su madre con la comida, posiblemente para que no usara su brazo lastimado, por mero instinto, y sintiéndose un poco celoso, también fue a ayudarla con más cosas.

- Chiara: gracias (sonriendo y sirviendo la comida para después sentarse) buen provecho

Raymond asintió con la cabeza, mientras max respondía alegre a la frase de su madre. Comieron con calma entre la risa de Chiara antes las ocurrencias de su hijo, sin duda una de las raras escenas familiares que hayan tenido los tres.

- Max: hoy el profesor de educación física nos enseñará a jugar fútbol
- Chiara: (asintió con una sonrisa para después levantar los platos) ve a cambiarte (le dijo al niño girándose a la cocina)

El niño corrió arriba y raymond entró a la cocina tras de ella, que había dejado los platos es el fregadero mientras soltaba un suspiro cansado.

- Raymond: tengo muchas protecciones en la casa (dijo el moreno)
- Chiara: ¿eh? (Dijo la mujer girando hacia el)
- Raymond: (se encogió de hombros) más iba a utilizar en la construcción de unos departamentos, pero ya no los necesito (dijo viendo a la mujer que se empezaba a sonrojar) los traeré más tarde

La mujer abrió la boca, pero ella no soltó ningún sonido, el moreno solo le dio la espalda y le hizo una señal de despedida con la mano mientras se alejaba de ella. Al cabo de unos segundos escucho la puerta de la entrada cerrarse y no pudo evitar preguntarse qué estaba pasando.

Soltó un suspiro y se dirigió a cambiarse, necesitaba hablar con Luis.

UN AMOR DESPUÉS DEL DOLOR Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora