CAPÍTULO 5

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Nadia observaba con poco interés su plato. Su madre no había llegado a cenar, aunque ella ya sabía dónde estaba, y su padre se había ido el día anterior. Aún cuando su madre dijera que lo había echado, ella sabía que su padre estaba planeando eso desde hace un tiempo. Y lo había notado observándolo.

Pero su deber era con su madre, era la más frágil y a la que la ciudad posiblemente se le echara encima cuando toda esa situación estallara. Y además era la que siempre se quedaba a su lado cuando su padre salía por meses por las misiones, no le iba a quitar su apoyo en un momento como este.

Pero su padre era otra historia. Cuando había ido a hablar con él después de la escuela, descubrió la parte de adelante de la casa llena de sangre, en unos de los pilares en ellos. Lo había buscado como loca y por la tarde estuvo a punto de hablar con él, pero al verlo entrenar basket con su amigo Max de la escuela, también se veía afectado por esa situación, le hizo detenerse.

No estaba tomando en cuanta que Max y su delicada madre, serían los que más que se llevarían la peor parte de esa situación,

Esperaba que max pudiera apoyar a su padre en esa situación.

Y ella se sentía mal y como la peor amiga e hija del mundo.

Había creído que su padre, tan fuerte como. Siempre lo había visualizado, no se vería afectado por esa situación. Pero ver esa sangre entre los pilares le había hecho entrar en razón, su padre, por más fuerte que fuera, seguía siendo humano, y esa situación le había afectado más que a nadie.

Pero ella ya había hecho su elección y debía respetarla a cómo diera lugar.

Su deber era apoyar a Jessenia.

(•••)

Se miró en le espejo una vez más. Su rostro lucia pálido y ojeroso. Se veía horrible a decir verdad. Por eso Luis prefería a Jessenia. Cerró los ojos apretando los puños y sacando esos pensamientos de su mente, tenía que dejar de culparse, pero aún así, pensando, o tratando de hacerlo, le dolía el pecho y la cabeza. No podía concentrarse en nada simplemente.

Para su buena suerte, Max estaba en casa de la familia de los González y ella podía desahogarse por esa noche. En esa casa, en la que una vez compartió su vida con la del rubio, tantos años de mentiras y acciones poco claras. Golpeó sus puños contra el lavado con toda la fuerza que tenía lastimándose las manos, en un intento de sacar su frustración. Su cabello largo y negro le callo a la cara por los movimientos bruscos que hizo.

El cabello largo que Luis siempre le decía que le gustaba.

Sacudió la cabeza, haciendo que esta le doliera aún más y tomando las tijeras que estaban en el botiquín de primeros auxilios, empezó a cortar su cabello, desahogando en este todo su coraje. Empezó a llorar sin poder evitarlo y segundos después corrió a escaleras abajo, necesitaba aire, necesitaba despejarse, dejar salir todo ese dolor que la consumía por dentro.

Corrió por las calles de San Juan, por suerte no había nadie en estas. Corrió sin detenerse hasta que llegó al cementerio, donde por fin se permitió jadear en busca de aire y entró con paso lento. El camino lo conocía de memoria, a pesar de no ir tan seguido como quisiera. Se detuvo cuando llegó frente a la tumba de su madre y se permitió caer de rodillas, empezando a llorar de nuevo y recargando su cabeza contra la tumba.

- Chiara: ¿que debo hacer mamá?

De nuevo era esa NIÑA débil de la familia DI SANTIS, sin tener a alguien en quien apoyarse, y además, sin un sueño que alcanzar. Su sueño hecho realidad ahora eran trozos destrozados en medio de su corazón.

Lloro hasta quedarse dormida sobre esa tumba. Sin ánimo de levantarse completamente rota.

(•••)

Con un suspiro, empezó a caminar de nuevo hacia su casa, era tarde y debía regresar para intentar dormir aunque fuera fuera un poco. Esa situación me estaba poniendo los nervios de punta y claramente no era bueno. Debía mantener la calma.

Se detuvo al ver a una mujer, era débil y pequeña, pero se le hacía levemente familiar. Debería haber seguido su camino, irse a su casa e ignorar ese asunto, pero en su lugar camino hacia la chica. No se asombró mucho cuando la vio de cerca. Dormida sobre una de las tumbas.

Se veía patética.

Tenía el cabello mal cortado, pues había muchos mechones más largos que otros, sus mejillas estaban resecas con las marcas del llanto sobre ellas.

Se dio la vuelta dispuesto a marcharse del lugar, pero estaba haciendo frío y la chica no iba muy abrigada que digamos. Así que una vez más sus pasos se cortaron y se giró a ver a la mujer, analizando la situación de cada manera posible.

Dios un suspiro frustrado antes de acercarse a ella y cargarla, no creía que se fuera a despertar.

(•••)

No le costó mucho entrar a la casa, esta no tenía mucha seguridad a pesar de ser la casa de Luis, El GOBERNADOR DE PUERTO RICO.

Dejo sus pensamientos atrás y recostó a la mujer en el sofá, ella no se había despertado en el trayecto del cementerio a la casa, solo se había acurrucado levemente al pecho del moreno, aunque este no hizo ningún intento por apartarla o despertarla. No era que se sentía incómodo después de todo.

La miro una vez más antes de marcharse, de verdad lucia patética y Max se llevaría una mala sorpresa cuando llegara en la mañana y la vería de esa forma.

Suspiro frustrado una vez más, había notado, esa tarde, que la mujer solo estaba tratando de ser fuerte en esa situación por el bien de su hijo, a pesar de estar derrumbándose poco a poco. Y él reconocía esa sensación. Lo noto al momento de verla en el cementerio, ambos ya había pasado el punto de quiebre y ahora trataban de reunir los pedazos esparcidos de su alma.

Con un bufido se dirigió a la cocina y regresó poco después, le daría solo una mínima ayuda a la madre de su alumno.

Cuando termino se alisto para irse, notando que ella temblaba levemente. Suspiro y miró la escalera. No. Definitivamente no iría al cuarto de Luis a buscar una manta, no quería nada se lo recordará visualmente o terminaría yendo a matarlo.

Pero Chiara seguía temblando.

Tiro un suspiro, pero ahora de derrota, se quito su abrigo y se lo puso encima. Ella se dio la vuelta en el sofá y la abrazó. El moreno entonces por fin se permitió irse. Había hecho más de lo que haría por cualquier persona por esa mujer. Ya era suficiente de caridades por ese día.

(•••)

Aclaraciones

- Después de este capítulo se empieza a ver la interacción de Chiara y Raymond.

- Las opiniones de sus hijos y la extraña relación que tienen Jessenia y Luis.

- Las cosas cambiarán primero poco a poco y luego algo brusco antes de un nuevo cambio.

- No solo en RAYMOND Y CHIARA, si no en las familias en general.

- Es una separación y las cosas no siempre marchan como uno quiere.

UN AMOR DESPUÉS DEL DOLOR Donde viven las historias. Descúbrelo ahora