UN AMOR DESPUÉS DEL DOLOR

CAPÍTULO 38

- Chiara: ¿pasó algo? (Le pregunto mientras se sentaba)
- Jonatan: (negó con la cabeza sentándose al lado de ella) Nada en específico (dijo encogiéndose de hombros) solo quería saber ¿cómo estás?

Chiara suspiro con cansancio, tratando de asimilar lo que pasaba.

- Max: mamá me voy (dijo llegando a la sala)
- chiara: (le regalo una sonrisa) más tarde pasaré por ti, no hagas travesuras

Max le sonrió algo incómodo ante eso, sobre todo porque su madre lo decía ante Jonatan. Raymond solo hizo una seña con la mano mientras caminaba junto al niño. Una vez que sonó la puerta, Chiara se permitió suspirar y bajar la cabeza.

- Jonatan: ¿cómo estás? (Pregunto)
- Chiara: (soltó otro suspiro) Bien supongo (dijo viéndolo) algo confundida con toda esta situación
- Jonatan: (asintió viéndola algo abatido) ¿ya saben quien entró?
- Chiara: (negó con la cabeza, con mirada triste) no creo que fuera alguien de otra ciudad, ni buscaban nada (dijo) solo...... destrozaro todo (bajo la mirada)

Jonatan se acercó a ella y tomó su mano para darle apoyo.

(•••)

Miró hacia el cielo una vez más, no sabía que debía hacer.

De todo lo que se había enterado en unas horas, ponía en duda todo en lo que creía, todas las cosas que ella le había dicho, y que sabía que ahora que eran mentiras. Al principio creyó que necesitaba su apoyo, pero ahora se daba cuenta que no.

¿Como podía ser tan idiota como para no darse cuenta de todas las mentiras?

Dejo caer su cabeza y la puso entre sus manos, era una completa idiota.

- Dylan: ¿Estas bien? (Dijo cerca de ella)
- Nadia: (alzó su mirada y luego la volvió a bajar, temiendo decirle que había tenido razón) solo pensaba en algo, es todo (dijo con voz baja)
- Dylan: (solo asintió a su lado) ¿En qué? (Dijo viéndola)
- Nadia: (suspiro) que soy una idiota (se lamentó) y que tenías razón en todo lo que me dijiste
- Dylan: (abrió los ojos asombrando antes esa declaración) ¿En qué? (Pregunto confundido)
- Nadia: (dirigió su mirada hacia el) sobre mamá (Luego volvió a bajar la cabeza. Tantas mentiras, tanto engaño ¿Como podía haber sido tan ciega?)

- Dylan: ¿Y qué harás? (Pregunto con calma)
- Nadia: (dio un suspiro) supongo que lo correcto (dijo viéndolo) y necesitaré toda la ayuda que puedas darme
- Dylan: (la miró con duda) la mía ¿para que?

(•••)

Max empezó a rebuscar de nuevo entre su bolsa. No tenía muchos ahorros, así que solo debía comprar lo más básico, pero no creía que ni para lo más básico le alcanzara. Dio un suspiro de frustración y bajo la cabeza.

- Ray: ¿Vas a entrar o no?
- Max: (Alzó su cabeza hacia Raymond y dio otro suspiro) eto........ no me alcanza (dijo jugando a con sus dedos)
- Raymond (lo miro fijamente unos segundos) entra (dijo abriendo la puerta)
- Max: (alzó su mirada hacia el moreno con algo de duda) pero.....
- Ray: (rodó los ojos) solo alzó Max

Max asintió sonrojado y entrando a la tienda.

(•••)

- Dylan: Demonios, no se como me convenciste de hacer esto (se quejó el niño)
- Nadia: solo cállate y date prisa (se quejó)

Vigilaba la calle constantemente por si acercaba un guardia. Era conveniente que no hubiese ninguno, pero era demasiado extraño, debía haber al menos una persona que estuviera vigilando. Se sobresaltó al ver que se acercaban unos hombres por la puerta principal.

- Nadia: ¡ALGUIEN VIENE, DATE PRISA! (Grito desde la ventana)
- Dylan: ¡carajos Nadia esto es un desastre!

La niña lo miró con algo de pánico a los hombres acercarse a ellos poco a poco.

- Dylan: ¡los tengo! (Dijo saltando por la ventana)

Los hombres dirigieron su mirada hacia ellos, pero ya se encontraban corriendo.

(•••)

Alejandra vio la escena con algo de confusión. No era muy unida a Carla, hablaban ocasionalmente, ya que era la mejor amiga de su esposo, pero siempre se le figuró una persona fuerte y segura de si misma, no esa que ahora lloraba abrazando a su esposo.

- Alejandra: logan, juega con Lion, por favor (dijo entrando a la sala)

Carla se cubrió el rostro aún llorando. Alejandra dirigió su mirada hacia Pedro, que solo soltó un suspiro ¿Que demonios pasaba en esta ciudad?

- Carla: Rodrigo se va a casar (le dijo a Alejandra)
- Alejandra: (abrió los ojos con sorpresa y luego dirigió su mirada hacia Carla) ¿con quien? (Pregunto)
- Carla: (sollozó) una tal aurora (dijo en voz baja) es de la República Dominicana
- Alejandra: ¿del tratado?
- Carla: (asintió con la cabeza) El muy idiota (se quejó con burla llorando nuevamente)

Pedro soltó un suspiro y la abrazó nuevamente, ante los Velia de Alejandra. Casi soltó un suspiro de alivio al escuchar el timbre y ver qué Alejandra fue a abrir. Después de unos segundos vio a Max correr escaleras arriba para el cuarto de logan, y no pudo evitar soltar otro suspiro, esas amistades de su hijo lo iban a mater en problemas un día de estos.

- Alejandra: ¿seguro que no quiere un té o algo?

Escuchó a Alejandra.

- Raymond: estoy bien

Dijo una voz que no pudo identificar, y que no era la de Chiara.

- Alejandra: ¡espere!

Escuchó de nuevo a Alejandra.

- Alejandra: sabe donde....

Dejo de escuchar la voz de su esposa, por lo que supuso que había salido a la calle, ahora solo debía saber con quien hablaba. Cerró los ojos, ignorando el llanto de uno, y trato de concentrase para ver si recordaba la voz del hombre que le respondió a Alejandra.

- Alejandra: ¡¿QUE?!

El grito lo desconcentro por completo, haciéndolo respingar levemente, al igual que a Carla, para luego ver a Alejandra completamente sonrojada entrar a la casa, mientras se susurraba cosas a sí misma.

- Pedro: ¿Alejandra? (Le llamó preocupado)

La rubia lo miro unos segundos, antes de soltar un suspiro resignado, que no hizo más que confundirlo.

- Carla: ¿por qué me habré casado con el? (Se dijo en voz baja)

Pedro su alcanzó a escuchar su comentario y se quedó pensando en quien era el que fue a dejar a Max.