Daniela Calle y Maria José Garzón empiezan una amistad a través del concierto de Justin Bieber, sus caminos se van trazando sin darse cuenta para estar juntas.
Pero varias situaciones que van pasando a través del tiempo pone a prueba la fuerza de s...
— ¿Cómo crees que se va a tomar el hecho que yo vuelva contigo? ¿Qué le digo? Ah Camila, sabes... te dejaré porque voy a regresar con Daniela quien por cierto es tu jefa –dije irónicamente.
— Pues sí. Tal cual.
— ¡Por Dios Calle! Ella se va a molestar mucho y estoy segura que te va a demandar por faltar a tu contrato. ¿O acaso crees que no sé qué en una de las cláusulas esta que tú no puedes acercarte amorosamente a mí?
— Ella puso esa regla estúpida, amor. Me pareció ridículo que ella insinuara que yo me iba a acercar "amorosamente" a su bailarina principal. Pero créeme que yo no sabía que se refería a ti, sino jamás hubiese aceptado.
— Bueno ya lo sabes.
— Poché, yo no me pienso alejar de ti, mucho menos ahora que estoy tan cerca de recuperarte. Que me demande, que me deje sin un solo centavo si quiere, no me importa. Con tal que tú estés a mi lado, amor –su penetrante mirada conectaba conmigo, tenía los ojos cristalizados. Ya las lágrimas eran las dueñas del sitio.
Yo suspiré. Respiré profundo y volví a suspirar.
Ella estaba a la expectativa de mi respuesta.
— Dame tiempo ¿sí? Dame tiempo para poder organizar las cosas con ella, vamos a esperar que ese contrato se termine para poder estar juntas. Ya va bastante avanzado y después de la gira solo sería esperar un par de meses más para que puedan terminar con cualquier relación laboral.
— ¿Tanto te importa ella, Poché?
— Si, no la quiero lastimar –ella frunció el ceño al escuchar mi respuesta inmediata —Pero también me importas tú y sé que si hacemos las cosas de manera precipitada vas a tener consecuencias muy graves.
— Gorda, no voy a soportar no poder besarte o abrazarte cuando yo quiera, entiéndelo –me apretaba a ella y mientras me daba varios piquitos.
— Ten paciencia, Calle. ¿Me amas, no? –asintió rápidamente —Bueno, vamos a esperar unos meses más.
— Pero... nos podremos ver y tener estos encuentros ¿verdad? –preguntaba tímidamente.
— Cada vez que pueda, nos veremos –ella sonríe y yo la beso.
— ¿Eso quiere decir que ya me perdonaste al 100%?
— Ya lo hice, amor.
— ¡Qué bueno! Ya no quiero volver a sentir tus cachetadas, amor. Pegas muy duro –comentó con un puchero en la boca y fue inevitable no soltar una carcajada ante lo que acababa de escuchar.
— Lo siento, Calle. Pero eso te pasa por ser tan idiota -dije riendo —la primera vez por engañarme y la segunda por besarme cuando yo no quería.
— Pero ya puedo besarte sin sentir miedo que me vayas a pegar, bebé –pasó su lengua con delicadeza por mi labio superior, lo chupo y luego bajó al inferior e hizo lo mismo dejando una mordidita al final.
— Te amo, Calle y te extrañaba con locura, mi amor.
— Y yo a ti, mi gordita. Te amo.
La música acompañaba aquel momento increíblemente mágico.
Yo no podía procesar tanta felicidad.
Sé que sería difícil lo que se vendrá.
Y en cierto modo, siento miedo por lo que pueda pasar.
Quisiera tenerte en cada primavera
Poder amarte a mi manera Desvelarme la noche entera
Cuidar tus sueños así quisiera.
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Gracias por todo el amor que le dan a esta historia, créanme que hago lo posible por adelantar la historia y tener capitulo rápido para así llegar al final. Pero es que mi cabeza ahorita tiene muchas ideas de posibles situaciones y bueno... quiero estar conforme con todo.
Espero me tengan paciencia cuando no pueda actualizar.
